sábado, 13 de abril de 2024

Conmemorando la República a través de 19 poetas republicanas


El 12 de abril de 1931  se celebraron unas elecciones municipales que dieron el triunfo en las capitales de provincia y las principales ciudades de país a las candidaturas de lo que se denominó como conjunción republicano-socialista frente as las monárquicas. Éstas habían ganado en los municipios agrarios y, sobre todo, donde predominaba el latifundio, donde el caciquismo campaba a sus anchas. Fracasaba, de esa manera, el intento por legitimarse planeado por las élites de lo que había sido el régimen dictatorial iniciado en 1923. A partir de ese día surgió una ola de alegría y esperanza a lo largo y ancho del país que desembocó dos días después, el 14,  en la proclamación de la República en numerosos municipios, siendo Éibar el primero en hacerlo.

Las mujeres empezaron a cobrar un protagonismo desconocido hasta entonces, abriendo una senda que supuso el reconocimiento desde una óptica feminista, de nuevos derechos civiles. Afloraron mujeres talentosas en el campo cultural (la literatura, el periodismo, la enseñanza, el ensayo, la música, el arte, la interpretación teatral…) y atrevidas en aspectos como el feminismo, las relaciones libres, la orientación sexual…. Ya en los años anteriores bastantes de ellas formaron parte de círculos en los que las perspectivas progresista y feminista iban de la mano, iniciando la disputa por el espacio público. Fue el caso de las conocidas como "Sinsombrero", algunas de las cuales están presentes en la selección de poemas que se propone: Dolores Arana, Luisa Carnés, Rosa Chacel, Ernestina Champourcín, Marga Gil Roësset, María Teresa León, Concha Méndez, Josefina de la Torre O María Zambrano. Concha Méndez y Ernestina Champourcín formaron parte de la Generación del 27, pero han permanecido ocultas entre los varones.

En su mayoría provenían de familias de clase alta o ligadas al mundo de la cultura, teniendo en común un exquisita y polifacética formación, que incluía, además de los estudios universitarios o los idiomas, lo artístico. Clemencia Miró y Josefina de la Torre, en el mundo de la música. Marga Gil Roësset y Rosa Chacel, en las artes plásticas. Precisamente la segunda se casó con el artista Timoteo Pérez Rubio, que durante la guerra fue el responsable de la custodia y el traslado de las principales obras de Museo del Prado a Suiza, ante el temor de ser destruidas por los bombardeos de la aviación fascista. Y en algunos casos hasta destacaron en la practica deportiva, como ocurrió con Concha Méndez y Anna Martínez Sagi. Sólo tres, Luisa Carnés, Lucía Sánchez Saornil y Concha Zardoya, eran de origen humilde, lo que no impidió que hiciesen todo lo posible para que la escritura estuviera entre sus dedicaciones principales. Algunas asumieron un compromiso de solidaridad con los grupos populares y sus luchas para mejorar sus condiciones de vida. María Teresa León, Luisa Carnés o María Enciso se vincularon al comunismo, Lucía Sánchez Saornil o Anna Martínez Sagi lo hicieron al anarquismo, y otras, como Rosa Chacel o  Concha Zardoya, reflejaron en sus poemas su sensibilidad social.

Los poemas que se presentan han formado parte del acto político-cultural que IU de Barbate ha organizado el día 12 abril, con el título "Poetas republicanas". Para ello ha contado con la colaboración de componentes del grupo de teatro La Aurora de Barbate, que han procedido a recitar los 19 poemas de otras tantas poetas. Por mi parte, me ha correspondido la tarea de seleccionarlas, preparar las imágenes y presentar el acto, informando sucintamente sobre cada una de las auroras y dando a entender el sentido de los poemas y las imágenes propuestas.

De su apuesta por los valores republicanos pasaron, a partir de julio de 1936, a su defensa frente al fascismo levantado en armas. Los poemas escritos durante el conflicto bélico son una muestra de lo ocurrido. Uno de ellos, el escrito por Carmen Conde, nos trae al presente de Gaza y la muerte de los niños y las niñas víctimas de los bombardeos aéreos. El triunfo de los militares sublevados hizo que durante cuatro décadas se perdieran las conquistas conseguidas. Y personalmente lo pagaron caro, porque estas mujeres sufrieron la cárcel, el exilio hacia otros países, la depuración y/u ostracismo profesional, el exilio interior, las frustraciones familiares...

Se trata de mujeres poco y/o nada reconocidas en la labor cultural que desarrollaron, y en su mayoría han sido olvidadas. Por eso es necesario sacarlas a la luz y reivindicarlas.



1. NACE UNA ESPERANZA EN UN NUEVO TIEMPO

Primavera

¡Toda la primavera dormía entre tus manos!
Iniciaste en un gesto la fiesta de las rosas
y erguiste, enajenada,
esa flecha de luz que impregna los caminos.
¡Toda la primavera!
Fervores del instante transido de capullos,
gracia tímida y leve del perfume sin rastro,
caricias que despiertan el sexo de las horas.
Brotaron de tus palmas en éxtasis gozoso
los trinos y las brisas. Y tu ademán secreto
despertó en rubores la pubertad del mundo.
¡Todo vino por ti! Porque tus manos lentas
ciñeron brevemente mi carne estremecida,
porque al rozar mi cuerpo
despertaste una flor que trae la primavera.

(Ernestina Champourcín)

(Dcha: mujeres celebrando la llegada de la República)


2. Mujeres atrevidas, transgresoras…

Mi falda de tres volantes…  

Mi falda de tres volantes
y mi blusa desprendida,
qué bien me adornan andares
y brazos del aire libre.
¡Cómo se ondea mi falda
desde el volante primero
perseguida curva eléctrica
hasta la rodilla firme!
Y mi blusa desprendida
viento y calma, sol y sombra,
cómo juega y se persigue
desde el hombro a la cintura.
¡Ay qué me gusta mirarte
espejito biselado,
cristales de las esquinas,
gafas de los estudiantes!
¡Qué bien me veo pasar
remolino de las brisas
pequeña y grande, confusa
huella blanca en el asfalto!

(Josefina de la Torre)

  
(Dcha: algunas componentes del grupo de las "Sinsombrero")

¡Bésame!...

¡Bésame!
Traga la luna
y lávate la cara.
Se enroscó mi alegría
en los flecos
de la madrugada.
¡Bésame!
Traga la luna
y lávate la cara
antes que nazca
la mañana.

(Dolores Arana)

  
(Izqda: retrato de la autora por Federico Camps; dcha: dibujo de Delhy Tejero)

Recuerdo de sombras

Sobre la blanca almohada,
más allá del deseo,
sobre la blanca noche,
sobre el blanco silencio,
sobre nosotros mismos,
las almas en su encuentro.

Sobre mi frente erguido
el exacto momento,
dices que en una sombra
vives en mi recuerdo.

Síntesis de las horas.
Tú y yo en movimiento
luchando viva a vida,
gozando cuerpo a cuerpo.

Dices que en estas sombras
vives en mi recuerdo,
Y son las mismas sombras
que están en mí viviendo.

(Concha Méndez)

  
(Dcha: retrato de Concha Méndez por Maruja Mallo)

El beso

¿Qué puñales de luna qué dardos acerados
abren mi cuerpo frío y me penetran ciegos?
¿A qué vértigos puros a qué cuencas recónditas
a qué cielos efímeros a qué vastos incendios
hechizada y demente
me conduce tu beso?
El corazón al rojo
ha marcado certero
la huella perdurable
de este minuto intenso.
Olvidar. Olvidar
todo el pasado muerto.
Sentirse florecer
el corazón y el cuerpo
y en una tierra virgen
resucitar de nuevo.
¿Qué puñales de luna qué dardos acerados
abren mi cuerpo frío y me penetran ciegos?
¿A qué vértigos puros a qué cuencas recónditas
a qué cielos efímeros a qué vastos incendios
hechizada y demente
me conduce tu beso?

(Anna María Martínez Sagi)

  
(Dcha: Elisabeth Mulder y Anna Martínez Sagi)

Perspectiva

Sobre un fondo de Trianón… No.
Siglo XX. Rascacielos. Espíritu en 
atalepsia.
New-York. La obsesión del “yo”.
Freud. Asepsia.
Nueva versión del histerismo.
Ya no hay Dama de las Camelias.
Ya todos los lagos sirven al nudismo.
Ya no tienen donde morir las Ofelias.

El corazón bien amordazado
y esposado por “policemen”.
El arte deshumanizado
y la humanidad también.
Panorama de la post-guerra.
Dólares. Cinismo. Estragos.
La banca del sentimiento cierra:
Está en suspensión de pagos.
Galería y taquilla. Sólo prestarle
importancia a la cifra y la cabeza.
Siglo XX. ¡Qué esfuerzo cuesta darle
a la vida un poquito de belleza!

(Elisabeth Mulder)

 
(Dcha: Anna Martínez Sagi lanzando jabalina)

Brindo por ti, amor…

Brindo por ti, amor.
Brindo por mi amor por ti, amor.
Brindo por las hazañas que haré, amor.
Para mostrar que mi amor es verdadero amor.

(Zenobia Camprubí)

  
(Dcha: Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez)

¡Intelijencia…!

¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
... Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas...
¡Intelijencia, tú,
dame el nombre exacto y tuyo
y suyo y mío de las cosas!

(Marga Gil Roësset)

                       
(Dcha: retrato de Zenobia Camprubí por Marga Gil Roésset)

Muerto al nacer

No aurora fue. Ni llanto. Ni un instante
bebió la luz. Sus ojos no tuvieron
color. Ni yo miré su boca tierna...

Ahora, ¿sabéis?, lo siento.
Debisteis dármelo. Yo hubiera debido
tenerle un breve tiempo entre mis brazos,
pues sólo para mí fue cierto, vivo...

¡Cuántas veces me habló, desde la entraña,
bulléndome gozoso entre los flancos!...

(Ángela Figuera)
 

 

3. MUJERES CON UNA MIRADA SOLIDARIA

Huelga en el puerto
(Teatro, fragmento)

¡Camaradas!
Que mi voz llegue a los obreros,
haga parar a todos los obreros de España,
del norte, su, del este y del oeste.
Que mi voz corra a las aldeas,
a los pobres trigales y los grandes cortijos,
despertando a sus hombres, poniéndolos de pie,
tendiéndoles la mano a los obreros rojos del puerto de Sevilla.
¡Camaradas!
Que los ferrocarriles no circulen,
que se paren los barcos, frías sus calderas,
que las ciudades teman detenidas
y los burgueses tiemblen, escondidos, mudos en los sótanos,
y revienten de angustia ante las puertas que aprisionan las cajas de los bancos.
Mirad de sangre de sus crímenes,
sangre obrera salpicando los rostros de los niños,
provocando la ira de los trabajadores, llamando a gritos a la lucha,
al frente único de todos los obreros de España,
del norte, su, del este y del oeste.
¡Huelga!
La sangre pide huelga.
¡Huelga!
¡Camaradas,
por solidaridad con los obreros rojos del puerto de Sevilla!

(María Teresa León)

  
(Dcha: imagen de la huelga del puerto de Sevilla en 1932)

Los marineros

Ellos son los que viven sin nacer a la tierra:
no les sigáis con vuestros ojos,
vuestra mirada dura, nutrida de firmezas,
cae a sus pies como impotente llanto.

Ellos son los que viven en el líquido olvido,
oyendo sólo el corazón materno que les mece,
el pulso de la calma o la borrasca
como el misterio o canto de un ámbito entrañable.

(Rosa Chacel)

  
(Dcha: marineros de Barbate)

Ritual del pan

(…)
Mas, oh pan, tu beneficio
difícilmente alcanza a las familias proletarias,
a los pastores y a los gitanos.

Tu posesión es lucha que marca
en los brazos huellas exactas.
Por ti el barrendero, el metalúrgico,
el albañil, el linotipista,
deforman sus días,
malgastan potencias y olvidan poemas.

Tu abrazo duele y tu victoria cansa.
Oh pan, tan sencillo, tan sin esfuerzo,
tan iluminado como eres,
por qué te VENDEN en los comercios,
por qué manchan tu memoria,
por qué ofenden tu miga,
los hombres burgueses que acaparan los trigos?

Por ti para sentirte desnudo
en la mesa manchada de grasa,
para que te mordisqueen los niños,
los obreros van a las cárceles.
Escucha, oh pan, este temblor subterráneo,
este ansia de ver el sol,
que se agita en los pechos trabajados.

Quieren ser cuerpos verdaderos,
hombres verdaderos,
montañas, mariposas, aire.
Quieren viajar sin aviones,
en barcos de gran tonelaje y con música.
Quieren jugar a ser pintores, poetas,
 y olvidar el aire fatal
que hasta aquí respiraron
en las fábricas de las Sociedades Anónimas.

Oh pan, álzate como un puño,
erguido, heroico, tremolante.

Elévate como un puño,
junto al puño del proletario,
levantado hasta el cielo,
para ganarte,
para reclinarte sobre un mantel limpio
que contemple las rosas del jardín,
los cuadros, el piano, las estatuas…

(Concha Zardoya)

  
(Dcha: "La sorpresa del trigo, de Maruja Mallo)

Himno de Mujeres Libres

Puño en alto mujeres de Iberia
hacia horizontes preñados de luz
por rutas ardientes,
los pies en la tierra,
la frente en lo azul.

Afirmando promesas de vida
desafiamos la tradición;
modelemos la arcilla caliente
de un mundo nacido
del dolor.

Qué el pasado se hunda en la nada.
¡Qué nos importa el ayer!
Queremos escribir de nuevo
la palabra mujer.

Adelante, mujeres del mundo,
con el puño elevado al luz.
Por rutas ardientes,
¡adelante
de cara a la luz!

(Lucía Sánchez Saornil)

  



4. MUJERES QUE MIRAN Y SUFREN LA GUERRA

¿Visteis a las palomas detenerse…?

¿Visteis a las palomas detenerse y quedar extáticas entre sus alas, a mitad del vuelo?
¿Y escuchasteis como los ríos se alzaron sobre sus rodillas, soplando raíces de árboles negros?
¿No sentisteis el dolor del trigo, como olor de senos calientes, en medio de la tarde doblada?
¡Era que morían los niños entre las bombas de los aviones, bajo los obuses de los cañones del odio!

(Carmen Conde)

  
(Dcha: cartel de denuncia de los bombardeos sobre Madrid)

Oh, tierra, abre tus brazos…

Oh, tierra, abre tus brazos
y a tu entraña vayan,
para nacer en bosques de silencio,
estos hijos que mueren en plena
sed de vida, en un ímpetu claro
de victoria.
No habrá bastantes campos
ni bastantes coronas y laureles,
para labrar sus fosas
y recoger su sangre,
todos son héroes y su angustia pura.
Las aguas llevan su dolor y quejas,
toda la España huellas
de sus pasos,
y en cada roca queda hincado
un grito, y en cada valle
un cántico.
En estas noches claras,
recostadas en ancha paz idílica,
un frenesí de muerte se derrama,
acoge, madre-tierra estos soldados
y pide a las estrellas
la eternidad de sus lejanas lágrimas.

(Clemencia Miró)

  
(Dcha: "Muerte de un miliciano", de Gerda Taro)

Dolor de carne…

Dolor de carne, entraña estremecida,
frío puñal del aire atravesado,
se ha prendido gimiendo en tus esquinas
y el rostro herido y dulce te ha besado
Silencio y soledad. El aire envuelve
el lúgubre cantar de tus heridas,
ramas de un árbol, al aire levantado,
troncos que fueron de una luz nacidos,
raíces que el dolor ha ensangrentado.
Almería del dolor y de la muerte,
nombre sencillo de todos ignorado,
una esquina del mundo, silenciosa,
viviendo su dolor triste y callado.
la florecida y andaluza playa
que sueña, el corazón enamorado.

(María Enciso)

  
(Dcha: imagen del bombardeo de Almería por la aviación alemana)

La mujer de la maleta
(cuento, fragmento)

Sólo la mujer aquella, de madera, no parecía sentir el peso de su maleta. Sus pies avanzaban rectos, su cuerpo flaco cortaba la niebla y su boca parecía obstinadamente cerrada.

Sus compañeras habían vaciado (el saco y la cesta) del pobre bagaje. Ropa y calzado cayeron sobre la carretera. Botes de leche y de carne rodaron luego hacia la cuneta… Pero la marcha seguía siendo angustiosa. Un velo helado endurecía los pies y las manos, y empapaba las pupilas.

Sólo la mujer extraña no se quejaba. Sólo su maleta estaba intacta y sus pulmones, enteros. Su pecho no jadeaba y sus hombros se erguían, mientras que en las gargantas de las otras la fatiga ponía un dogal y sus cabezas menudas iban desapareciendo entre los hombros.

(Luisa Carnés)

  
(Dcha: fragmento de una fotografía de Hazen Sise durante "la Desbandá" de Málaga en febrero de 1937)

Romanza de las  rejas

Entre este pórtico y la romanza de las rejas, hay un puente. Lo pisé en Melilla siendo una chamaca.

El primer año, solo quise morir; incrustarme en aquellas mismas piedras rezumantes de morbo. La muerte se hizo sorda.

El segundo año quise vivir, salir, abrazar, así, con fuerza, con todas mis fuerzas, con mi sangre, a mis dos pequeñas cachorrillas que seguían enronqueciendo llamándome.

El tercer año, después del consejo de guerra, fui condenada.

El cuarto año me adapté a la cárcel. Alguien me llevó libros. Recuperé mi herencia. Leí.

En el quinto año… ¿cómo fue? Sí. Un día sentí deseos de escribir. Había publicado dos novelas, de niña prodigio; artículos de prensa de Madrid y Barcelona. Era escritora, también por herencia. Lo iba  a ser, por necesidad.


  



5. LA REFLEXIÓN DE UNA PENSADORA

El agua ensimismada

El agua ensimismada
¿piensa o sueña?
El árbol que se inclina buscando sus raíces,
el horizonte,
ese fuego intocado,
¿se piensan o se sueñan?
El mármol fue ave alguna vez;
el oro, llama;
el cristal, aire o lágrima.
¿Lloran su perdido aliento?
¿Acaso son memoria de sí mismos
y detenidos se contemplan ya para siempre?
Si tú te miras, ¿qué queda?

(María Zambrano)

  
(Dcha: "Agua-ola", de Maruja Mallo)



(El acto puede verse a través del canal Onda Barbate Televisión, emitido a través de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=46XMqZZNtEs).