miércoles, 28 de mayo de 2014

Unas elecciones europeas sustanciosas. 1, España

Las elecciones del domingo no han sido unas generales, pero han resultado sustanciosas. Han sido una especie de termómetro político. Está por ver si se trata de algo pasajero o si se están sentando las bases de una situación política nueva, muy diferente de la que ha dominado desde los años 80. 

Triunfo claro de la izquierda sobre la derecha

La izquierda ha ganado a la derecha. Entre las candidaturas que han obtenido representación en la Eurocámara las de izquierda han obtenido 7,6 millones de votos, que representan el 59%; las de la derecha, 6,5 millones y el 41,2%. Contando a todas las candidaturas que se han presentado e independientemente de haber obtenido o no representación la izquierda ha obtenido unos 8 millones de votos frente a 6,8, que en términos porcentuales suponen el 51,5% frente a 43,8%. 

Por comunidades la izquierda ha superado a la derecha en Andalucía (17 puntos de diferencia), Aragón (6), Canarias (2), Cataluña (14), Navarra (22), Valencia (6), Extremadura (7), Galicia (8), Baleares (13), País Vasco (10) y Asturias (13).
Por el contrario, ha ganado la derecha en Cantabria (4 puntos de diferencia), Castilla-La Mancha (4), Castilla y León (7), La Rioja (9), Madrid (5), Murcia (14), Ceuta (13) y Melilla (25).

El fracaso de las encuestas

Casi todas las encuestas publicadas en los medios de comunicación han errado en sus previsiones: CIS, El País, El Mundo, La Razón, ABC, Público..., siendo una excepción la de La Vanguardia, que se ha aproximado bastante, y la de Público, en menor medida.

La mayoría ha errado en casi todo: salvo el acierto en la mayor parte de los caso en las previsiones de Izquierda Plural (IU, ICV, Anova...), Coalición por Europa (CiU, PNV, CC) y, en parte, ERC, se ha sobredimensionado a PP y PSOE, y minimizado al resto.

Sobre Podemos sólo Público detectó una fuerte subida, aunque algo por debajo de la real, mientras que en los otros medios le asignaron entre 1% y 2% de los votos, y 0 ó 1 escaño.

En la encuesta de La Vanguardia se han dado los errores comunes del sobredimensionamiento de PP y PSOE, así como el no haber detectado el voto hacia Podemos. 

La izquierda

Mientras el PSOE ha obtenido el 23% de los votos, el resto de grupos con representación suma el 26%, dos puntos más si añadimos a otros grupos menores sin representación. 

Lo que podemos llamar izquierda federalista, presente en estas elecciones a través de Izquierda Plural/Izquierda Unida (IP/IU) y Podemos, ha obtenido en torno al 18%, mientras que la izquierda nacionalista se ha situado alrededor del 8%.

El PSOE ha superado al resto de los grupos de izquierda en Andalucía (15 puntos de diferencia), Extremadura (27), Castilla-La Mancha (13), Castilla y León (9), La Rioja (6), Murcia (2), Ceuta (6) y Melilla (17).

En sentido contrario el PSOE ha sido superado en Cataluña (25 puntos de diferencia), Madrid (6), Navarra (25), Valencia (5), Galicia (6), Baleares (7), País Vasco (24) y Asturias (2).

En relación a la izquierda federalista el PSOE la ha superado en Andalucía (15 puntos de diferencia), Aragón (5), Cantabria (5), Castilla-La Mancha (16), Castilla y León (9), Ceuta (6), Melilla (17), Valencia (3), Extremadura (27), Galicia (2), Baleares (3), La Rioja (7) y Murcia (2).

A su vez, la izquierda federalista ha superado al PSOE en Navarra (6 puntos de diferencia) y Asturias (1,5), teniendo resultados prácticamente similares en Canarias, Cataluña y País Vasco.

Primavera de los Pueblos, donde se encuentran el partido verde Equo y los nacionalistas Compromís valenciano y la Chunta Aragonesista, se ha situado en quinto lugar tanto en Valencia (7,9%) como en Aragón (4,5%). En Ceuta (9%) y Madrid (3%) ha estado por encima de su media, manteniendo en el resto de comunidades resultados discretos.

Dentro de la izquierda federalista IP/IU ha superado a Podemos con claridad en Andalucía (4,5 puntos de diferencia) y Cataluña (5,5), y lo ha hecho más moderadamente en Castilla-La Mancha (2), Valencia (2), Extremadura (1,5), Galicia (2), Murcia (2), La Rioja (0,6) y Melilla (0,4). 

Podemos, a su vez, ha estado por encima de IP/IU en Asturias (1,8 puntos de diferencia), Baleares (1,4), País Vasco (1,3), Madrid (0,8) y Ceuta (0,3).  

Han igualado prácticamente en resultados en Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla y León, y Navarra. 

La derecha

La derecha españolista (PP, UPyD, C’s y Vox) ha obtenido alrededor del 38% de los votos, mientras que la Coalición por Europa (CiU, PNV, CC) se ha situado en el 5,4%.

Entre los grupos españolistas el PP ha obtenido el 26,1% frente al 11,1% de UPyD, C'S y Vox. 

Esta misma derecha ha tenido unos resultados discretos en Andalucía (37,4%), Canarias (32,4%), Navarra (33,1%) y Baleares (38%).

Ha fracasado en Cataluña (17,7%) y País Vasco (14,9%), donde el PP, a su vez, ha obtenido resultados muy pobres: 9,8% y 10,2%, respectivamente.

El PP ha estado por debajo de su media además en Canarias (23,3%), Navarra (25,1%) y Asturias (24,1%).

Los mejores resultados del PP los obtiene en Cantabria (34,7%), Castilla-La Mancha (37,7%), Castilla y León (37,6%), La Rioja (38,5%), Murcia (37,5%), Ceuta (40,3%) y Melilla (44%), donde la derecha globalmente es hegemónica y especialmente en Castilla y León (51,2%), Ceuta (51,2%), Melilla (58,6%), La Rioja (51,2%) y Murcia (52,9%).

Con niveles similares el PP se encuentra en Galicia (35,2%), donde es la primera fuerza, pero ha sido superada por la izquierda; y Extremadura (35,2%), donde además ha sido superada por el PSOE.

En las comunidades afectadas por la corrupción del PP se han dado situaciones variadas: en Madrid ha ganado la derecha gracias a los otros grupos de derecha (19%) y pese al castigo al PP (30%); éste ha ganado con claridad en Castilla-La Mancha (37,7%) y Murcia (37,5%); en Navarra, coaligada con UPN, ha sido la fuerza más votada (25,1%), pero el conjunto de la derecha españolista ha sido superado claramente por la izquierda, con Bildu como segunda fuerza; en Valencia ha perdido la derecha, con un PP en retroceso (29,1%), siendo insuficiente la subida de los otros tres grupos conservadores (13%); en Galicia, pese a que el PP ha sido el grupo más votado (35,2%), el conjunto de la derecha españolista ha perdido frente a la izquierda; en Baleares el PP ha sufrido un importante castigo (27,5%), así como el conjunto de grupos afines (38%).

Cataluña, País Vasco y Navarra, y Galicia

En Cataluña los partidos soberanistas (ERC, CiU, ICV-EUiA y Podemos) han sumado el 61% de los votos, frente al 17,7% de los no soberanistas y el 14,3% del PSC.

Los grupos propiamente nacionalistas (ERC y CiU) han conseguido el 45,5%.

ERC ha sido la fuerza más votada en esa comunidad (23,7%), que ha superado por primera vez a CiU (21,9%), y en Baleares ha quedado en quinto lugar (7,3%). 

Por provincias ERC ha sido la fuerza ganadora en Gerona (32,9%), Barcelona (21,9%) y Tarragona (25,3%), siendo CiU la más votada en Lérida (31,8%).

En el País Vasco los grupos soberanistas (PNV, EH Bildu, IU-Eki y Podemos) han sumado 63,4% de los votos, frente al 28,5% de los no soberanistas.

Los grupos nacionalistas (PNV, EH Bildu) han llegado al 50,8%.

La coalición Los Pueblos Deciden, donde está EH Bildu, ha triunfado en el País Vasco (23,3%) y ha quedado segunda en Navarra (20,5%).

En el conjunto de esas dos comunidades la fuerza más votada ha sido EH Bildu (20,6%).

Por provincias EH Bildu ha ganado en Guipúzcoa (31,2%) y Álava (19,5%), siendo segunda en Navarra (20,1%) y Vizcaya (19,9%), a la vez que el PNV ha ganado en Vizcaya (31,7%), siendo segunda en Guipúzcoa (24,6%) y Álava (17,2%).

En Galicia la candidatura Los Pueblos Deciden tiene como referente al BNG, que se ha situado en cuarto lugar tanto en la comunidad (7,9%) como en cada una de las provincias.

Peculiar es el caso de AGE, que aúna a Esquerda Unida y a varios grupos nacionalistas, sobre todo Anova, el grupo liderado por Xose Manuel Beiras y principal fuente de votos de la coalición. En la comunidad (10,5%) ha sido la tercera fuerza, así como en cada provincia. 

Un primer intento de explicación de lo ocurrido

Conviene destacar de entrada varios hechos importantes: 1) elevada, aunque menor, abstención (54%); 2) golpe al bipartidismo; 3) derrota de la derecha españolista; 4) crisis del PSOE; 5)  fuerte crecimiento de la izquierda federalista; 6) triunfo de la izquierda nacionalista en Cataluña, en el País Vasco y entre éste y Navarra.

1) La baja abstención no ha impedido que la participación haya sido algo mayor que en 2009, a la vez que ha sido superior a la media europea. En Cataluña la abstención ha sido menor (52%) y sobre todo en relación a 2009 (63), en gran medida por el llamamiento de las fuerzas nacionalistas a la participación.

Posiblemente haya habido una mayor inhibición en el electorado de los dos grandes y una mayor movilización en la izquierda, pero todavía está por ver cómo ha afectado a los distintos grupos.

2) Es prematuro hablar del fin del bipartidismo, pero sí parece claro, al menos, que ha habido una fuerte llamada de atención a PP y PSOE. Se visibiliza a estos dos partidos como responsables de la actual situación política y, sobre todo, socioeconómica, aunque las respuestas del electorado han sido muy variadas.

Lo que sí se ha plasmado en los resultados del domingo ha sido una gran fragmentación política. Está por ver qué puede ocurrir en las próximas elecciones, sobre todo en las generales: si sólo ha sido un toque de atención a los grandes y, además, si la traducción de los resultados dentro de las circunscripciones provinciales alteraría el reparto de escaños, teniendo en cuenta que este modelo favorece al PP por el mayor peso que tienen las provincias menos pobladas (especialmente las de las dos Castillas). 

3) La bajada del PP puede estar relacionada con una llamada de atención de parte de su electorado, que ha optado bien por la abstención o bien por votar a otros grupos conservadores (UPyD, C's y Vox). Lo que parece claro es que existe un gran malestar por su acción de gobierno e incluso por la corrupción, aunque en algunas comunidades, por lo visto, ha mantenido importantes apoyos.  

La extrema derecha, dentro de los parámetros de otros países europeos, apenas ha tenido presencia electoral. No parece España por ahora un país con un euroescepticismo explícito y/o de grupos declaradamente fascistas o xenófobos.

4) La situación del PSOE puede resultar más peligrosa, porque se unen varias factores: el descontento heredado del último gobierno de Zapatero, que inició la política de recortes propulsada por la troika; los graves problemas en el liderazgo y en la propia dirección colectiva, que reflejan un problema de tránsito generacional; la falta de un proyecto político definido, viendo además el declive de la socialdemocracia en Europa; las fuertes discrepancias en el modelo territorial del estado, sobre todo en Cataluña; el fuerte descontento de los sectores del electorado más a la izquierda, que se están decantando por grupos, como IP/IU y Podemos.

5) La bajada del PSOE se ha correspondido con la subida de otros grupos: unos, situados a su izquierda, como IP/IU y sobre todo Podemos; y también hacia ERC, en el caso del PSC. El crecimiento de la izquierda, en su diversidad, refleja en todo caso el importante empuje movilizador que está llevando a cabo en distintos ámbitos: social, político, territorial...  

Tanto en IP/IU como Podemos obtienen más votos cuanto más joven es electorado. Parte del crecimiento de IP/IU se ha nutrido de votantes del PSOE, si bien el que no haya superado el 10% de los votos tiene que ver con la presencia de Podemos. Este grupo ha recibido numerosos votos del PSOE, además de abstencionistas y votantes por primera vez. Se está hablando de una mayor “frescura” en el electorado de Podemos y de ser el grupo que mejor se identifica con lo que fue el 15M y lo que son ahora las mareas sectoriales. Pese a todo, está por ver cómo se distribuye en estos dos grupos la procedencia de sus votantes, atendiendo a varias dimensiones: edad, origen social, comportamiento político anterior, etc.

6) El fuerte apoyo recibido por el soberanismo en Cataluña y el País Vasco, menor en Galicia, demuestra que el comportamiento de los grupos españolistas está beneficiando más a los grupos que lo defienden y especialmente a los que representan la postura más clara en favor de la independencia, esto es, ERC y EH Bildu.