jueves, 2 de marzo de 2017

Oliver Stone se atreve con el problema de Ucrania

He visto bastantes películas de Oliver Stone. De ficción (Salvador, Platoon, Wall Street, Nacido el 4 de julio, JFK: caso abierto...), documentales (La historia no contada de los Estados Unidos) e incluso en forma de entrevista a algún personaje relevante (Comandante, Mi amigo Hugo). Me resulta un director interesante y, ante todo, muy atrevido. Por los temas que trata y por la forma que tiene de abordarlos, al margen de lo establecido y, en mayor medida, siendo de donde es. 

El otro día he visto lo que creo que es su último trabajo: Ucrania en llamas. Se hace en él una narración de lo que está ocurriendo en Ucrania durante los últimos años, aparecen varias entrevistas a personajes de relieve de la actualidad y se completa con imágenes de los medios de comunicación actuales y de archivos documentales de la Segunda Guerra Mundial. Aparecen dirigentes políticos como el presidente ruso Vladimir Putin, el expresidente ucraniano Viktor Yanukovich y el presidente de la República de Donetsk, Aleksander Zajarchenko. Pero es quizás la presencia del periodista Robert Parry la que sobresalga en mayor medida. Conocedor profundo de la política exterior de los años ochenta, no deja de lanzar dardos contra la estructura de poder de su país. 

Se trata de una película muy atrevida, quizás controvertida, pero única por lo que hasta ahora hemos visto y oído a través de los grandes medios de comunicación. Stone pone al descubierto el papel que ha jugado, y lo sigue haciendo, EEUU. La complicidad de los países de la UE. La relación existente con las distintas "revoluciones de colores" inventadas por la CIA y los grandes poderes de EEUU. Los vínculos entre el movimiento fascista ucraniano habido durante la Segunda Guerra Mundial y los grupos que existen en la actualidad. Las provocaciones e instigaciones habidas para precipitar acontecimientos. La permanente manipulación informativa...

En fin, mejor verlo y luego sacar las conclusiones pertinentes. Que no son pocas.