lunes, 3 de octubre de 2016

Referéndum de Colombia: más mazazo que contratiempo

El resultado del referéndum en Colombia ha sido negativo para el acuerdo de paz firmado entre el gobierno y la guerrilla de las FARC. Por pocos votos (un 0,5%) y con una baja participación (37,4%). Algo poco previsto que ha hecho saltar las alarmas. Los resultados no han sido uniformes, sino que han establecido importantes diferencias territoriales. En las provincias periféricas, donde la violencia ha alcanzado mayores cotas, se ha optado claramente por el Sí. Como ha ocurrido también en la capital, Bogotá. Lo contrario que en las provincias centrales. El vencedor a primera vista ha sido Álvaro Uribe, antecesor de Juan Manuel Santos en la presidencia del país, el mismo que aplicó una política de mano dura contra los grupos guerrilleros y firmó en 2009 un acuerdo militar con EEUU. Pero no podemos olvidar qué representa: el poder de la oligarquía terrateniente y el de los grupos paramilitares, que han sido los que han generado el mayor grado de violencia. Y esto no lo podemos olvidar: cuando se habla de la violencia guerrillera, en términos cuantitativos y cualitativos ha sido bastante menor de la ocasionada por los grupos paramilitares, el ejército y el narcotráfico (ver "La violencia en Colombia"). En el acuerdo firmado se reconoce la violencia ocasionada desde el estado y la guerrillera. Los dirigentes de las FARC han reiterado su asunción de responsabilidad y han pedido el perdón directamente a las víctimas. Sospecho que quienes han impulsado el No han tenido motivos suficientes para defender su posición: evitar, de momento, tener que reconocer su mayor grado de responsabilidad en lo ocurrido. Lo de ayer ha sido más un mazazo que un contratiempo. No sé si puede revertirse, pero, al menos por ahora, quienes han impulsado el acuerdo de paz siguen apostando por él. Que no es poco.