sábado, 29 de abril de 2023

Capri, la isla favorita de emperadores romanos a artistas y literatos


La isla de Capri ha tenido un hueco en la historia desde tiempos lejanos. Ganó relevancia hace dos milenios cuando se convirtió en lugar de estancia, y hasta de residencia, de personajes de primer orden del Imperio Romano. Su fundador, Augusto, la visitó con frecuencia y su sucesor, Tiberio, llegó a hacer de ella el centro neurálgico de su mandato. Fueron pasando los siglos y su ubicación favoreció que monarcas y nobles hicieran de ella uno de sus lugares preferidos. Pero ha sido desde hace siglo y medio cuando Capri ha recuperado ese lugar preferente, en este caso porque, junto a la presencia ancestral de magnates de toda índole, fue acogiendo a gentes del mundo de las artes plásticas, la literatura o la música. 


Mi reciente visita de la isla estuvo marcada por una circunstancia: la lluvia que nos acompañó y que llevaba unos días persiguiéndonos. Pese a ello, en el caso de Capri eso no nos impidió que pudiéramos pasear por sus calles, tanto las de la propia localidad matriz como las de Anacapri, más elevada en altitud. Fui percibiendo, entre paisajes impresionantes que iban apareciendo sin cesar, lugares, entre otros, como la Plaza del Reloj, la iglesia de Santo Stefano, la Cartuja de San Giacomo, la villa Krupp o la villa de San Michele, esta última en Anacapri. 


De una manera un tanto distraída, no me preocupé de documentarme sobre algo que ya conocía: la estancia en la isla, a principios del siglo XX, de Maxim Gorki. En mi juventud fue uno de mis novelistas de referencia, gracias a la lectura que hice, cuasi devorándolos, de libros como La madre o Caminando por el mundo. Pero fue por la tarde, ya en la habitación del hotel donde pernoctamos en Sorrento, cuando me dediqué a buscar información sobre la estancia del escritor ruso en la isla, que, concretamente, se dio entre los años 1906 y 1913. Su llegada tuvo que ver con dos razones: de salud, pues la tuberculosis se estaba empezando a cebar con él, y propiamente políticas, teniendo en cuenta su vinculación al movimiento  revolucionario dentro de la facción bolchevique de la socialdemocracia rusa. 


Uno de los lugares que visitamos fue la villa, en las cercanías de la Cartuja, que durante los años veinte, tras la Gran Guerra, adquirió Gustav Krupp, magnate de la industria pesada alemana y uno de los financiadores del partido nazi. Y hete aquí que, sin saberlo, fue la villa, conocida con anterioridad como villa Picola,  donde estuvo residiendo Gorki entre 1906 y 1913, y donde, entre las numerosas visitas que recibió, estuvieron las de Lenin, con quien disputó fervorosas partidas de ajedrez. 


Actualmente existe un jardín, embellecido a base de flores y algunas esculturas, entre las que resalta una "Afrodita" instalada en 1997, obra de Semiramis Zorlú. Y fue en ese mismo escenario donde nos recreamos haciendo fotografías en grupo, si no para pasar a la posteridad, al menos para disfrutar de unos momentos entrañables y bonitos con los que de vez en cuando podemos ir recordando lo vivido. 

Nápoles y la leyenda homérica sobre Odiseo y Parténope


En Nápoles gusta contar leyendas acerca de sus orígenes ancestrales. El nombre actual de la ciudad, Nápoli en italiano (y también en napolitano), deriva de la palabra griega Neápolis (es decir, Nueva Polis), pero, escudriñando en su pasado, la cosa se hace divertida. Vayamos a ello.


Se cuenta en La Odisea de Homero que Odiseo (el Ulises latino), una vez que se había puesto fin a la guerra de Troya, durante su regreso accidentado a la isla de Ítaca se encontró con la diosa Circe cuando navegaba por las costas del golfo de Nápoles y la península de Sorrento. El motivo fue la advertencia que le hizo al héroe griego sobre el peligro que corría él y sus tripulantes de ser embaucados por las sirenas que habitaban en las proximidades: 

"Encontrarás primero a las sirenas, que encantan a todos los hombres que se le aproximan; pero está perdido aquel que, imprudentemente, escuche su canto, pues jamás ni su mujer ni sus hijos volverán a verlo en su morada ni a regocijarse con su vuelta. Las sirenas le hechizan con su canto armonioso, reclinadas en una pradera al lado de un enorme montón de osamentas de hombres y de pieles en putrefacción. Navega rápidamente al otro lado y tapa los oídos de tus compañeros con cera blanda, para evitar que alguno las oiga. En cuanto a ti, escúchalas, si te place, pero que tus compañeros te aten con cuerdas por los pies y por las manos en el palo mayor de la nave, antes de que escuches con gran delicia las voz de las sirenas. Y si suplicas y ordenas a tus compañeros que te desaten, que redoblen aún más las ligaduras".


El duelo entre los marinos y las sirenas se saldó con la victoria de los primeros, pero tuvo una gran perdedora: la sirena Parténope, que vio cómo Odiseo/Ulises resistió a todos sus encantos, lo que la llevó a la orilla de una de las playas, donde murió junto a sus compañeras. 

En algunos casos las leyendas napolitanas sitúan el escenario del duelo victorioso de Odiseo/Ulises en las actuales islas Li Galli, al sur de la península Sorrentina. También se cuenta que fue en una de las colinas del golfo napolitano, la de Pizzofalcone (la misma que da nombre a una novela de Maurizio de Giovanni, de la que hemos podido ver recientemente un serial televisivo), donde los lugareños fundaron la ciudad de Parténope en el siglo -VII, que dos siglos después pasó a denominarse como Neápolis.

viernes, 28 de abril de 2023

Amalfi o lo que nos queda de lo que fue una ciudad próspera


La visita a Amalfi tenia para mí un regusto especial, porque me llevaba a mis recuerdos de estudiante hace más de cuatro décadas. Fue en aquellos años, a finales de los setenta, cuando supe por primera vez de la existencia de esa ciudad y, como sorpresa, que llegara a rivalizar con otras ciudades comerciales de la península Itálica, caso de Venecia, Génova y Pisa. Como se refirió en su día el historiador francés Georges Duby, si la famosa ciudad del Adriático se vio favorecida por la protección que le ofrecían las lagunas donde estaba ubicada, para Amalfi lo fue por "los precipicios infranqueables" que la rodeaban. 


Su momento de esplendor lo tuvo entre los siglos IX y XI, aprovechando una circunstancia nada desdeñable: su cercanía a Constantinopla, capital del imperio Bizantino, a las costas norteafricanas y asiáticas, donde la presencia árabe-musulmana se había consolidado, e incluso a los primigenios lugares santos del mundo cristiano, con Jerusalén a la cabeza. Y es que: "En ningún otro lugar de la cristiandad latina fue llevada tan lejos la especialización en las actividades comerciales como en esta playa encerrada entre el mar y las rocas". Si con la dominación normanda de la ciudad, a finales del siglo XI, se inició el declive, varias décadas después, ya con el saqueo llevado a cabo por las naves pisanas, se puso fin al esplendor de tres siglos.


El paisaje espectacular que discurre por la costa amalfitana, desde la península Sorrentina hasta Salerno, es lo que pudimos ver y disfrutar hace unos días. Y la estancia en Amalfi, pese a ser corta y centrada especialmente en la visita de la catedral, resultó gratificante. Con el duomo estamos ante un edificio -en realidad, varios- donde se funden los estilos, que, a su vez, le confieren de una personalidad sui generis y en la que el influjo oriental está muy presente. Así, entre lo más lejano en el tiempo, lo románico y lo gótico se mezclan con lo bizantino, lo árabe y lo normando; y, ya más reciente, lo renacentista y lo barroco de los siglos XVI al XVIII enlaza con la remodelación neogótica llevada a cabo en el siglo XIX. Pudiendo parecer un pastiche de mal gusto, nos encontramos ante un edificio donde podemos ir descubriendo las capas artísticas que se fueron superponiendo con el paso del tiempo, a la par de lo que fue el devenir propio de la ciudad.


Lo que inicialmente fueron dos basílicas contiguas de tres naves cada una, construidas, respectivamente, en los siglos IX y XI, acabaron fundiéndose en el XIII en una sola de cinco naves. Fue cuando el sincretismo oriental y occidental se armonizó sin estridencias, que se conserva de una manera especial en lo que fue la basílica más antigua y en el claustro del siglo XIII, llamado del Paraíso para enfatizar lo que esos espacios han simbolizado siempre.

 
   

Desde el XVI, ya como catedral, se dio paso a un claro predominio de los estilos cristiano-occidentales, destacando, de un lado, el clasicismo en la cripta de San Andrés (con unas pinturas propias del barroco clasicista napolitano) y, de  otro lado, el barroco más severo de una nave central que tiene su techumbre plana. 


Y llegado el siglo XIX, en pleno apogeo de la estética de los neos, antes de que la nueva arquitectura del hierro y el hormigón cogiera el relevo, el arquitecto Errico Alvino dotó a la fachada de la catedral, entre el gusto romántico y la nostalgia del pasado, de los estilos que le habían dado vida bastantes siglos atrás. Y es que, volviendo a Duby, la prosperidad de Amalfi "se había basado en una situación política excepcional, que autorizaba a los amalfitanos a traficar libremente con los infieles".

 

jueves, 27 de abril de 2023

El Heracles/Hércules del Museo Arqueológico de Nápoles


El Museo Arqueológico de Nápoles ha sido la primera de las visitas que hemos hecho en el reciente viaje a esa ciudad italiana y sus alrededores -con AGAJUDO: ¡qué gran familia!-. Allí me topé con varias obras conocidas y otras tantas que me dejaron, una vez más, sorprendido. 
 
Conocemos buena parte de las esculturas de la Grecia Antigua gracias a las copias posteriores que se hicieron, sobre todo durante la época de la dominación romana. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el "Heracles" (el Hércules romano ) de Lisipo, realizada en bronce durante la segunda mitad del siglo -IV, varias de cuyas reproducciones se reparten por diferentes museos. 

Una de ellas, hecha en mármol, se encuentra en el Museo Arqueológico napolitano, siendo conocida con el apelativo de "Hércules Farnesio", dado que desde mediados del siglo XVI formó parte de la colección de esa famosa familia romana de los Farnesio. La copia, según se dice, es obra del escultor ateniense Glykon y fue realizada en el siglo II. Su suerte, como la de tantas obras, acabó siendo la desaparición, cuando no la destrucción. Siglos después, a medidos del XVI, lo que se encontró -se fue encontrando, en realidad- entre las ruinas de Roma, fueron sus diferentes partes: cuerpo, cabeza y piernas. La obra fue sometida a la intervención de un discípulo de Miguel Ángel, Guglielmo della Porta, quien le añadió la mano y el antebrazo izquierdos perdidos, e incluso, provisionalmente, las piernas, hasta que fueron recuperadas las originales. Tras diversos avatares, la escultura acabó recalando en Nápoles, después que Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V y madre de Carlos III, decidiera trasladar el  tesoro familiar de obras clásicas desde Roma hasta la ciudad meridional italiana. 

El Heracles/Hércules que concibió Lisipo guarda los atributos propios de un personaje dotado de una fuerza descomunal, pero está, en cierta medida, alejado de la delicadeza con la que trató otras obras, como el "Apoxiomeno", "Agias" o la "Venus de Capua". Pese a ser hijo de Zeus e inmortal, Lisipo quiso que el mito pareciera un ser humano, por lo que, lejos de disimularla, resaltó la masa muscular que lo hacía invencible.

La figura mítica de Heracles/Hércules se encuentra entre las más conocidas de la Antigüedad clásica y tiene un hueco en las leyendas que hacen de la península Ibérica y, más concretamente, Andalucía, uno de los lugares preferidos. Hace unos meses, tras el viaje que hicimos a Grecia -también con AGAJUDO-, le dediqué una entrada, aprovechando la vista al Museo de Olimpia, en una de cuyas obras aparecía nuestro personaje: "La metopa del templo de Zeus en Olimpia dedicada al Jardín de las Hespérides"

Y para no irnos muy lejos, Sevilla le tiene reservado un lugar: la Alameda de Hércules. En su entrada se encuentran dos columnas, estando en la de la izquierda la del héroe greco-romano. En este caso, obra de Diego Pesquera, que a finales del siglo XVI se inspiró, para rendirle homenaje, en la escultura hallada años antes entre las ruinas de Roma.

     

martes, 25 de abril de 2023

Que siga el 25 de abril en la memoria


Son varias la ocasiones que he visitado Grândola, a la que calificó José Afonso como "vila morena". José Afonso, el músico y poeta de Coimbra al que se le conoció también como Zeca. Y Grândola, ese pequeño municipio alentejano que inspiró su más conocida canción. El símbolo de una revolución incruenta que se llevó por delante una dictadura de cuatro décadas. Pasear por sus calles siempre aporta alguna novedad, mientras permanece el muro de azulejos que mantiene la memoria de lo ocurrido en abril de 1974. Hace un lustro dediqué una breve entrada sobre lo que motivó a su autor para componerlaY para mi hermana, la canción con su letra:

Grândola, vila morena,
terra da fraternidade.
O povo é quem mais ordena
dentro de ti, ó cidade.

Dentro de ti, ó cidade,
o povo é quem mais ordena.
Terra da fraternidade,
Grândola, vila morena.

Em cada esquina, um amigo,
em cada rosto, igualdade.
Grândola, vila morena,
terra da fraternidade.

Terra da fraternidade,
Grândola, vila morena,
em cada rosto, igualdade.
O povo é quem mais ordena.

À sombra duma azinheira
que já não sabia a idade
jurei ter por companheira,
Grândola, a tua vontade.

Grândola, a tua vontade
jurei ter por companheira
a sombra duma azinheira
que já não sabia a idade.

(Grândola, villa morena, / tierra de fraternidad. / El pueblo es quien más ordena / dentro de ti, oh ciudad. // Dentro de ti, oh ciudad, / el pueblo es quien más ordena. // Tierra de fraternidad, / Grândola, villa morena. // En cada esquina, un amigo. / En cada rostro,  igualdad. / Grândola, villa morena, / tierra de fraternidad. // Tierra de fraternidad, / Grândola, villa morena. / En cada rostro, igualdad. / El pueblo es quien más ordena. // A la sombra de una encina / que ya no sabía su edad, / juré tener por compañera, / Grândola, tu voluntad. // Grândola, tu voluntad / juré tener por compañera, / a la sombra de una encina / que ya no sabía su edad).

 

lunes, 24 de abril de 2023

Lola y su retrato de Federico García Lorca nacido en las calles de Trebujena

   

Estuvimos ayer en Trebujena, donde ha tenido lugar el Trebufestival de música callejera, que ha estado complementado con otras actividades, como la artesanía, la gastronomía o la pintura, sin que haya faltado la presencia del mosto trebujenero. Dentro de un ambiente extraordinario, con numerosas gentes de diversas procedencias y en medio de unas calles engalanadas con banderines y pancartas, encontré a Lola, una joven artista sevillana que estaba en pleno proceso de creación y, más concretamente, se encontraba pintando un retrato de Federico García Lorca. Gracias a su generosidad, tuve la suerte de poder captar con mi cámara de fotos uno de los momentos de su labor, que, como puede verse en las imágenes, llama la atención por su buen hacer. Hace unos años ya me referí al espacio propio que el literato granadino tiene en la localidad, gracias a la escultura de Augusto Arana que en su día se instaló en la céntrica plaza que lleva también su nombre. Trebujena y García Lorca, pues, siguen unidos por la cultura.

Post scriptum

Al poco de enviarle el enlace de la entrada, mi amiga María José me respondió con unos versos del propio Federico. Forman el poema “Al oído de una muchacha”.  Dicen así:

No quise.
No quise decirte nada.

Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada.


 

viernes, 21 de abril de 2023

Fue un 20 de abril (lo de Julián Grimau)


(Un recuerdo de mayo de 1963: 
mi hermano y yo, mandil en mano, toreando,
y mi madre, con la voz entrecortada, 
anunciándonos la muerte del Papa Bueno).

Supe del crimen a través de un poema
y, en tantas veces que lo leí,
me reía de ese general con “la letra muy bonita”.  
Supe del crimen a través de una canción
y fueron muchas las veces que la cantamos,
llevando "la pena dentro del cuerpo".
A Julián se lo llevaron,
lo torturaron,
lo asesinaron,
mientras el silencio sonaba con amargura.
Han pasado 60 años, pero sigue aquí,
en el recuerdo,
en nuestra memoria,
con su gente.
Y seguirá estando.

viernes, 14 de abril de 2023

Antonio Machado y José Miranda de Sardi, y la llegada de la II República

Mi amigo Paco Malia me ha envido un escrito breve dedicado a dos poetas y su celebración del advenimiento de la Segunda República el 14 de abril de 1931. Uno, Antonio Machado y el otro, el chipionero José Miranda de Sardi. Del primero, poco más podemos decir, pues por aquellos años se encontraba en la cumbre de su obra literaria. Del segundo, chipionero de nacimiento, estamos ante un humilde periodista y poeta aficionado que acababa de llegar a Tarifa, después de haber residido en Barbate desde 1923. Vinculado al movimiento libertario de Chipiona en sus años jóvenes, la acusación de pertenecer a los grupos de acción de la CNT, motivo por el que fue detenido, hizo que acabara recalando en la localidad marinera gaditana, acogido por un familiar. Con el tiempo, todavía en Barbate, fue evolucionando en lo político con acercamiento al socialismo, hasta el punto que en Tarifa estuvo entre los fundadores de la agrupación del PSOE. Años más tarde, ya en Cádiz, siguió con su evolución política y en 1934 acabó recalando en el Partido Sindicalista, siendo en 1936 concejal del Ayuntamiento. Don Antonio moriría en el exilio, en Colliure, en febrero. Y Miranda de Sardi, en el verano de1936, fusilado. 

He aquí lo que nos cuenta Paco Malia de lo sucedido en ese día histórico del mes de abril.


Dos poetas reciben con los brazos abiertos a la II República

Hoy con motivo del 92 aniversario de la proclamación de la II República recordamos cómo recibieron su llegada dos poetas muy nuestros: Antonio Machado y José Miranda de Sardi.  El primero, un 14 de abril de 1931 desde el balcón del Ayuntamiento de Segovia y el segundo el día 15 desde el balcón del Ayuntamiento de Tarifa.


En un manuscrito escrito probablemente en Rocafort, en su periplo hacia el exilio, en abril de 1937, don Antonio recordaba:

“El 14 abril en Segovia.

Era un hermoso día de sol. Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros llegaba, al fin, la segunda y gloriosa República Española. ¿Venía del brazo de la primavera? La canción infantil que yo oía cantar, o soñé que se cantaba en aquellas horas, lo decía de este modo:

La primavera ha venido
del brazo de un capitán.
Cantad, niñas en coro:
¡Viva Fermín Galán!

Florecía la sangre de los héroes de Jaca, enterrados bajo las nieves del invierno y el nombre abrileño del capitán muerto era evocado por la canción infantil como un fantasma de primavera

La primavera ha venido
y don Alfonso se va.
Muchos duques lo acompañan
hasta cerca de la mar.
Las cigüeñas de las torres
quisieron verlo embarcar.

Fue un día profundamente alegre -muchos que éramos viejos no recordábamos otro más alegre-, un día maravilloso en que la naturaleza y la historia parecían fundirse para vibrar juntas en el alma de los poetas y en los labios de los niños.

Mi amigo Antonio Ballesteros y yo izamos en el Ayuntamiento la bandera tricolor. Se cantó la Marsellesa; sonaron los compases del Himno de Riego. La Internacional no había sonado todavía. Era muy legítimo nuestro regocijo. La República había venido por sus cabales, de un modo perfecto, como resultado de unas elecciones. Todo un régimen caía sin sangre, para asombro del mundo. Ni siquiera el crimen profético de un loco, que hubiera eliminado a un traidor, turbó la faz de aquellas horas. La República salía de las urnas acabada y perfecta, como Minerva de la cabeza de Júpiter".


Por otra parte, mucho más al sur, en Tarifa la República se proclama oficialmente un día después, el 15 de abril a las doce de la mañana. Se izó la bandera tricolor desde la balcón principal del Ayuntamiento 

“entre las aclamaciones delirantes de la multitud que ahogaba las palabras con que el alcalde José Utrera Martínez anunció el advenimiento del nuevo régimen”. 

Hicieron uso de la palabra  don José Miranda de Sardi, Amador Mora Rojas y Juan Pérez Fernández.

Ignoramos las palabras que pronunciaron. No obstante, Miranda de Sardi recoge este júbilo en una de sus Coplas al Viento, del número 6 del periódico local El Progreso”. Tampoco sabemos si fue leída desde el balcón del ayuntamiento tarifeño, pero son así:
 
Fuego en las pasiones,
fulgencia del sol,
día esplendoroso
del pueblo español;
lucha ciudadana,
batalla civil,
fecundo y glorioso
catorce de abril,
que en Jaca irradiaste
tu primer albor,
siendo a un tiempo mismo
gemido y clamor.
Roja fue tu aurora
y rojo tu afán;
la sangre de Hernández
y Fermín Galán
matizó de grana
tu naciente luz,
eres, día catorce,
redención y cruz.
Tu breve reinado,
todo claridad
encendió la tea
de la libertad,
que ha de alumbrar siempre
como un nuevo sol
los vastos confines
del pueblo español.
por eso el coplero
humilde y vulgar
quiere en este día
tu gloria cantar,
poniendo en sus versos
emoción viril,
glorioso y fecundo
catorce de abril. 
 
Poco después de la proclamación de la II República organizado por el Comité ejecutivo del partido republicano tarifeño, tuvo lugar en el Salón Medina y posterior Cine Alameda un banquete popular en honor del teniente de carabineros Sr. Galán, hermano del infortunado capitán Fermín Galán fusilado con motivo de los sucesos de Jaca, al que asistió, junto a otros destacados políticos, el periodista José Miranda de Sardi.

La cultura indudablemente estuvo con la II República, una  forma de gobierno más acorde con la democracia, la justicia y el sentido común. La  presencia de estos dos poetas tan nuestros así lo demuestran. Y es muy probable que escenas como éstas se repitieran en otras ciudades de España. En las vísperas de su 92 aniversario, nos queda hacernos esta pregunta: ¿qué poetas recibirán a la III República desde el balcón del ayuntamiento de sus pueblos? Mucho me temo que mis ojos no lo verán. O, a lo mejor, sí. 

Francisco Malia Sánchez

lunes, 10 de abril de 2023

La Virgen del Rocío, en medio del humor, la libertad de expresión y el laicismo

Hace diez años fue prohibida en Écija (Sevilla) la obra de teatro Estrella sublime, representada por el grupo Bastarda Española y que tenía a la Virgen del Rocío como protagonista principal. Como escribí en la entrada que le dediqué, a lo largo de la obra "se desarrolla un diálogo rico y cargado de humor, en el que se pone al descubierto la situación de las mujeres e incluso la percepción hipócrita de quienes hacen del culto a la Virgen una forma de alienación religiosa". Hace unos días ha saltado la polémica por un gag, emitido a través de TV3, en el que se hace una parodia sobre el mismo personaje. Algo que, por cierto, ya hicieron en otra ocasión con la Virgen de Montserrat. Entre las reacciones contrarias está la del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, que ha pedido disculpas públicas a la cadena por lo que considera que es una ofensa a las creencias religiosas y a la cultura andaluza. A él se ha unido un coro de periodistas, políticos y demás, en el que ha participado también la propia Teresa Rodríguez. Si en 2013 fueron un concejal del Partido Andalucista y el alcalde del PP quienes tomaron la decisión de prohibir la obra de teatro antes referida (es cierto que después, ante las críticas recibidas, tuvieron que echarse atrás), ahora, en vísperas de una cadena de elecciones sucesivas, nos encontramos de nuevo con la derechona lanzada al ataque. El anticatalanismo y la euforia de la Semana Santa venden mucho en Andalucía. ¿Para qué eso de la libertad de expresión? ¿Para qué eso de un estado laico? ¡Ay!  

viernes, 7 de abril de 2023

Aquel soplido mortal


A José y sus compañeros de infortunio

Llevamos días de levante.
Ese viento que tanto exaspera.
Han pasado los años –quince, camino de uno más-
desde aquel soplido mortal
que se llevó para siempre a ocho marineros.
Tres quedaron en las profundidades del mar
para pasto de sus habitantes
y, por ello, para horror infinito de sus familiares.

Yo conozco a uno de los supervivientes.
Supe que se libró de la  muerte desde el primer momento
y, como un azar del destino,
me topé con él, muy de mañana,
cuando -como si casi nada hubiera pasado-
se acercaba a visitar al médico.
Me fijé en su rostro,
que me pareció pálido,
y hasta sentí el contacto de sus manos,
que las tenía frías.
Y, pese a todo, mantenía el semblante sereno.

Hablamos.
Y me contó de su combate feroz a vida o muerte.
Y de su intento por salvar a un compañero,
de su impotencia -agarrado a sus manos-
cuando flaqueó por agotamiento.
Y de su afán por no rendirse
cuando se sumergió en el agua
hasta encontrar la luz del sol…

Han pasado los años –quince, camino de uno más-
y todavía me acuerdo de aquel soplido mortal,
del  horror sufrido por los que perecieron,
de la frialdad de la mano del superviviente
y de su semblante sereno.
Y me rindo ante la robustez
de quienes se juegan la vida
mirando de cara a la muerte.

Los restos de un cadáver marino


Yacían, tendidos, sobre la arena de la playa,
escoltados entre rocas y las huellas de algún perro.
No pertenecieron a un barco,
acostumbrado a forcejear con el poderoso mar.
Eran los de una humilde boya que instalaron en la cercanía.
Aún permanecen atados al metal incrustado en el hormigón
y en su extremo se adivina su pelaje,
que nos recuerda la cola de un habitante de las profundidades.
Quién sabe si los arrancaron del cordaje que se alejaba mar adentro,
si los abandonaron en el silencio de una noche
y si los olvidaron, para siempre, en el paso de los días.
Parecen zaheridos por la inclemente sal marina.
Se han convertido en los restos de un cadáver marino.

domingo, 2 de abril de 2023

Yolanda Díaz anuncia públicamente su candidatura al frente de Sumar

He seguido la parte final del acto de presentación de la candidatura de Yolanda Díaz al frente de Sumar y, claro está, no me he perdido su intervención. Lo he hecho con atención. En el acto no ha habido sorpresas: mucha gente, muchos apoyos de grupos políticos y la sonada ausencia de la dirigencia estatal de Podemos. Tampoco las ha habido en su discurso, porque se ha caracterizado en fondo, forma y tono a lo que es su costumbre. Sobre lo primero, ya tuvo como preámbulo lo que expresó hace un par de semanas durante la primera sesión de la moción de censura. Sobre lo segundo, es conocido su estilo pausado y didáctico. Y en cuanto al tono, destaca en esa capacidad que tiene a la hora de transmitir emociones. Lo importante, más allá de un anuncio esperado, ha estado en la existencia de un punto de partida serio y decidido, y con una clara voluntad unitaria de cara a las elecciones generales próximas. Existe un proyecto que ha nacido para seguir ampliando los derechos de las personas, especialmente de las más vulnerables y de las mujeres. Y por supuesto, para evitar una involución en el caso de que gobernaran las derechas. Corresponde ahora consolidarlo. Aunque existe la necesidad de su ensanchamiento, contando para ello con quienes por ahora no han dado el paso para integrarse, Yolanda ha sido clara cuando ha advertido que no quiere tutelas de nadie. Como también lo ha sido cuando ha pronunciado estas palabras: "quiero ser la primera Presidenta de mi país, quiero ser la Presidenta de España".