Historia, política, sociología, arte, música, geografía, literatura, pensamiento...
martes, 30 de octubre de 2018
Mi verano del 75 en Madrid
viernes, 26 de octubre de 2018
Ecologistas en Acción y la Asociación Pro derechos Humanos de Andalucía, contra la venta de armas a Arabia Saudita
Las reacciones en el mundo tras el asesinato de Khashoggi están provocando el aumento del rechazo a la monarquía de Arabia Saudita y a las ventas de armas que llevan a cabo diversas potencias económicas, con EEUU a la cabeza, pero con nuestro país entre ellas. Aunque parezca paradójico, lo cierto es que ha tenido que ser este caso, precisamente de una persona que estaba vinculada al sistema político saudita, lo que está llevando a que las reacciones de los medios de comunicación y de los gobiernos hayan aumentado. Mucho menores han sido, y siguen siendo, las denuncias derivadas de la agresión militar lanzada por Arabia Saudita desde hace unos años contra Yemen, donde los asesinatos, la destrucción material y la vulneración de los derechos humanos están a la orden del día.
En nuestro país hay un gran rechazo entre algunos de los principales grupos políticos (PSOE, PP y Ciudadanos) para paralizar las exportaciones de armamento. Hace unas semanas, tras ciertos recelos mostrados por la ministra de Defensa, el gobierno se mostró dubitativo sobre ello, pero fueron el ministro de Asuntos Exteriores y la ministra portavoz quienes dejaron claro la postura oficial. A los enormes intereses de las empresas involucradas, además de los que corresponden a comisionistas profesionales, se une la demagogia de los puestos de trabajo que se podrían perder. En esto último entran incluso algunos sindicatos (CCOO, UGT) o algún cargo político de Podemos, como el alcalde Cádiz.
Ecologistas en Acción y la Asociación Pro derechos Humanos de Andalucía acaban de hacer público un comunicado donde rechazan la política seguida por el actual gobierno, heredera de la de anteriores gobiernos. Con el título "Es moralmente inaceptable seguir vendiendo armas a la petromonarquía saudí", se preguntan ambas organizaciones, después de las declaraciones de la ministra de Defensa española sobre la vulneración de los derechos humanos en el caso Khashoggi, que "¿a qué espera para cesar todo acuerdo de venta de armas a este Estado integrista y asesino tal como ha propuesto Alemania?
Y es que, siguiendo con el contenido del comunicado, "las armas y las bombas son para matar; no existen las armas 'inteligentes' y la gran mayoría de las víctimas de los conflictos bélicos son civiles, como evidencia el resultado de la guerra en el Yemen, destinatario del comercio ilícito con Arabia Saudí: más de 16.000 muertos, resultado de bombardeos criminales de hospitales, escuelas, mercados y mezquitas y la mayor crisis humana de todo el planeta, que mantiene en riesgo la vida de centenares de miles de personas por hambre, sed y enfermedades causadas por la guerra".
Se refieren, así mismo, a los compromisos internacionales que ha firmado nuestro país, como el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), adoptado en la ONU en 2013, que prohíbe la venta de armas cuando pueden ser utilizadas "para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad, infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 1949, ataques dirigidos contra bienes de carácter civil o personas civiles protegidas como tales, u otros crímenes de guerra tipificados en los acuerdos internacionales en los que sea parte”.
No se olvidan tampoco de las repercusiones económicas y en el empleo que se pueden ocasionar cuando se reduce la fabricación de armamento. En este sentido plantean que "la deconstrucción naval y la energía eólica off shore son dos alternativas entre las posibles y necesarias para la 'carga de trabajo' en los astilleros de Cádiz, que harían innecesaria la deriva belicista de construir barcos destinados a la violación de los derechos básicos de las personas".
No hacerlo así, va en contra de la paz, de los derechos humanos, de un desarrollo humano acorde con la naturaleza... Valores éticos a los que nunca hay que renunciar.
En nuestro país hay un gran rechazo entre algunos de los principales grupos políticos (PSOE, PP y Ciudadanos) para paralizar las exportaciones de armamento. Hace unas semanas, tras ciertos recelos mostrados por la ministra de Defensa, el gobierno se mostró dubitativo sobre ello, pero fueron el ministro de Asuntos Exteriores y la ministra portavoz quienes dejaron claro la postura oficial. A los enormes intereses de las empresas involucradas, además de los que corresponden a comisionistas profesionales, se une la demagogia de los puestos de trabajo que se podrían perder. En esto último entran incluso algunos sindicatos (CCOO, UGT) o algún cargo político de Podemos, como el alcalde Cádiz.
Ecologistas en Acción y la Asociación Pro derechos Humanos de Andalucía acaban de hacer público un comunicado donde rechazan la política seguida por el actual gobierno, heredera de la de anteriores gobiernos. Con el título "Es moralmente inaceptable seguir vendiendo armas a la petromonarquía saudí", se preguntan ambas organizaciones, después de las declaraciones de la ministra de Defensa española sobre la vulneración de los derechos humanos en el caso Khashoggi, que "¿a qué espera para cesar todo acuerdo de venta de armas a este Estado integrista y asesino tal como ha propuesto Alemania?
Y es que, siguiendo con el contenido del comunicado, "las armas y las bombas son para matar; no existen las armas 'inteligentes' y la gran mayoría de las víctimas de los conflictos bélicos son civiles, como evidencia el resultado de la guerra en el Yemen, destinatario del comercio ilícito con Arabia Saudí: más de 16.000 muertos, resultado de bombardeos criminales de hospitales, escuelas, mercados y mezquitas y la mayor crisis humana de todo el planeta, que mantiene en riesgo la vida de centenares de miles de personas por hambre, sed y enfermedades causadas por la guerra".
Se refieren, así mismo, a los compromisos internacionales que ha firmado nuestro país, como el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), adoptado en la ONU en 2013, que prohíbe la venta de armas cuando pueden ser utilizadas "para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad, infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 1949, ataques dirigidos contra bienes de carácter civil o personas civiles protegidas como tales, u otros crímenes de guerra tipificados en los acuerdos internacionales en los que sea parte”.
No se olvidan tampoco de las repercusiones económicas y en el empleo que se pueden ocasionar cuando se reduce la fabricación de armamento. En este sentido plantean que "la deconstrucción naval y la energía eólica off shore son dos alternativas entre las posibles y necesarias para la 'carga de trabajo' en los astilleros de Cádiz, que harían innecesaria la deriva belicista de construir barcos destinados a la violación de los derechos básicos de las personas".
No hacerlo así, va en contra de la paz, de los derechos humanos, de un desarrollo humano acorde con la naturaleza... Valores éticos a los que nunca hay que renunciar.
jueves, 25 de octubre de 2018
La radicalización de la derecha española
Hace unos días escuchamos hablar a Carolina Punset criticando la deriva derechista y nacionalista del que fue su partido, Ciudadanos. El PP, por su parte, desde que Pablo Casado ha tomado sus riendas no deja de desplazarse hacia la extrema derecha, con un lenguaje y unas propuestas que hasta pueden resultar sorprendentes. Vox, en fin, sacó a escena en un acto público hace un par de semanas una parafernalia y un discurso con un ligazón claro con lo que en otros países europeos lleva tiempo visibilizándose. Existe un cierre de filas en los grupos españolistas de derecha en torno a una idea: la unidad de España. Las banderas rojigualdas llenan sus escenarios, la apelación a la aplicación del artículo 155 de la Constitución ya es una constante, como lo es también la retórica del golpe de estado perpetrado en Catalunya hace un año. Unas derechas que han virado aún más a su derecha, disputándose un espacio que había permanecido dormido desde décadas. Tal es la dimensión de ese escoramiento, que la imagen que trasmiten del dictador y su dictadura oscila entre la reivindicación desde una parte, aun cuando parezca minoritaria, y su banalización desde otra. Todo vale, incluido escarbar en los valores más retrógrados de la derecha profunda. Y hasta tal punto están llegando, que ayer mismo el líder del PP acusó a Pedro Sánchez de ser "partícipe y responsable de un golpe que se está perpetrando ahora mismo en España". Es lo que hacen quienes niegan el golpe militar de 1936 o lo consideran parte del pasado, redoblando sus esfuerzos en propagar la idea de que vivimos en un golpe. Estamos asistiendo a la radicalización de la derecha. Y cuando lo ha hecho en otros tiempos, ha golpeado duro, muy duro.
martes, 23 de octubre de 2018
El asesinato de Khashoggi, Arabia Saudita, EEUU...
El asesinato de periodista Jamal Khashoggi lleva días siendo portada de los medios de comunicación. Ha sido espeluznante, como indican distintas fuentes. Nada nuevo, no obstante, atendiendo a lo que Arabia Saudita es como realidad política. En lo interno, como sabemos, una feroz dictadura. En lo exterior, la principal potencia petrolífera del mundo, pero sin olvidar que es uno de los dos gendarmes en la región de las potencias imperialistas (el otro, Israel, claro). Lo que se sigue repitiendo sobre los derechos humanos, no son más que lágrimas de cocodrilo. Y en nuestro país eso de los puestos de trabajo, las ventas de armas o las inversiones en infraestructuras, no dejan de ser simples excusas para seguir haciendo negocios y manteniendo el statu quo del orden internacional. Negocios donde no faltan reales comisionistas y amistades peligrosas. Un atroz asesinato que esconde muchas cosas. Pero no hagamos un héroe de quien ha sido firme defensor de esa dictadura. Recomiendo leer a Nazanín Armanian.
domingo, 21 de octubre de 2018
El Tribunal Supremo primero dice y luego se desdice
El jueves pasado el Tribunal Supremo tomó una decisión importante: que la responsabilidad en el pago del impuesto sobre actos jurídicos documentados relacionados con los préstamos hipotecarios correspondería a los bancos y no, como hasta ahora ha ocurrido, en quienes obtenían las hipotecas. Resolvía de esa manera un recurso presentado en su día por la Empresa Pública de la Vivienda del ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (por cierto, gobernado por IU desde hace muchos años), que se hacía eco de los reivindicaciones e intereses de la mayoría de la población, en detrimento del poder financiero. Sin embargo, al día siguiente, en lo que no ha dejado de ser un hecho inaudito, Luis María Díez-Picazo, presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del citado tribunal, dejó en suspenso la sentencia. Tomada por una sección de la Sala, quiere ahora que sea el Pleno la que vuelva a estudiar el recurso. ¿Qué habrá pasado? ¿Algunas llamaditas...?
Migrantes y neoliberalismo
Estos días estamos viendo la caravana originaria de Honduras que quiere llegar a México para, a través de su territorio y pasando antes por Guatemala, intentar acercarse al muro norteamericano. Gentes desesperadas, desorientadas, que huyen como zombis de la nada hacia un destino incierto, pero que anhelan como un sueño. No teniendo nada que perder, se aventuran a lo desconocido, como una especie de Eldorado.
Para Rita Segato se trata de una realidad, muy dura, que confronta dos situaciones antagónicas. Nos habla de dos proyectos, el de los vínculos y el de las cosas. El primero, el de las comunidades, fuertemente -cada vez más- socavado por el segundo, que es del individualismo. Unos vínculos de pertenencia a comunidades concretas que generan confianza recíproca, pero que se van desmoronando por la fatal atracción de la acción de las cosas.
Estamos ante la tiranía del neoliberalismo imperante, que sigue destruyendo sin cesar los lazos que las personas hemos ido construyendo socialmente. Ante el neoliberalismo creador de falsas ilusiones, de las cosas, que se concretan en el consumismo desmesurado, el individualismo atroz, la violencia rampante... El neoliberalismo, capaz de convertir en cosas a las personas. Capaz de agrandar cada vez más el abismo existente entre los territorio, las clases, los géneros...
Ya lo dijo José Saramago: "El desplazamiento del sur al norte es inevitable; no valdrán alambradas, muros ni deportaciones: vendrán por millones. Europa será conquistada por los hambrientos. Vienen buscando lo que les robamos. No hay retorno para ellos porque proceden de una hambruna de siglos y vienen rastreando el olor de la pitanza. El reparto está cada vez más cerca. Las trompetas han empezado a sonar. El odio está servido y necesitaremos políticos que sepan estar a la altura de las circunstancias".
viernes, 19 de octubre de 2018
Con el Barba-teño
Hace cuatro años, cuando presentó su libro de poemas Piel de otoño, le dediqué una entrada, pero ahora voy a resaltar su faceta de dibujante, como creador de un personaje entrañable: "El Barba-teño". Durante varios años sus viñetas estuvieron presentes en Debate Ciudadano, el boletín que IU de Barbate editaba casi mensualmente. Las situábamos en la contraportada y vaya si daba lustre, junto con las ilustraciones en la portada y las páginas interiores de Luis Valverde, a una publicación cargada de política. "El
Ahora, con su regalo-dedicatoria me ha investido como miembro de esa orden ficticia que tiene en la gorra y el bastón los elementos más típicos de su indumentaria. Gracias, amigo.
martes, 16 de octubre de 2018
La foto, la escoba y la ayuda real
Felipe VI fue ayer a visitar Mallorca, después de las dramáticas inundaciones sufridas el pasado fin de semana en el pueblo de Sant Llorenç. Mientras saludaba a la gente, un joven le ofreció su escoba, a la vez que le preguntaba si iba a ayudar en algo. El monarca le contestó con un escueto "ahora no puedo" y acto seguido le dio una palmadita en la espalda.
Por lo que hemos podido ver, eso de la limpieza no va con él. Al fin y al cabo ha sido una forma de hacer gala de lo que nobleza ha tenido a bien practicar por los siglos de los siglos. Es decir, dejar el trabajo manual, el de mancharse, para la plebe. En realidad lo que buscaba era hacerse la foto y punto. Para quedar bien y hacer ver que está con la gente. En eso consistió su ayuda. Una ayuda verdaderamente real.
Por lo que hemos podido ver, eso de la limpieza no va con él. Al fin y al cabo ha sido una forma de hacer gala de lo que nobleza ha tenido a bien practicar por los siglos de los siglos. Es decir, dejar el trabajo manual, el de mancharse, para la plebe. En realidad lo que buscaba era hacerse la foto y punto. Para quedar bien y hacer ver que está con la gente. En eso consistió su ayuda. Una ayuda verdaderamente real.
Octubre del 68 en México: el orgullo del black power
Ha pasado medio siglo desde que sucediera uno de los episodios más impactantes ocurridos durante la celebración de los juegos olímpicos. Ciudad de México fue el escenario, cuando tres atletas protagonizaron un momento inolvidable: los afroamericanos Tommie Smith y John Carlos, y el australiano Peter Norman. En EEUU eran los tiempos de la lucha por los derechos civiles para la población afroamericana, también lo eran de la lucha contra la guerra de Vietnam... Meses antes las calles de Praga habían conocido lo que se conoció como su Primavera, en París había estallado el célebre Mayo y en la Plaza de Tlatelolco de la capital mexicana, semanas antes del inicio de los Juegos, caían abatidas por las balas de la policía centenares de personas.
Fue el 16 de octubre cuando, durante la entrega de medallas de la prueba de 200 metros lisos, Smith y Carlos se dirigieron descalzos hacia el podio, el primero con una bufanda negra y el segundo con un rosario. Los tres, además, se colocaron una insignia del Programa Olímpico para los Derechos Civiles. Iniciado el himno de EEUU, los dos afroamericanos levantaron sus puños recubiertos por un guante negro mientras agachaban la cabeza. Se trataba de una reivindicación sobre los derechos humanos, apoyada solidariamente por Norman, que procedía de un país donde los derechos de la comunidad aborigen estaban también pisoteados. Era también una apuesta por el black power, en boga en EEUU durante esos años. Toda una simbología transgresora, que denunciaba ante millones de personas del mundo la realidad de la comunidad afroamericana de EEUU. El color negro, mostrado con orgullo. Los pies descalzaos y el rosario, dejando ver la postración sufrida desde siglos atrás.
El escándalo fue mayúsculo. Desde el propio COI se instó a la expulsión de Smith y Carlos de la villa olímpica. Y lo que vino después para los tres protagonistas en sus respectivos países fue un largo calvario de amenazas y marginación.
Fue el 16 de octubre cuando, durante la entrega de medallas de la prueba de 200 metros lisos, Smith y Carlos se dirigieron descalzos hacia el podio, el primero con una bufanda negra y el segundo con un rosario. Los tres, además, se colocaron una insignia del Programa Olímpico para los Derechos Civiles. Iniciado el himno de EEUU, los dos afroamericanos levantaron sus puños recubiertos por un guante negro mientras agachaban la cabeza. Se trataba de una reivindicación sobre los derechos humanos, apoyada solidariamente por Norman, que procedía de un país donde los derechos de la comunidad aborigen estaban también pisoteados. Era también una apuesta por el black power, en boga en EEUU durante esos años. Toda una simbología transgresora, que denunciaba ante millones de personas del mundo la realidad de la comunidad afroamericana de EEUU. El color negro, mostrado con orgullo. Los pies descalzaos y el rosario, dejando ver la postración sufrida desde siglos atrás.
El escándalo fue mayúsculo. Desde el propio COI se instó a la expulsión de Smith y Carlos de la villa olímpica. Y lo que vino después para los tres protagonistas en sus respectivos países fue un largo calvario de amenazas y marginación.
jueves, 11 de octubre de 2018
A vueltas con el estado de opinión sobre monarquía y república
Ha aparecido una nueva encuesta sobre el estado de opinión de la monarquía. Al igual que la publicada durante el verano por Contexto, a la que me ya me referí en este cuaderno ("Monarquía o república en España? Los resultados de una encuesta"), la monarquía no sale muy bien parada como se desprende de la encuesta realizada por el portal electrónico Electomanía.
Pero veamos un resumen de la misma, que puede ser el siguiente:
1. La valoración media de la institución monárquica es bastante baja: 3,8 sobre 10
2. Por edades, todos los grupos la suspenden, incluido el que más la apoya, el de mayores de 55 años, que le da un 4,5.
3. Lo mismo ocurre por comunidades autónomas, donde en ninguna alcanza el aprobado, salvo en Canarias, donde obtiene precisamente un 5.
4. Por partidos sólo entre los de derecha roza el aprobado, con 4,9 en Vox y PP, y 4,4 en Ciudadanos.
5. En las preferencias entre monarquía y república, la primera alcanza el 48,1% y la segunda el 45,6%.
6. El reparto territorial, sin embargo, es llamativo: la opción por la república es mayoritaria en Cataluña (74%), País Vasco (74), Navarra (61%), País Valenciano (60), Baleares (60), Galicia (54) y La Rioja (53); mientras que la monarquía es la preferida en Castilla y León (61%), Castilla-La Mancha (60), Madrid (57), Andalucía (55), Murcia (52), Cantabria (51), Extremadura (50) y Canarias (50); en Asturias (48/47) y Aragón (49/47) la cosa está más reñida, con una ligera ventaja de la monarquía.
7. Por edades resulta llamativo el progresivo descenso en los apoyos a la monarquía según avanzamos en los años: por debajo de 35 la república es la preferida por el 54%, 14 puntos por encima de la monarquía; entre los 35 y los 55 años la república, con el 49%, sigue estando por delante, pero por 4 puntos; sólo entre la población con más de 55 años la monarquía, con el 53%, supera a la república, con el 43%.
Pero veamos un resumen de la misma, que puede ser el siguiente:
1. La valoración media de la institución monárquica es bastante baja: 3,8 sobre 10
2. Por edades, todos los grupos la suspenden, incluido el que más la apoya, el de mayores de 55 años, que le da un 4,5.
3. Lo mismo ocurre por comunidades autónomas, donde en ninguna alcanza el aprobado, salvo en Canarias, donde obtiene precisamente un 5.
4. Por partidos sólo entre los de derecha roza el aprobado, con 4,9 en Vox y PP, y 4,4 en Ciudadanos.
5. En las preferencias entre monarquía y república, la primera alcanza el 48,1% y la segunda el 45,6%.
6. El reparto territorial, sin embargo, es llamativo: la opción por la república es mayoritaria en Cataluña (74%), País Vasco (74), Navarra (61%), País Valenciano (60), Baleares (60), Galicia (54) y La Rioja (53); mientras que la monarquía es la preferida en Castilla y León (61%), Castilla-La Mancha (60), Madrid (57), Andalucía (55), Murcia (52), Cantabria (51), Extremadura (50) y Canarias (50); en Asturias (48/47) y Aragón (49/47) la cosa está más reñida, con una ligera ventaja de la monarquía.
7. Por edades resulta llamativo el progresivo descenso en los apoyos a la monarquía según avanzamos en los años: por debajo de 35 la república es la preferida por el 54%, 14 puntos por encima de la monarquía; entre los 35 y los 55 años la república, con el 49%, sigue estando por delante, pero por 4 puntos; sólo entre la población con más de 55 años la monarquía, con el 53%, supera a la república, con el 43%.
A un compañero que se jubila..., a un amigo
Amante del
deporte, ha sido coherente en practicarlo, especialmente el fútbol, donde se
mantuvo hasta muy tarde. Fue uno de los baluartes de los partidos que jugábamos
los profesores con los alumnos en mayor medida, pero también con veteranos del
deporte y los maestros de los colegios. Coincidí con él en los “años dorados”
de la primera mitad de los noventa, cuando jugábamos casi todas la semanas,
llegamos a ser terceros en el campeonato de veteranos y no teníamos rival entre
los colegios.
Otra de sus
facetas has sido su amor por la escritura. Es un asiduo de las Cartas al
Director del Diario de Cádiz, habiéndose convertido casi en un
corresponsal-articulista del periódico. No le ha faltado El País, que de vez en
cuando se ha hecho eco de sus misivas. Como una reciente en la que recordó a
una antigua alumna, Rosa Castillo, que jugó algunas veces con los alumnos y
llegó más tarde a ser componente de la selección española. En la carta que
publicó ese diario reivindicó el papel de la mujer en el deporte y no le faltó
la ocasión para sacar a relucir a su querido Barbate.
Recientemente
se ha dedicado también a hacer uso de los correos electrónicos, a través de los
cuales nos manda sus reflexiones personales, más sobre lo humano que sobre lo
divino, con especial interés por lo ocurre con el Trafalgar y sus gentes. Y en
todo ello nunca le ha faltado el sentido del humor, que rezuma en cada momento.
He
coincidido con él durante 29 años y puedo presumir de haberme llevado bien, que
no es poco por mi parte. Hemos compartido muchas conversaciones y también
inquietudes. Sobre la política, el deporte... A él le debo una de las
dedicatorias más emocionantes que he recibido, la que dedicó el día de mi
jubilación y que hasta ahora no me había atrevido a publicarla en este
cuaderno.
Puedo decir que eso de las prisas no era lo suyo, sin que por ello dejara de
cumplir con sus obligaciones, y que las mejores de sus virtudes han sido
siempre la amabilidad y la generosidad. Y puedo decir también que es una
persona culta, que no tiene por qué estar reñido con tener o no tener títulos
universitarios. Y a José Antonio Cabeza Cabeza no creo que se le pueda negar el
haber obtenido el doctorado de la vida.
(Fotografia: Ángeles Vélez)
lunes, 8 de octubre de 2018
América Latina, un continente que vira hacia la derecha
En pocos años el continente latinoamericano ha ido virando hacia la derecha. Atrás dejó el aire de esperanza que a lo largo de la primera década del siglo fue soplando. Estaba Cuba, sí, capaz de mantenerse contra viento y marea. Pero fue con Venezuela, tras la llegada a la presidencia en 1999 de Hugo Chávez, inicialmente sorprendente desde el continente europeo, cuando se levantó de nuevo con fuerza ese aire de esperanza. Le siguieron liego Brasil (2003), Argentina (2003), Uruguay (2004), Bolivia (2006), Honduras (2006), Ecuador (2007), Nicaragua (2007), Paraguay (2008) y El Salvador (2009).
No fue una ola homogénea ni en los objetivos, ni en los resultados y ni siquiera en las formas. En todo caso supuso un importante avance después de décadas de postergación ante el gigante del norte. Esos países miraban por sí mismos, ganaron en autoestima, algunos se atrevieron a desafiar sin miedo al imperio y en general consiguieron logros importantes en mejoras sociales. Fueron capaces de dar los primeros pasos hacia una integración económica a través de UNASUR (2008) y la creación del SUCRE como moneda común. También, con un grado mayor de atrevimiento, crearon el ALBA (2006) o la CELAC (2011).
Los gobiernos respectivos cometieron errores graves, tanto en la gestión como en las tácticas empleadas. A veces no quisieron ir más allá de lo que hubieran podido y en otras ocasiones subestimaron lo que les ha ido minando. Y es que fuerzas poderosas, auspiciadas y financiadas por grandes potencias, con EEUU a la cabeza, y las oligarquías de cada país han estado haciendo uso permanentemente de todo tipo de estratagemas para frenar los cambios iniciados. Desde las legales hasta los ilegales, desde las institucionales hasta las provenientes de la propia sociedad. Ejército, jueces, medios de comunicación, grupos paramilitares, jerarquía católica, iglesias evangélicas..., todo ha sido utilizado para conseguir los propósitos.
Puestos en peligro los intereses del imperio y las oligarquías nacionales, la reacción pronto empezó a dejarse notar. No dudaron en fomentar un golpe militar en Venezuela en 2002, fracasado pese a todo; o conseguir que triunfara otro en Honduras en 2009... Tampoco dudaron en romper la unidad territorial de Bolivia, cuando en 2008 fomentaron la secesión de la provincia de Santa Cruz. Dieron lugar a juicios políticos en los parlamentos que acabaron con las presidencias de Fernando Lugo en Paraguay, en 2012, o Dilma Rousseff en Brasil, en 2016. La vía electoral tuvo éxito en el caso de Argentina, cuando en 2015 el multimillonario y ultraliberal Mauricio Macri acabó con el periodo del matrimonio Kirchner. No ha faltado nunca el propiciar situaciones económicas adversas o aprovecharse de las que surgían en contextos internacionales más amplios, para fomentar, cuando no organizar, conflictos en las calles, movilizando a los sectores sociales y políticos contrarios a los procesos de cambio o que simplemente estaban descontentos. Es lo que ha ocurrido en Venezuela, sobre todo con Nicolás Maduro, desde 2012; en Brasil con Rousseff, en 2014; en Nicaragua con Ortega, en este año... Han impedido que en Brasil se presentara como candidato presidencial Lula da Silva, el político más popular, haciendo uso para ello de condenas judiciales y su encarcelamiento, y denegando cuantas alegaciones se fueron presentando.
Otros países han podido mantenerse dentro del marco de influencia de las potencias occidentales. Como el Chile que dejó Pinochet atado y bien atado, incapaz con los gobiernos de Michelle Bachelet de salirse de ese marco y ahora, por segunda vez, con el también multimillonario y ultraliberal Sebastián Piñera en la presidencia. Y ante todo, Colombia, el fiel aliado de EEUU que tiene al frente desde la primavera al uribista Iván Duque. Uruguay ha recobrado cierta normalidad con la vuelta del moderado Tabaré Vázquez. Y Ecuador, por su parte, está viendo cómo Lenin Moreno va desmontando los logros alcanzados por su antecesor, Rafael Correa, con quien había compartido movimiento y gobierno.
Ayer tuvo lugar la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil. Y los resultados no han podido ser peores: el candidato de la ultraderecha, Jair Bolsonaro, ha obtenido el 46,1% de los votos. Muchos, demasiados, para que el candidato de la izquierda, Fernando Haddad, con un 29,2%, pueda hacerle frente en la segunda vuelta. Un candidato, Bolsonaro, que no ha dejado de hacer una apología de la dictadura brasileña finiquitada en 1985, la homofobia, la misoginia, el belicismo, el racismo... Y paradójicamente apoyado por amplios sectores populares que parecen aceptar unas propuestas económicas ultraliberales, las mismas que llevaron al continente a la miseria desde décadas antes.
Ignoro lo que pasará en Brasil a finales de mes cuando tenga lugar la segunda vuelta de las elecciones, pero el triunfo definitivo de Bolsonaro abriría un nuevo tiempo, esta vez de tinte oscuro, muy oscuro.
No fue una ola homogénea ni en los objetivos, ni en los resultados y ni siquiera en las formas. En todo caso supuso un importante avance después de décadas de postergación ante el gigante del norte. Esos países miraban por sí mismos, ganaron en autoestima, algunos se atrevieron a desafiar sin miedo al imperio y en general consiguieron logros importantes en mejoras sociales. Fueron capaces de dar los primeros pasos hacia una integración económica a través de UNASUR (2008) y la creación del SUCRE como moneda común. También, con un grado mayor de atrevimiento, crearon el ALBA (2006) o la CELAC (2011).
Los gobiernos respectivos cometieron errores graves, tanto en la gestión como en las tácticas empleadas. A veces no quisieron ir más allá de lo que hubieran podido y en otras ocasiones subestimaron lo que les ha ido minando. Y es que fuerzas poderosas, auspiciadas y financiadas por grandes potencias, con EEUU a la cabeza, y las oligarquías de cada país han estado haciendo uso permanentemente de todo tipo de estratagemas para frenar los cambios iniciados. Desde las legales hasta los ilegales, desde las institucionales hasta las provenientes de la propia sociedad. Ejército, jueces, medios de comunicación, grupos paramilitares, jerarquía católica, iglesias evangélicas..., todo ha sido utilizado para conseguir los propósitos.
Puestos en peligro los intereses del imperio y las oligarquías nacionales, la reacción pronto empezó a dejarse notar. No dudaron en fomentar un golpe militar en Venezuela en 2002, fracasado pese a todo; o conseguir que triunfara otro en Honduras en 2009... Tampoco dudaron en romper la unidad territorial de Bolivia, cuando en 2008 fomentaron la secesión de la provincia de Santa Cruz. Dieron lugar a juicios políticos en los parlamentos que acabaron con las presidencias de Fernando Lugo en Paraguay, en 2012, o Dilma Rousseff en Brasil, en 2016. La vía electoral tuvo éxito en el caso de Argentina, cuando en 2015 el multimillonario y ultraliberal Mauricio Macri acabó con el periodo del matrimonio Kirchner. No ha faltado nunca el propiciar situaciones económicas adversas o aprovecharse de las que surgían en contextos internacionales más amplios, para fomentar, cuando no organizar, conflictos en las calles, movilizando a los sectores sociales y políticos contrarios a los procesos de cambio o que simplemente estaban descontentos. Es lo que ha ocurrido en Venezuela, sobre todo con Nicolás Maduro, desde 2012; en Brasil con Rousseff, en 2014; en Nicaragua con Ortega, en este año... Han impedido que en Brasil se presentara como candidato presidencial Lula da Silva, el político más popular, haciendo uso para ello de condenas judiciales y su encarcelamiento, y denegando cuantas alegaciones se fueron presentando.
Otros países han podido mantenerse dentro del marco de influencia de las potencias occidentales. Como el Chile que dejó Pinochet atado y bien atado, incapaz con los gobiernos de Michelle Bachelet de salirse de ese marco y ahora, por segunda vez, con el también multimillonario y ultraliberal Sebastián Piñera en la presidencia. Y ante todo, Colombia, el fiel aliado de EEUU que tiene al frente desde la primavera al uribista Iván Duque. Uruguay ha recobrado cierta normalidad con la vuelta del moderado Tabaré Vázquez. Y Ecuador, por su parte, está viendo cómo Lenin Moreno va desmontando los logros alcanzados por su antecesor, Rafael Correa, con quien había compartido movimiento y gobierno.
Ayer tuvo lugar la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil. Y los resultados no han podido ser peores: el candidato de la ultraderecha, Jair Bolsonaro, ha obtenido el 46,1% de los votos. Muchos, demasiados, para que el candidato de la izquierda, Fernando Haddad, con un 29,2%, pueda hacerle frente en la segunda vuelta. Un candidato, Bolsonaro, que no ha dejado de hacer una apología de la dictadura brasileña finiquitada en 1985, la homofobia, la misoginia, el belicismo, el racismo... Y paradójicamente apoyado por amplios sectores populares que parecen aceptar unas propuestas económicas ultraliberales, las mismas que llevaron al continente a la miseria desde décadas antes.
Ignoro lo que pasará en Brasil a finales de mes cuando tenga lugar la segunda vuelta de las elecciones, pero el triunfo definitivo de Bolsonaro abriría un nuevo tiempo, esta vez de tinte oscuro, muy oscuro.
viernes, 5 de octubre de 2018
Las vergüenzas del juez, la fiscal y la abogada
Tres componentes del mundo judicial han protagonizado un episodio vergonzoso y repugnante. Ayer pudimos acceder a la escucha de los comentarios jocosos e insultantes de un juez y las risas cómplices de una fiscal y una letrada de la administración hacia una víctima de violencia de género, grabado todo ello mientras se desmontaban los aspectos técnicos de la vista en un Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Ponen al descubierto qué se esconde muchas veces detrás de las togas. Son una muestra de cómo en tantas ocasiones las valoraciones y las decisiones judiciales chirrían y hacen que nos llevemos las manos a la cara. Nos permiten entender por qué en tantas ocasiones mujeres indefensas, cuando no sus hijos o hijas, con decisiones incomprensibles y poca o ninguna protección, han acabado perdiendo la vida. El juez, en un primer momento, ha intentado salir por la tangente con lo de "una conversación privada". Me pregunto si una sede judicial y más concretamente el escenario donde se celebran las vistas no debe ser un espacio impoluto de comentarios perversos y tendenciosos. Luego, a última hora de ayer, ha tomado la decisión de apartarse de la causa. Me pregunto si sobre él y sobre las otras dos profesionales de la justicia no deberían tomar decisiones drásticas quienes tienen competencias para hacerlo. ¿Qué confianza puede tenerse en esas personas? Recomiendo leer el artículo de Javier Pérez Royo, "Un vídeo sobrecogedor", y de paso visionar la grabación. Aclaran mucho.
miércoles, 3 de octubre de 2018
Las palabras de Torra: ¿amenazas, ultimátum, golpe de estado...?
En los medios de comunicación del sistema están tratando como amenazas, chantaje, ultimátum, plan oculto de Torra y calificativos en esa línea las palabras pronunciadas por Quim Torra ayer en el Parlament. El País, al menos en su primera edición en papel de hoy, es explícito en ese sentido, como también La Vanguardia, El Mundo, El Confidencial, La Razón, El Periódico... Otro, ABC, ha ido más allá, en la línea de lo hace un año salió en los ámbitos conservadores acerca de un golpe de estado. Ayer mismo José Mª Aznar llegó incluso a establecer un paralelismo con lo ocurrido en 1934, mezclándolo todo, incluido un complot entre la izquierda y los nacionalistas. No debemos olvidar que los ideólogos del franquismo tuvieron que buscar una excusa para intentar legitimar el golpe militar de 1936, para lo que acabaron encontrando lo del 34. Los publicistas neofranquistas, como Pío Moa y compañía, lo retomaron en los años noventa y ahora su padrino vuelve a airearlo.
Pero volvamos al principio. ¿Qué dijo realmente Torra? Nada nuevo, que es el meollo de lo que desde hace tiempo se está planteando desde el procès y es aceptado abrumadoramente por la sociedad catalana: la convocatoria de un referéndum. Nada más democrático. Lo relacionó con el apoyo que los grupos catalanistas han dado a la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa y, en lo concreto, a la estabilidad del gobierno. Nada anormal, porque los apoyos en un sistema parlamentario se basan en acuerdos y transacciones entre los grupos. Tú me das y yo te doy, y viceversa.
La respuesta del gobierno español a través de su ministra portavoz, Isabel Celaá, ha sido llamativa. Y no tanto por lo del empleo de expresiones como "no aceptamos ultimatums" o "vamos a apostar por el diálogo hasta el final", como por su trasfondo. Rechazando de plano el referéndum, Celaá se refirió a una mayoría de la sociedad catalana que dice que no es independentista. Me pregunto, si es así, por qué negar la consulta. Al fin y al cabo votar siempre es un ejercicio de democracia. Lo han hecho dos veces en Quebec y una en Escocia. Sánchez estuvo hace unos días en Canadá y sobre algo de eso debió de hablar con su anfitrión, el primer ministro Justin Trudeau.
Pero volvamos al principio. ¿Qué dijo realmente Torra? Nada nuevo, que es el meollo de lo que desde hace tiempo se está planteando desde el procès y es aceptado abrumadoramente por la sociedad catalana: la convocatoria de un referéndum. Nada más democrático. Lo relacionó con el apoyo que los grupos catalanistas han dado a la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa y, en lo concreto, a la estabilidad del gobierno. Nada anormal, porque los apoyos en un sistema parlamentario se basan en acuerdos y transacciones entre los grupos. Tú me das y yo te doy, y viceversa.
La respuesta del gobierno español a través de su ministra portavoz, Isabel Celaá, ha sido llamativa. Y no tanto por lo del empleo de expresiones como "no aceptamos ultimatums" o "vamos a apostar por el diálogo hasta el final", como por su trasfondo. Rechazando de plano el referéndum, Celaá se refirió a una mayoría de la sociedad catalana que dice que no es independentista. Me pregunto, si es así, por qué negar la consulta. Al fin y al cabo votar siempre es un ejercicio de democracia. Lo han hecho dos veces en Quebec y una en Escocia. Sánchez estuvo hace unos días en Canadá y sobre algo de eso debió de hablar con su anfitrión, el primer ministro Justin Trudeau.
El miedo sigue existiendo. O la falta de valentía. O…
lunes, 1 de octubre de 2018
¡Bien por el Supremo y enhorabuena a Casado!
Después de la última decisión del Tribunal Supremo, rechazando investigar al aforado Pablo Casado sobre su máster, no puedo por menos que alabar a la justicia española. Y corregir mis críticas y sospechas hacia ella. Que no han sido pocas y que reconozco injustas. La causa iniciada por una jueza sobre el máster cursado hace unos años por el diputado y dirigente pepopular ha quedado archivada. El Supremo ha puesto las cosas en su sitio. Como tiene que ser. No ha habido ilegalidad, sino trato de favor. ¿Trampas? No, favores.
Y que se deje de poner en duda al pobre Casado, hombre. Que fue capaz de conseguir su licenciatura haciendo una hombrada, al aprobar la mitad de las asignaturas (12 de 25) en cuatro meses. Y en un centro de prestigio -privado, claro-, dependiente de la Complu. Y que después sacó por la gorra varios postgrados en Harvard (bueno, en Aravaca) y Georgetown. A su estilo, es decir, en poco tiempo y sin asistir a las clases. ¿Para qué, si es un fenómeno?
Y ya está, hombre. Me quedo tranquilo. Y mucho.
Y que se deje de poner en duda al pobre Casado, hombre. Que fue capaz de conseguir su licenciatura haciendo una hombrada, al aprobar la mitad de las asignaturas (12 de 25) en cuatro meses. Y en un centro de prestigio -privado, claro-, dependiente de la Complu. Y que después sacó por la gorra varios postgrados en Harvard (bueno, en Aravaca) y Georgetown. A su estilo, es decir, en poco tiempo y sin asistir a las clases. ¿Para qué, si es un fenómeno?
Y ya está, hombre. Me quedo tranquilo. Y mucho.