jueves, 9 de julio de 2020

Historia de Mix, de Max y de Mex, una fábula de Luis Sepúlveda

Hace tres meses murió Luis Sepúlveda. Sólo había leído de él un libro suyo, Un viejo que leía novelas de amor (Barcelona, Tusquets, 2000), una de sus primeras novelas -data de 1988- y quizás la más leída. Una obra de poca extensión, pero bella, muy tierna y cargada de amor a la naturaleza. 

Días pasados adquirí otra obra suya: Historia de Mix, de Max y de Mex (Barcelona, Tusquets, 2020). Me ha servido como contrapunto de otra -y que me ha defraudado enormemente-: La Sombra del Viento (Barcelona, Círculo de Lectores, 2001), de Carlos Ruiz Zafón, también muerto recientemente. 

La obra de Sepúlveda está escrita en 2012 y cuenta con la colaboración de Noemí Villamuza, autora de las ilustraciones que se intercalan con el texto y de la portada. Aunque está subtitulada como una Una novela para jóvenes de 8 a 88 años, podría considerarse como propia del género infantil-juvenil.

Es menos extensa todavía que Un viejo que leía novelas de amor, pues tan sólo tiene 89 páginas y el tamaño de la letra es grande. Pero mantiene la belleza y  la ternura. Y, además, el autor en esta ocasión sustituye el amor a la naturaleza, a través de una comunidad de indígena en el Amazonas, por el más concreto a los animales, con un gato -Mix- y un ratón -Mex- como principales protagonistas. "Me gustan los animales, pero con los gatos tengo una relación especial", escribe Sepúlveda en las palabras iniciales, añadiendo que en cierta ocasión un astrólogo chino le había dicho: "Alguna vez, en una vida pasada, fuiste un gato muy feliz". ¿Una declaración de intenciones?

Estamos, pues, ante dos animales y un joven que se va haciendo independiente. Un humano y dos animales que, en un principio, resultan instintivamente antagonistas. Un humano y un gato que son cómplices en los afectos. Un gato que acaba perdiendo la vista, pero que la recobra a través de los ojos del ratón. Todo un canto a la cooperación. A esa cualidad que, aun cuando con animales de por medio, caracteriza a nuestra especie. Porque esa cualidad ha sido la que ha permitido  que hayamos evolucionado para ir descubriendo lo que nos hace mejores o nos ayuda a conseguirlo. La cooperación frente a la competencia. Esta última, causante de las mayores atrocidades cometidas por unos seres humanos contra otros, que son mayoría, y contra la naturaleza.  

Como en todo cuento, Historia de Mix, de Max y de Mex esconde una moraleja. Y con animales de por medio, podemos concluir que os encontramos ante una fábula. Y aunque me repita: bella y tierna.