Ayer me llegó el mensaje: Antonio Romero había fallecido. Llevaba muchos años en la cuerda floja de la salud y, pese a ello, supo resistir. Cosa lógica en él: era un luchador. Por la vida en el amplio sentido de la palabra. Por su vida propia, como persona, pero también desde su manera de entender el mundo. Nacido en el seno de una familia humilde, característica de ese campo andaluz atestada de latifundismo, se forjó desde joven como jornalero y, casi en paralelo, como comunista. Destacó por su valentía y verbo fácil, capaz de transmitir a la gente lo que quería con claridad, optimismo y gracia. Dueño de una sonrisa cuasi permanente, a finales de los 80 y principios de los 90 era frecuente verlo en el Congreso batallando contra ese felipismo que se llenó desde el primer momento de neoliberalismo, terrorismo de estado, atlantismo y corrupción. Y fue ese felipismo el que no dudó impedir que en 1995 se convirtiera en alcalde de Málaga. Lástima, porque desde entonces el PP no ha soltado el mando de una ciudad que ha cogido una deriva al servicio de la especulación en su más sórdida expresión. Lo saludé en dos ocasiones -1999 y 2000-, la segunda de las veces con un sabor amargo por culpa de un malentendido. Pero nunca dudé de él. Por lo que hizo y por lo que quiso hacer. La estocada de la muerte le llegó temprano en su vida, lo que no impidió que hiciera todo lo posible para que se fuera retrasando lo más posible. Y es que comunista tenía que ser.
Historia, política, sociología, arte, música, geografía, literatura, pensamiento...
sábado, 30 de noviembre de 2024
viernes, 29 de noviembre de 2024
Los días 3 y 5 de diciembre participaré en Barbate en dos actos culturales de carácter histórico


La próxima semana voy a participar en dos actos culturales en Barbate, que tienen como común denominador la Historia.
El martes, 3 de diciembre, estaré entre los tres intervinientes del coloquio "La historia reciente de Barbate", organizado por el IES Trafalgar, dentro de las actividades relacionadas con la Feria del Libro.
Y el jueves, 5 de diciembre, haré lo propio en la mesa redonda de las II Jornadas de Memoria Democrática, organizadas por la Mancomunidad de La Janda, con la colaboración de la Diputación de Cádiz, y que se llevará a cabo en la Lonja Vieja.
Varios de los participantes han sido alumnos míos del instituto, lo que me llena de orgullo: Francisco Gabriel Conde, José Diego Amores y Luis Miguel Rossi.
Invito a quien lo desee a que se acerque a ambos actos. Y, por supuesto, no puedo por menos que agradecer la deferencia que han tenido conmigo quienes los han organizado.
lunes, 25 de noviembre de 2024
sábado, 23 de noviembre de 2024
Palestina. Genocidio y resistencia, de Víctor de Currea-Lugo
Ahora he acabado Palestina. Genocidio y resistencia (Tafalla, Txalaparta, 2024), cuyo autor es el colombiano Víctor de Currea-Lugo. Polifacético donde los haya, es médico, cooperante internacional, periodista, escritor, activista por los derechos humanos... En noviembre del año pasado publicó el libro Un llamado urgente por Palestina -Desde el derecho- (Colombia, Periferia Editorial, y al que se puede acceder a través del enlace), escrito en el fragor del inicio de la última ofensiva israelí contra Gaza y que antecede al que presento en esta ocasión.
De entrada, puede decirse que estamos ante un libro más, entre tantos, de denuncia del genocidio que lleva décadas perpetrando el estado de Israel con el apoyo de EEUU y sus aliados, de invocación al cumplimiento del derecho internacional y los derechos humanos, y de apoyo al pueblo palestino. En gran medida reincide sobre lo que ya sabemos y podemos ir viendo cada día, como una fuerza, llena de horror y de crueldad, que parece inexorable. Pero resulta necesario, porque ayuda a no alejarnos de lo ocurre, a mantener la conciencia, a no perder la perspectiva...
En el libro se dicen muchas cosas. Veamos algunas muestras:
"El conflicto entre Palestina e Israel no es milenario ni tampoco religioso (...). Es un conflicto mucho más actual (...). [En Israel] abogan por un Estado solo para judíos (...) y tal propósito implica dos tareas: 'limpiar' un territorio e imponer un sistema para judíos y no para ciudadanos" (pp. 60-61).
"Algunas [abuelas refugiadas] conservan las llaves originales que usaban en su casas antes de 1948. La llave es el símbolo, 'mi llave es mi casa y llevo mi casa conmigo'. Otra de las abuelas me dice: 'Tenemos aquí toda Palestina, la comida, la ropa, el idioma, el baile; todo, excepto la tierra'. Les rompe el corazón ir hasta el límite el Líbano e Israel, ver desde lejos, más allá del muro fronterizo, a la Palestina histórica, sin poder pisarla y mucho menos cultivarla" (p. 73).
"la ocupación no es un asunto exclusivamente militar, sino principalmente una dinámica que va a acompañada de un régimen en el que los colonos son beneficiarios y actores directos" (p. 92).
"Hubo una tensión entre dos narrativas: si el conflicto empezó el 7 de octubre [de 2023] versus si el conflicto lleva por lo menos 76 años. Se ha impuesto la segunda opción, lo que explica una ruptura mundial de las nociones de ''antisionismo' y 'antisemitismo'. Además de de la recuperación del contexto, se impuso la recuperación del derecho, incluido el derecho de resistencia; disminuyó el mito de que Gaza es una Palestina y Cisjordania, otra; y se aplazaron -entre tofos los sectores palestino- los debates internos al punto de que se impuso un discurso de unidad" (pp. 102-103).
"Los palestinos perdieron hace mucho tiempo el temor; los he visto enfrentarse a pecho descubierto. Ellos no renuncian a su derecho de celebrar la libertad" (p. 109).
"Esta resistencia armada ha sido considerada en la citada resolución [de la ONU, la 37/43, de 3 de diciembre de 1982] como válida en el específico caso de Palestina dentro del derecho de autodeterminación de su pueblo y afirmando que la actitud de Israel constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacional" (p. 123).
"Hacer que los palestinos busquen en el cielo la ayuda que no le dan en tierra y que se disputen unas latas de comida no es solidario, es miserable (...).Israel lo permite con sorna, sabe lo que significa agregar a la humillación de la matanza y del hambre, la humillación de la ayuda" (p. 169).
"Hay 26 resoluciones solo del Consejo de Seguridad (entre 1967 y 2002) en relación con la aplicabilidad del IV Convenio de Ginebra en Palestina; en relación con Jerusalén (entre 1948 y 1996), diecisiete resoluciones; y en relación con los asentamientos (entre 1968 y 1980), nueve resoluciones.(...) una lista incompleta de las resoluciones violadas por Israel incluye especialmente las resoluciones: 181 de 1947 (Plan de Partición), 194 de 1948 (derecho de retorno de los refugiados palestinos), 242 de 1967 y 338 de 1973 (retiro de las tropas israelíes de los territorios ocupados durante las guerras de 1967 y 1973), 34/70 de 1979 (sobre el derecho de libre autodeterminación del pueblo palestino), 43/177 de 1988 (sobre la proclamación del Estado palestino acorde con la Resolución 181), y 476 de 1980 y 1322 de 2000 (sobre la aplicación del IV Convenio de Ginebra en el caso palestino y la ilegalidad de la adquisición de tierras por amenazas o uso de la fuerza) (p. 179).
"jurídicamente hablando, lo que hay en Palestina, además de una ocupación armada con grandes extensiones y graves consecuencias en las áreas económicas y sociales, es un régimen de apartheid" (p. 194).
"En la demanda que presentó Sudáfrica contra Israel por genocidio, en la introducción del documento, sostiene: 'Los actos y omisiones de Israel [...] tienen carácter genocida porque tienen por objeto causar la destrucción de una parte sustancial del grupo nacional, racial y étnico palestino'. Sudáfrica cita la Convención contra el Genocidio, que fue impulsada en la comunidad internacional por Israel pensando en los millones de muertos, muchos de ellos judíos, en la Segunda Guerra Mundial" (p. 203).
"estamos frente a un proceso de descubrimiento de la nueva Europa, más cercana a su herencia colonial e imperial que a la de los derechos humanos" (p. 226).
"El papel de Estados Unidos es claro: por un lado, mantiene militar y económicamente a Israel y, por otro lado, gracias a su derecho de veto, evita cualquier decisión en las Naciones Unidas que siquiera cuestione el comportamiento de Israel" (p. 228).
"Israel no es ni acepta ser un estado democrático, ha defendido su carácter de Estado judío, confesional y supremacista, especialmente en los últimos años. Pero todo indica que tampoco aceptaría la creación de un Estado palestino, por pequeño que fuera. Su naturaleza expansionista y colonialista lo condiciona" (p. 252).
"Estamos ante un escenario apocalíptico: limpieza étnica, apartheid, genocidio y hambruna" (p. 259).
Y para acabar, dejo un poema del propio autor, titulado "Contiguo". Ya utilizado en otras publicaciones suyas, en el libro aparece en las primeras páginas:
Mientras
un tren avanza
como
un mamut oxidado
repleto
de migrantes,
y
un guacamayo pinta el cielo de Caracas.
Mientras
el invierno se sacude las hojas del otoño
y
se alista para vestirse de noche escandinava.
Mientras
un hombre bebe solitario en un oasis
y
una mujer lo espera fingiendo que descansa.
Mientras
el llamado a la oración se le adelanta al alba
y
los rostros miran a La Meca.
Mientras
tú lees y yo escribo,
y
tú imaginas el dolor que te imagino,
otro
niño es asesinado en Palestina.
viernes, 22 de noviembre de 2024
"Nana urgente para Palestina", una canción de Marwán
Marwan Abu-Tahoun Recio, más conocido como Marwán [Maruán], es un cantante y poeta de origen palestino. Su padre, nacido en un campo de refugiados en Cisjordania, y su madre, española, se conocieron en los años setenta cuando estudiaban en Madrid. Empezó a hacer poesía y a componer canciones desde muy joven, y con el tiempo se fue dedicando profesionalmente a la música. Nunca ha olvidado su origen y es un activista de una causa que, más que nunca, no puede olvidarse.
Invito a escuchar la canción. Y he aquí la letra:
Soporté
las cosas que nadie soporta,
las cosas que nadie soporta,
la pena del que a nadie importa
y todavía sigo en pie.
Soporté
el vientre de la artillería,
el fuego en la guardería
y todavía sigo en pie.
No puedo hacer una canción de paz
si no me puedo ni mover.
No puedo hacer una canción de paz
si no me puedo ni mover.
Soporté
el miedo atroz entre las mantas,
que todos me dieran la espalda
y todavía sigo en pie.
Recuerda bien
que no hay rumor que me defina.
Todos me llaman Palestina
y todavía sigo en pie.
Post data
A través de UMRWA España pueden escucharse más canciones de Marwán y, por supuesto, también se puede hacer una donación, para que sirva de ayuda al pueblo palestino y en especial a quienes de Gaza viven y/o sufren el asedio y genocidio llevado a cabo por el estado de Israel.
domingo, 17 de noviembre de 2024
MORIA, una obra de teatro que denuncia las respuestas (inhumanas) ante las migraciones
Teatro Moderno de Chiclana: MORIA, una obra de teatro puesta en escena por la compañía canaria Unahoramenos Producciones, con texto y dirección de Mario Vega, e interpretada por Marta Viera y Andrea Zoghbi.
Estamos en una tienda de campaña. Hemos entramos descalzos. En cierta medida, la situación resulta claustrofóbica. Vemos imágenes reales en 360º. Y, claro está, dos personajes. Dos mujeres: una, de Irak; la otra, de Afganistán. Dos refugiadas que nos cuentan sus historias. Sus vidas. Sus viajes. Sus sufrimientos. Sus sueños. Una hora escuchando, contemplando, reflexionando, intentando comprender. Vemos cómo preparan un kebab, se enseñan fotos familiares, preparan sus camas, comparten un té, se limpian, rezan... Son testigos de las voces de la violación de una niña. Y una de ellas le confiesa a la otra que también fue violada por un policía. Hablan, confraternizan, se apoyan entre sí... Y llega el incendio y huyen.
Los días 9 y 10 de septiembre de ese año el campamento sufrió un pavoroso incendio. Fueron muchas las personas que intentaron huir. Se sabe que el ejército, la policía y grupos de extrema derecha trataron de impedir que se esparcieran por la isla.
Para Amnistía Internacional lo ocurrido fue: "Un colapso,
símbolo de la respuesta ineficaz de la UE ante el desafío migratorio, rodeado
de alambradas en el que las personas hacinadas tienen que hacer cola para
asearse, comer o pedir documentos. Un lugar de pesadilla, un laberinto de
callejones colmatado de basura, barro y desperdicios".
Lo que vimos en la obra de ayer, dentro de "una
experiencia inmersiva de teatro-documento", fue "una denuncia social". Estamos, por tanto, ante los derechos humanos.
sábado, 16 de noviembre de 2024
Celeste Caeiro, la mujer de los claveles rojos (y un poema para recordarla)
En 1999 la poeta alentejana Rosa Guerreiro Dias le dedicó un poema: “Celeste em flor”. Ahora lo reproduzco y se lo dedico a la heroína popular para seguir recordándola.
Para ti Celeste em flor,
Esta pequena homenagem feita
por uma poetisa popular alentejana.
Rosa Guerreiro Dias
25 de Abril de 1999.
Tu foste de palmo e meio
de voz doce e olhar brilhante.
Falas hoje sem receio
desse momento importante.
Foste o vaso, foste a terra
onde o craveiro aflorou.
E assim amainaste a guerra,
a guerra que não sangrou.
Com um molho de cravos na mão
ndaste p’la Baixa à toa
sem saber da revolução
que se passava em Lisboa.
À Rua do Carmo chegaste,
viste soldados armados.
Mas tu não te atrapalhaste
deste Cravos Encarnados.
Deste um cravo a cada mão
mais nada tinhas p’ra dar
e o tropa com emoção
na espingarda o foi espetar.
Com este gesto, mulher
trouxeste ao país Glória.
Não és uma mulher qualquer
nem qualquer uma entra p’rá História.
És somente portuguesa
uma mulher em tantas mil
mas irás ser com certeza
mulher dos cravos de Abril.
[Tenías una pulgada y media
con una voz dulce y ojos brillantes.
Hoy hablas sin miedo
de ese importante momento.
Eras el recipiente, eras la tierra
donde surgió el clavel.
Y de esa manera aliviaste la guerra,
la guerra que no sangró.
Con un manojo de claveles en la mano
caminaste por la Baixa como si nada,
sin saber de la revolución
que tuvo lugar en Lisboa.
Llegaste a la Rua do Carmo,
viste soldados armados.
Pero no te interpusiste en el camino
de esos Claveles Rojos.
Pusiste en cada mano un clavel,
pues no tenías nada más para dar,
y cada soldado con emoción
lo colocó sobre su fusil.
Con este gesto, mujer,
trajiste Gloria al país.
No eres una mujer cualquiera,
pues cualquiera no pasa a la Historia.
Eres solo una portuguesa,
una mujer entre tantas miles,
pero definitivamente lo estarás
como la mujer de los claveles
de Abril].
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