jueves, 21 de junio de 2018

Xenofobia, fascismo, genocidio...


































Donald Trump, Viktor Erdogán, Mateo Salvini... El primero, presidente de la primera potencia mundial; el segundo, primer ministro de un pequeño país de la Europa central; el tercero, ministro de Interior de la primera economía mediterránea... Impulsores, por ese orden, de un muro que sigue creciendo, de unas jaulas que encierran a menores...; de una ley que prohíbe ayudar a las personas que piden refugio...; de medidas que impiden que lleguen personas inmigrantes a las costas de sus país, aunque eso conlleve que el mar acabe devorándolas... Como común denominador: la xenofobia y el racismo. La antesala del fascismo. También, del 
genocidio. Bueno, tienen más cosas en común, pero estos días están de actualidad porque su insensibilidad humana hacia quienes huyen del horror o de la miseria está alcanzando cotas cada vez más altas. Hablan de seguridad, de que "aquí no llegarán", de carne humana... Habrá que recordar aquello del Martin Niemöller, cuando concluía que "Cuando finalmente vinieron a por mí, /no había nadie más que pudiera protestar".