martes, 26 de enero de 2016

El continuo suma y sigue del PP con la corrupción

Hace cuatro días tuvo que dimitir Federico Ramos de Armas, subsecretario de Presidencia y mano derecha de la vicepresidenta del gobierno Soraya Saez de Santamaría. Está involucrado en el escándalo de Acuamed, una empresa pública que presidió hasta 2013 y donde el juez Eloy Velasco está investigando el pago de una compensación de 40 millones de euros a la empresa FCC. Además se está difundiendo por algún medio de comunicación la posible participación en el escándalo de Miguel Arias Cañete, anterior ministro de Agricultura y flamante comisario europeo. 

El mismo día apareció otra noticia cuando la jueza Esperanza Collazos decidió la imputación del PP por la destrucción en 2013 de los discos duros donde se guardaban datos relevantes del caso Bárcenas. 

Y esta mañana se ha anunciado una macrorredada en Valencia relacionada con el caso Imelsa, una red creada para el cobro de comisiones ilegales procedentes de las concesiones públicas a empresas privadas. Son varias las detenciones de dirigentes y cargos públicos de miembros del PP, en algunos casos ya dimitidos, como Alfonso Rus, vicepresidente de la diputación valenciana, famoso por el episodio contando billetes procedentes de dichas comisiones. Y se habla de Rita Barberá, aforada como senadora, pero en el punto de mira. 

Lo del PP no tiene parangón, pues supone todo un cúmulo de casos de corrupción que vienen de lejos, desde sus inicios como partido cuando todavía se llamaba AP, y que se han ido extendiendo por todos los lugares y en todos los niveles de la administración pública. Se trata de un partido que se ha dado a la práctica de relaciones entre delictivas e impúdicas con las empresas privadas, y a la apropiación privada de todo tipo de mordidas, dádivas y prebendas. 


Es un partido donde todos sus tesoreros (los Naseiro, Sanchís, Bárcenas, Lapuerta...) han sido, o lo están siendo, investigados por delitos y/o prácticas irregulares. Pese a ello, Naseiro, cogido in fraganti, fue exonerado en un tribunal de justicia por defectos en la forma de recoger pruebas por parte del juez instructor. El partido de un superministro, Rodrigo Rato, al que se le atribuye ser el autor del "milagro económico",  que está ahora inmerso en varios procesos judiciales acusado de graves delitos económicos. El partido de numerosos dirigentes encarcelados por corrupción, en su mayoría con cargos en las distintas administraciones: los Jaume Matas, Francisco Granados, Carlos Fabra, Marcos Martínez... Y tantos casos todavía inmersos en procesos judiciales que pueden acabar con el mismo destino. Es el partido cuya sede central se ha pagado con dinero negro, con altos dirigentes que han sido receptores de sobres con cuantiosas cantidades de dinero negro y con campañas electorales que han sido pagadas a través de cuantiosas donaciones procedentes de las empresas beneficiarias de las concesiones públicas.

El PP está lleno de frases y anécdotas que, no por aparentemente graciosas, esconden una realidad muy negra: el "España va bien" de su primer jefe de gobierno; el "aguanta, Luis" de Rajoy a Bárcenas; lo de "los españoles son muy españoles y mucho españoles" del mismo personaje; “la indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido (…), en diferido, en forma, efectivamente, de simulación” que pronunció su secretaria general, la señora De Cospedal, en plena vorágine del escándalo del extesorero; el episodio de la "sexagenaria que ha aceptado la multa" de tráfico, expresidenta de la Comunidad de Madrid que se escapó derribando la motocicleta de un guardia municipal cuando se estaba cumplimentando el atestado; las ocurrencias de la ministra de Empleo cuando se encomendó a la virgen del Rocío con un "de la Virgen un capote siempre llega"; las recurrentes condecoraciones del ministro del Interior a la Virgen del Pilar; el deseo de "españolizar a los niños catalanes" que expresó el ministro de Educación más despreciado por la opinión pública; el "que se jodan" de la diputada Fabra; precisamente la hija de un corrupto que ya está en la cárcel, que le preguntaba a su nieto eso de "¿te gusta el aeropuerto del abuelo?" o que se vanagloriaba de las veces que le tocaba la lotería; un recurso, el de la lotería, que también utilizó el ya referido Rus... 

Es el mismo partido en el que sus dirigentes y militantes se llenan la boca de expresiones como "España", "unidad de España", "España, una gran nación", "mucho españoles"... El mismo que tiene al frente a un candidato a la presidencia del gobierno que ha declinado por ahora proponerse a la investidura en el Congreso a sabiendas que no tiene el apoyo de ningún grupo en el Congreso. El partido de un gobierno que ha llevado a buena parte de la sociedad española a un callejón sin salida retirando derechos, recortando y privatizando servicios públicos, empobreciendo a amplios sectores de la población, y que está condenando a las generaciones más jóvenes a un futuro incierto de paro y precariedad laboral.


El partido que, en fin, suma y sigue con la corrupción. 


¡Como para no quitarlo de en medio!