Hoy un juez belga ha denegado la extradición del rapero Valtónyc, condenado en su día a tres años y medio de cárcel por unos tuits que fueron considerados por la Audiencia Nacional como un triple delito: enaltecimiento del terrorismo, injurias a la corona y amenazas. La resolución ha sido clara, denegándose que, siguiendo la legislación belga, no concurren tales delitos.
Dos casos más de los tantos que llevamos sufriendo contrarios a la libertad de expresión. El segundo, con una nueva llamada de atención desde la justicia de otros países europeos.