viernes, 23 de septiembre de 2016

Entre la calma y las disensiones todo sigue igual

En el PSOE Pedro Sánchez y su gente intentan lo (im)posible frente a unas baronías y una vieja guardia que se resisten poniendo piedras en el camino, lanzando advertencias y vociferando alguna amenaza. En Podemos Iglesias y su gente vuelven a tener que lidiar con Errejón y su transversalidad, ahora en alianza con tránsfugas ha de IU. En Ciudadanos, por ahora, no presentan fisuras, pero sus dirigentes cada día dicen una cosa y la contraria, lo que les hace perder crédito. IU, quizás entre la reflexión de la nueva dirigencia y la recomposición de llamazaristas y de la vieja guardia, ha estado callada, aunque ayer Garzón y su gente han lanzado el órdago de la radicalidad. El PP, en fin, se encuentra en una situación cómoda, pero también aparente: Rajoy y su gente se sienten fuertes, felices del escaso desgaste que están sufriendo, y las caras nuevas del relevo generacional esperan con algún que otro chapoteo de críticas hechas con la boca chica. Parece que vivimos un momento de calma. Mientras tanto, las cosas siguen igual. Es decir, mal.