Historia, política, sociología, arte, música, geografía, literatura, pensamiento...
miércoles, 29 de agosto de 2018
Los símbolos amarillos animan la competencia entre la derecha españolista
No cabe la menor duda que existe una clara competencia entre los partidos de la derecha españolista. Las elecciones no están a la vuelta de la esquina, pero falta menos. Y PP, C's y Vox están haciendo méritos para dejarse ver ante su electorado para que se les vea como más español que ninguno otro. Ese electorado que le gusta cantar eso del "Yo soy español, español...". Aunque la música no sea otra cosa que la de una conocida danza rusa. ¡Quién lo iba a decir! Pero estoy seguro que ni lo saben. También le gusta cantar el escobero "¡Que viva España". Ahora en Catalunya se han lanzado a retirar lazos y las cruces de color amarillo. Y desde los medios de comunicación del sistema han creado un debate en torno a si quitar esos símbolos es o no un derecho. Hasta un fiscal ha dicho que es libertad de expresión tanto ponerlos como quitarlos. Un juez está investigando si la identificación que hacen los Mossos a quienes los retiran se ajusta a la legalidad. El otro día un conocido publicista se dedicó con un espray rojo a reconvertir uno de los lazos amarillos en otro patriótico. Español, claro. En algunos lugares de Catalunya se han formado brigadas para retirarlos. Hoy hemos podido ver por la tele una de ellas con gente con la cara tapada y ataviada con monos blancos, similares a los utilizados cuando el chapapote gallego de 2002. Quieren limpiar ese territorio, dicen. Y sobre esto último, ahí me quedo. También Inés Arrimadas y Albert Rivera, con vestimenta normal, se han sumado a esa especie de deporte. PP, C's, sobre todo, pero también Vox, están a ver quién da más. Los votos bien lo valen. El caso es que se sigue quitando los símbolos, pero enseguida vuelven a salir.
Nos dejó Josep Fontana, un gran referente de la historiografía española y catalana
Ayer, mientras viajaba, me enteré por la radio de la muerte de Josep Fontana y Lázaro. No sé si el mejor historiador catalán y español de lo contemporáneo habido en España y Catalunya en el último medio siglo, pero al menos un verdadero baluarte de la historiografía. Tuvo predilección por lo económico, pero siempre supo aderezarlo con lo político, buscando una simbiosis dialéctica, dentro del paradigma historiográfico marxista, entre la base material y la superestructura. No le faltó tampoco la influencia de quien siempre consideró su maestro, el también catalán Jaume Vicens Vives, que introdujo en España por los años cincuenta las aportaciones de la naciente Escuela de Annales y la preocupación por la historia Económica.
Historiador reconocido en los distintos ámbitos, no le han faltado varias distinciones como doctor honoris causa por varias universidades de España y América. Por otra parte, llegó a sufrir incluso, como le ocurrió en paralelo con Jordi Nadal, el rechazo en 2011 por parte de la Universidad Autónoma de Barcelona para ser merecedor de dicha distinción.
Me voy a referir a él en este escrito desde mi experiencia como lector de varias de sus obras (que no han sido pocas), por las que he tenido un gran interés y cuyo contenido me ha marcado de una manera profunda en mi visión de la Historia.
Supe de Fontana por primera vez cuando en los primeros momentos de mi carrera universitaria leí su conocido libro La historia (Barcelona, Salvat, 1974), un referente sintético, pero riguroso, en el acercamiento a la teoría de la Historia. Dentro de este área dos décadas después apareció otro libro, La Historia después del fin de la Historia. Reflexiones acerca de la situación actual de la ciencia histórica (Barcelona, Crítica, 1992), escrito en pleno apogeo de la ideología capitalista, tras el desmoronamiento del bloque socialista.
En cuanto a sus estudios propiamente históricos, el primer libro suyo que leí fue, en 1979, La quiebra de la monarquía absoluta (Barcelona, Ariel, 1974). Le siguió Cambio económico y actitudes políticas en la España del siglo XIX (Barcelona, Ariel, 1975) y "La crisis agraria de comienzos del siglo XIX y sus repercusiones en España" (en Ángel García Sanz y Ramón Garrabou, eds., Historia agraria de la España contemporánea. 1 Cambio social y nuevas formas de propiedad. 1800-1850; Barcelona, Crítica, 1986).
No faltó tampoco por esos años mi lectura del artículo sobre didáctica "Para una renovación de la enseñanza de la Historia" (en Cuadernos de Pedagogía, n. 11, Barcelona, 1975) o algunos artículos publicados en la prensa, como el que escribió para un extra de El País dedicado a Mariano José de Larra y que título "El escenario social y político" (13-02-1987).
En los años ochenta se abrió más al estudio del siglo XX, siendo autor, junto con Jordi Nadal, de "España. 1914-1970", dentro de la obra editada por Carlo M. Cipolla Historia económica de Europa (6). Economías contemporáneas** (Barcelona, Ariel, 1980). También coordinó España bajo el franquismo (Barcelona, Crítica, 1986), una obra en cierta medida pionera en el estudio de aspectos poco tratados hasta entonces sobre la dictadura. En ella aparece su artículo "Reflexiones sobre la naturaleza y las consecuencias del franquismo". Años más tarde, relacionado con la Guerra Civil y la represión del ejército sublevado, prologó el libro de Francisco Espinosa La columna de la muerte (Barcelona, Crítica, 2003).
Con motivo de su primera jubilación (la formal como docente, pues siguió siendo catedrático emérito y nunca abandonó su labor investigadora) se publicó Josep Fontana. Historia y proyecto social, (Barcelona, Crítica, 2004) donde se recogió el contenido de las Jornadas de debate del Institut Universitari d'Historia Jaume Vicens Vives, celebradas en 2002. Dicho evento estuvo dedicado a él, tratando cada de los intervinientes aquellos campos de estudio que fue desarrollando a lo largo de su carrera como historiador.
En los últimos años dio un paso más en su trabajo, escribiendo dos libros voluminosos dedicados al siglo XX y lo que llevamos del XXI: Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 1945 (Barcelona, Pasado y Presente, 2011); El siglo de la revolución. Una historia del mundo desde 1914 (Barcelona, Crítica, 2017). En estos años apareció también El futuro en un país extraño. Una reflexión sobre la crisis social de comienzos del siglo XXI (Barcelona, Pasado y Presente, 2013), considerado por el propio Fontana como un apéndice del primero.
Sobre la situación política que está viviendo Catalunya en los últimos años, no ha rehuido su posicionamiento. Uno de sus últimos trabajos, de 2013, escrito con motivo del Simposio "España contra Cataluña. Una mirada histórica (1714-2014)", fue un intento por dar coherencia y rigor al debate, aportando su sabiduría desde la perspectiva de historiador. Para ello elaboró el más que interesante artículo "España y Catalula: trescientos años de historia". Su contenido me llevó a escribir por mi parte, a modo de reflexión, otro: "A propósito de 'España y Cataluña: trescientos años de historia', de Josep Fontana".
A través de la red hemos podido acceder frecuentemente a sus reflexiones en forma de artículos, entrevistas o conferencias. Y en ellas siempre ha dejado constancia de su profundo bagaje intelectual, sin que faltara su compromiso social y político, que le acompañó toda su vida. Por ello supo estar del lado que pone en duda, combatiéndolo, el sistema dominante.
lunes, 27 de agosto de 2018
Huele a azufre..., a Franco
En cierta ocasión Hugo Chávez soltó en el plenario de la Asamblea General de la ONU la frase "¡Huele a azufre!", refiriéndose a George Bush jr., por entonces presidente de los EEUU y presente en dicha institución. Pues bien, en este nuestro país huele si no a azufre, sí a Franco. ¡Cuánto franquista está saliendo a la luz, ahora que se quiere exhumar su cuerpo! ¡Cuánta gente que sigue con lo de "dejar las cosas como están", "no abrir heridas", "no es una prioridad"...! En los medios de comunicación del sistema se dejan ver y oír por doquier. Como también militares que se dedican a firmar manifiestos defendiendo el patriotismo del dictador o sus méritos militares, o negando que lo suyo fuera violencia en grado extremo. Huele a azufre. Huele a Franco.
sábado, 25 de agosto de 2018
Lo que fue un erial
Mientras
paseaba a última hora de la tarde, puse mis pies sobre lo que hace medio siglo
estuvo ocupado por la Feria de Muestras, convertida en un efímero escaparate de
cartón-piedra del desarrollismo franquista. Situado junto al Prado Rico, que
alimentaba las aguas del regato Sabadell, se levantó en muy poco tiempo lo que
antes había sido un erial de areniscas rojizas por el óxido de hierro y tapizado por hierbas olorosas, cuya parte
sur acababa precipitándose hacia la chopera del río. En el centro del escalón
se abría la oquedad natural de la Cueva de las Múcheres.
Allí
construyeron varias casetas, un pabellón central, un espacio para la exposición
de ganado y hasta una cafetería, que se rodeó de un muro simple de ladrillo
pintado de blanco. Durante los días de celebración del evento, en pleno verano,
la gente se convertía en la protagonista principal, entre sorprendida y
emocionada por el ambiente de "modernidad" que se respiraba.
Desfilaba como un reguero de hormigas a lo largo de la vía de acceso construida
para la ocasión, a la que se puso el nombre de Avenida del Campo Charro.
Llenaba con su presencia cada rincón de la Feria, mirando lo que se ofrecía en
cada puesto comercial, escuchando las palabras que pronunciaban quienes los
atendían o disfrutando de los animales. Los logos publicitarios de empresas e
instituciones daban colorido a todo el recinto y los altavoces, puestos a todo
volumen, se encargaban de animar con anuncios y música las horas que estaba
abierto cada día.
Pero
la feria duró poco. Apenas duró un par de años o, como mucho, tres. Y por ello
acabó convirtiéndose en un lugar ruinoso, consecuencia del abandono y de la
precariedad con la que construyeron las instalaciones. Para mí, como para otros
tantos niños, la calzada interior que lo rodeaba fue un excelente circuito para
correr con las modestas bicicletas que disponíamos. Resultaba emocionante bajar
a toda velocidad la cuesta de la Avenida del Campo Charro, entrar por la puerta
principal girando hacia la derecha, circular cómodamente por el circuito
durante la mitad del recorrido y, ante todo, subir la rampa final en curva, que
se nos hacía larga y pesada.
Pasados
unos años, el Prado Rico desapareció, ocupado en parte por un colegio de
educación primaria, y sobre el solar de lo que mi padre solía llamar "la
feria monográfica" -ignoro por qué- se fueron construyendo varios
edificios universitarios. El primero fue el Hospital Clínico y más adelante
empezó a destacar la mole de color rojo de la facultad de Farmacia.
martes, 21 de agosto de 2018
Arte urbano en Covilha
¿Por qué negar que desconocía que existiera la ciudad de Covilha? Situada en las faldas de la mole granítica de la Sierra de la Estrella, en su vertiente este, fue la elegida para poder pasar unos días en un entorno que tenía ganas de conocer y saborear. Una ciudad de tradición industrial, ubicada en otro tiempo en una de las rutas de la trashumancia del ganado ovino y dedicada al trabajo de la lana para la obtención de paños, ahora ha diversificado sus actividades, incluida la universitaria.
Al poco de llegar, después de haber comido, el paseo que hicimos esta tarde, ha sido uno de los momentos más sorprendentes que he vivido en mi afición por los viajes. Pese al calor de aúpa que hemos sufrido, ir descubriendo los distintos rincones de la parte antigua nos ha permitido disfrutar de lo lindo, olvidándonos de los más de 30 grados de temperatura.
El conocido como arte urbano, que no es otra cosa que dar rienda suelta a la imaginación y poner en práctica el buen hacer de quienes se dedican a la creación plástica, se ha convertido en el elemento que llena de color y vida las calles y plazas de Covilha, haciéndola más bella, más amable y, por ello, más humana.
Me consta que en el municipio se están tomando en serio esto de llenar la ciudad de murales, hasta el punto que anualmente se lleva celebrando desde unos años atrás un festival internacional. Enhorabuena a sus promotores, porque resulta una labor digna de elogio. Como también, y sobre todo, la que llevan a cabo quienes, como artistas, ponen su empeño para crear sus obras. Las ciudades, así, se pueden ver de una forma más placentera.
Me consta que en el municipio se están tomando en serio esto de llenar la ciudad de murales, hasta el punto que anualmente se lleva celebrando desde unos años atrás un festival internacional. Enhorabuena a sus promotores, porque resulta una labor digna de elogio. Como también, y sobre todo, la que llevan a cabo quienes, como artistas, ponen su empeño para crear sus obras. Las ciudades, así, se pueden ver de una forma más placentera.
Dejo constancia de cuatro fotografías, entre las muchas que hice, que sirven de muestra de la experiencia tenida. Invito, por supuesto, a visitar la ciudad y una Sierra llena de encanto, de la que espero encontrar lo que he venido a buscar, entre sus gentes, paisajes, rincones y lo que se tercie por el camino.
lunes, 20 de agosto de 2018
La batalla judicial entre Puigdemont y el estado español
Estamos en plena batalla jurídica y judicial sobre el procès catalán. Sólo que ahora el terreno donde se está jugando ocupa el ámbito internacional y el embrollo
jurídico y judicial, y, por ende, político (porque lo judicial es político), es de envergadura.
Y todo, por
el camino iniciado por el anterior gobierno, con Mariano Rajoy a la cabeza, que
contó con la aquiescencia del que fue Fiscal General del Reino, José Manuel
Mazas (fallecido a finales del año pasado… ¡ay!), continuó luego con la acción
de la jueza Carmen Lamela y después con la del juez Pablo Llarena, que dejó al
Tribunal Supremo en una situación de alto riesgo, para encontrarnos ahora, además,
con el amparo concedido a Llarena por parte del Consejo General del Poder
Judicial.
Y como
concepto, una acusación muy grave, la de rebelión, que está resultando insostenible
en los medios judiciales de Bélgica, Suiza y Alemania. Duro. Para el estado español, claro.
Y como todo
resulta entre inaudito y enrevesado, dejo la palabra a Javier Pérez Royo, quien, como jurista
constitucionalista, sabe algo de ello:
“El
Tribunal Supremo ha perdido el control del proceso. No puede proceder contra
Carles Puigdemont tras la decisión del Tribunal Superior de Schleswig-Holstein
y, al no poder hacerlo, tampoco puede proceder contra los demás querellados sin
quebrar la "cadena de legitimidad democrática" en que consiste el
Estado Constitucional, ya que, de todos los querellados, únicamente Carles
Puigdemont es portador de legitimidad democrática a través de la investidura.
Todos los demás la han recibido de él. Su procesamiento deriva del
procesamiento del president, es un
corolario del procesamiento del president. El Tribunal Supremo podría abrir
juicio contra Carles Puigdemont exclusivamente, dejando fuera a los demás. Pero
lo que no puede es procesar a los demás, sin procesar a Carles Puigdemont. Esto
es una consecuencia insoslayable del principio de legitimación democrática del
poder (…). Es el
propio juez Llarena el que se ha puesto en una posición jurídica insostenible.
No estamos ante un ataque grosero a la integridad de la justicia española, como
ha dicho Llarena. Es una reacción de legítima defensa frente a una instrucción
errática. El 4 de septiembre se va a producir una nueva sorpresa. Y no será la
última. Vamos de disparate en disparate”.
domingo, 19 de agosto de 2018
En Sevilla hay que morí, representada en Zahora
Tenemos
mucha suerte en Barbate cuando nos acercan desde Sevilla algunas excelentes comedias
y poder disfrutar de ellas. Hace unos años lo hizo en el Hotel Alhambra el
grupo Bastarda Española con Retratadas y Estrella
sublime, y este mes hemos podido ver al grupo Lavapa Teatro, que nos ha
ofrecido En Sevilla hay que morí. Como común denominador, un humor
ácido, no exento de crítica social, y la reivindicación de lo andaluz,
incluyendo el habla y sus significados.
Una
acidez que lleva a que se haga uso de las dos patronas de la ciudad,
las santas y mártires Justa y Rufina, para sacar a la luz los
entresijos de una sociedad contradictoria como la que más y en la que lo
religioso, con sus mitos, fiestas y personajes, impregna la vida de sus gentes.
Y mucho atrevimiento, porque tocar determinados mitos puede levantar, cuando
menos, muchas ampollas.
En
el hilo conductor de la obra se utiliza la reivindicación que hacen las mismas
santas para poder salir en la "Madrugá" se la Semana Santa. Entre los
méritos que presentan, además del sacrificio sufrido a manos de los romanos, se
encuentran que hayan sido retratadas por tres grandes de la pintura: Velázquez,
Murillo y Goya. Y como trasfondo sacan a relucir cosas, entre sustanciales y
anecdóticas, como, por ejemplo, que el patrón de la ciudad lo sea el rey
guerrero Fernando III o que la guardia de honor de las dos Esperanzas
procesionales esté integrada por soldados romanos. Eso explicaría su simpatía
con otra santa, pero amiga de los pobres, conocida como Ángela de la Cruz.
Sorprendente
obra, dirigida en esta ocasión por Charo Urbano, a lo que se une una correcta
puesta en escena, incluyendo el decorado y la música. Sin olvidar algunos momentos
memorables, como el comienzo y el final de la obra, el pasaje en que Rufina intenta
iniciar su cante ante una parlanchina Justa o el que protagoniza la propia Ángela
de la Cruz a través de la pantalla. Y por supuesto, una sólida interpretación a
cargo de Eba Rubio (Justa), Rufina (David Sigüenza) y Ángela de la Cruz (Charo
Urbano).
Todo
un lujo y una suerte, pues, que en Barbate hayamos podido disfrutar tanto en el
marco del AnfiTeatro de Zahora. Y creo no confundirme al dar las gracias a
Charo Urbano, por los lazos que mantiene con este lugar apartado,
pero privilegiado, de la costa gaditana.
El manuscrito del tiempo, por las calles de Salamanca
Y una obra
que busca refundir las tres novelas a lo largo de un recorrido de hora y medio
a través de varios rincones de la ciudad: el antiguo arroyo de Santo Domingo,
frente al Convento de San Esteban; lo
que fue el antiguo Colegio Mayor de San Bartolomé, que es el actual Palacio de
Anaya; el entorno de lo que fue la Iglesia de San Cebrián y su legendaria Cueva
de Salamanca; la Catedral Vieja, con la torre de la Nueva de fondo; la plaza conformada por las Escuelas Menores y Mayores, y la
Fachada de la Universidad; la fachada de la Casa de las Conchas; la trasera de
la Iglesia de San Benito; y lo que fue la Plaza de la Yerba, hoy del Corrillo.
Con la presencia permanente de Fernando de Rojas (autor de La Celestina), ejerciendo de pesquisidor y buscando por ello siete figuras de piedra y el enigma que representan, van desfilando distintos personajes, reales o literarios, de finales del siglo XV y principios del XVI (fray Tomás de Santo Domingo, Luisa/Lucía de Medrano, la meretriz Sabela, el bufón Francesillo de Zúñiga, la emperatriz Isabel de Portugal…) o de momentos más recientes (Miguel de Unamuno), y se van mencionando a otros relevantes de la historia salmantina (Beatriz Galindo, el príncipe Juan, el emperador Carlos I, el fraile Juan de Sahagún, el poeta Remigio González Adares…).
Con la presencia permanente de Fernando de Rojas (autor de La Celestina), ejerciendo de pesquisidor y buscando por ello siete figuras de piedra y el enigma que representan, van desfilando distintos personajes, reales o literarios, de finales del siglo XV y principios del XVI (fray Tomás de Santo Domingo, Luisa/Lucía de Medrano, la meretriz Sabela, el bufón Francesillo de Zúñiga, la emperatriz Isabel de Portugal…) o de momentos más recientes (Miguel de Unamuno), y se van mencionando a otros relevantes de la historia salmantina (Beatriz Galindo, el príncipe Juan, el emperador Carlos I, el fraile Juan de Sahagún, el poeta Remigio González Adares…).
No faltan tampoco
el peso que ejercía la Inquisición, la alusión a los prejuicios sexistas de la
educación, el trasfondo de la peculiar vida estudiantil o la presencia de
acontecimientos vividos intensamente en la ciudad, como la guerra de las
Comunidades o las disputas entre los bandos.
Divertida puesta en escena,
buena interpretación, adecuado texto, marco incomparable… ¿qué más se puede
pedir?
miércoles, 15 de agosto de 2018
Murió Samir Amin
Ahora que estoy releyendo la novela de José Saramago Las intermitencias
de la muerte, me encuentro con la noticia del deceso de Samir Amin. A finales del año pasado le dediqué una entrada ("La mirada de Samir Amin sobre la revolución de octubre"), tras la lectura de la que quizás fuese su última obra: La revolución de octubre cien años después (El Viejo Topo, 2017). Me encuentro ahora alejado de mi casa, con algunas limitaciones para poder documentarme y poder dedicar al pensador marxista una entrada digna de su altura.
Nacido en Egipto y formado académicamente como economista en su país de origen y en Francia, fue profesor en Francia y diversos países del mundo dentro de las disciplinas de Economía y Ciencia Política. También estuvo vinculado a algunos países africanos, como Mali o Senegal, a cuyos gobiernos o instituciones asesoró. Comunista desde joven, con el tiempo fue evolucionando hacia la crítica al modelo preponderante en la URSS, acercándose a lo que desde los años sesenta se denominó como maoísmo.
Fue un estudioso de la realidad del subdesarrollo y la forma como afectaba a los países que habían sufrido el colonialismo o estaban sufriendo el dominio de los países capitalistas. Hablaba por ello de las relaciones asimétricas conformadas por el capitalismo monopolista entre el centro (los países avanzados) y la periferia (los países retrasados) del mundo, dentro de un proceso de de diferenciación creciente. Anticipó en sus análisis lo que con el tiempo se convirtió en la realidad de nuestros días: el creciente protagonismo de las empresas multinacionales y el apogeo de una economía globalizada donde el centro dispone del monopolio de las tecnología, las finanzas, los recursos naturales, los medios de comunicación y las armas de destrucción masiva. Desmontó, así mismo, el mito de la posibilidad de convergencia entre países, dado que existe una movilidad de capitales y mercancías, pero no así de mano de obra, que queda localizada en los países de la periferia, donde el mayor grado de explotación es mayor y mayores son los beneficios del capital.
Estuvo por ello entre quienes defendían el enorme potencial revolucionario que tenían los pueblos oprimidos. A finales de los ochenta llegó a proponer la desconexión entre los países en vías de desarrollo en relación al sistema económico internacional del capitalismo, dada la imposibilidad de salir del bucle del subdesarrollo.
Sin haber perdido nunca su norte en la utopía comunista, no hace mucho hizo una propuesta en su libro Por la Quinta Internacional (El Viejo Topo, 2005) que tenía como fin dar coherencia a las luchas sociales y políticas de los últimos tiempos, conservando todo lo que tiene de valiosa esa larga tradición liberadora y desprendiéndose de los errores cometidos.
de la muerte, me encuentro con la noticia del deceso de Samir Amin. A finales del año pasado le dediqué una entrada ("La mirada de Samir Amin sobre la revolución de octubre"), tras la lectura de la que quizás fuese su última obra: La revolución de octubre cien años después (El Viejo Topo, 2017). Me encuentro ahora alejado de mi casa, con algunas limitaciones para poder documentarme y poder dedicar al pensador marxista una entrada digna de su altura.
Nacido en Egipto y formado académicamente como economista en su país de origen y en Francia, fue profesor en Francia y diversos países del mundo dentro de las disciplinas de Economía y Ciencia Política. También estuvo vinculado a algunos países africanos, como Mali o Senegal, a cuyos gobiernos o instituciones asesoró. Comunista desde joven, con el tiempo fue evolucionando hacia la crítica al modelo preponderante en la URSS, acercándose a lo que desde los años sesenta se denominó como maoísmo.
Fue un estudioso de la realidad del subdesarrollo y la forma como afectaba a los países que habían sufrido el colonialismo o estaban sufriendo el dominio de los países capitalistas. Hablaba por ello de las relaciones asimétricas conformadas por el capitalismo monopolista entre el centro (los países avanzados) y la periferia (los países retrasados) del mundo, dentro de un proceso de de diferenciación creciente. Anticipó en sus análisis lo que con el tiempo se convirtió en la realidad de nuestros días: el creciente protagonismo de las empresas multinacionales y el apogeo de una economía globalizada donde el centro dispone del monopolio de las tecnología, las finanzas, los recursos naturales, los medios de comunicación y las armas de destrucción masiva. Desmontó, así mismo, el mito de la posibilidad de convergencia entre países, dado que existe una movilidad de capitales y mercancías, pero no así de mano de obra, que queda localizada en los países de la periferia, donde el mayor grado de explotación es mayor y mayores son los beneficios del capital.
Estuvo por ello entre quienes defendían el enorme potencial revolucionario que tenían los pueblos oprimidos. A finales de los ochenta llegó a proponer la desconexión entre los países en vías de desarrollo en relación al sistema económico internacional del capitalismo, dada la imposibilidad de salir del bucle del subdesarrollo.
Sin haber perdido nunca su norte en la utopía comunista, no hace mucho hizo una propuesta en su libro Por la Quinta Internacional (El Viejo Topo, 2005) que tenía como fin dar coherencia a las luchas sociales y políticas de los últimos tiempos, conservando todo lo que tiene de valiosa esa larga tradición liberadora y desprendiéndose de los errores cometidos.
domingo, 12 de agosto de 2018
La bondad y el cariño, en persona
¡Qué iba a saber la pobrecita de las leyes de la perspectiva! Demasiado fue que, abuela ya, se decidiera a participar en la creación de un paisaje para que sus niñas y niños lo pudieran contemplar: la típica casa en medio del campo, donde no debían faltar las flores. Quizás buscando un lugar idílico donde alejarse de todas las aventuras y desventuras que tuvo que pasar en la vida. ¡Y cómo no acordarnos de sus asados de carne con el toque de ajo machado, limón y el chorreoncito de coñac, el mismo que aplicaba también a los filetes de ternera! ¡Y de esas patatas rebozadas que eran tan maravillosas! ¡Y de las patatas con vinagre -pero sin vinagre y con limón para que no hicieran daño al estómago- que preparaba a primera hora de la mañana en verano, antes de que entrara el calor! ¡Y de su sopa Felisa-Navidad, que entonaba los corazones, como le gustaba decir de todas las sopas! ¡Y de sus pastas de nata y rocas de anís y pedos de lobos...! Tal día como hoy nos deleitaba con cualquiera de esos guisos que preparaba para las ocasiones. En su día no debían faltar de postre los pastelitos de confitería, en especial los jesuitas -rebautizados familiarmente como titorros- y los rusos, y algún año que otro los helados de ponche. Y tal día como hoy, ¡cómo no acordarnos de una mujer que era la bondad y el cariño en persona, lo que ha constituido su más preciada herencia!
sábado, 11 de agosto de 2018
¿Recuerdas, hermano?
miércoles, 8 de agosto de 2018
La ética, lo legal y el terreno donde juega el PP
Que Pablo Casado -antaño dirigente de la gente joven del PP- haya aprobado doce asignaturas en doce meses para finalizar su carrera de Derecho, resulta más que raro. La Universidad Complutense de Madrid determinó en su investigación que no se puede probar que no lo hiciera de forma limpia. Que Rosendo Naseiro coordinó -como tesorero de Alianza Popular (luego, Partido Popular)- una trama para financiar ilegalmente a su partido, saltó a la vista en su momento a tenor de lo que se escuchaba en unas grabaciones telefónicas. Un tribunal de justicia determinó anular dichas grabaciones porque no se habían obtenido legalmente. Que Francisco Camps -cuando era presidente de la Generalitat valenciana- recibió el regalo de varios trajes por parte de su amigo del alma el Bigotes, relacionado con la trama Gürtel, hasta lo ha reconocido él mismo. Un jurado popular concluyó que eso no es corrupción, como ratificó después un Tribunal Superior. Que Mariano Rajoy -cuando era presidente del PP y ya estaba al frente del gobierno- le mandó a Luis Bárcenas el mensaje "Sé fuerte" en pleno escándalo de la financiación del PP, es verídico. Para Rajoy y su partido eso es como decir "Hala, Madrid".
Son cuatro de los ejemplos que utiliza Javier Pérez Royo en su artículo "Pablo Casado: la ética y la ley", en su columna en eldiario.es, para ilustrar dos principios del Derecho: lo que puede ser legal, no tiene por qué ser ético; sin pruebas, no puede haber condena, aun cuando existan evidencias o sospechas más que fundadas sobre un delito. En el artículo dice cosas como éstas: "Vamos a quedarnos en un terreno en el que, sin duda, el Sr. Casado se reconoce con seguridad, porque es el terreno en el que se ha movido en los últimos quince años, es decir, durante la mayor parte de su vida adulta. El terreno de su partido". Lo concluye así: "La universidad Complutense se ha cubierto de gloria con un alumno como usted".
Son cuatro de los ejemplos que utiliza Javier Pérez Royo en su artículo "Pablo Casado: la ética y la ley", en su columna en eldiario.es, para ilustrar dos principios del Derecho: lo que puede ser legal, no tiene por qué ser ético; sin pruebas, no puede haber condena, aun cuando existan evidencias o sospechas más que fundadas sobre un delito. En el artículo dice cosas como éstas: "Vamos a quedarnos en un terreno en el que, sin duda, el Sr. Casado se reconoce con seguridad, porque es el terreno en el que se ha movido en los últimos quince años, es decir, durante la mayor parte de su vida adulta. El terreno de su partido". Lo concluye así: "La universidad Complutense se ha cubierto de gloria con un alumno como usted".
martes, 7 de agosto de 2018
¿De la hipocresía?
Dos amigos hablaban. Era el atardecer de la estación otoñal. Desde la ventana se divisaba el paisaje que uno de ellos contemplaba cada día. Los árboles verdes y los tejados rojos salpicados de chimeneas y antenas, y el horizonte donde los edificios nuevos iban incrustándose sobre el campo y habían hecho desaparecer la visión del río. A esa hora la luz iba perdiendo intensidad, mientras en el cielo el azul se fundía con los colores cálidos que la luz del sol en su ocaso iba desprendiendo. Los dos amigos hablaban observando un papel.
-¿Qué ves en este dibujo?
-Veo dos cabezas saliendo a través del cuello del mismo tronco. Están de perfil y unidas por sus respectivas partes posteriores. La cabeza situada en la izquierda es algo mayor en tamaño y en ella se contempla su cara izquierda. Se puede decir que es el reverso de la otra, la situada en la derecha, que, además de ser algo más pequeña, se corresponde con su cara derecha
-En efecto.
-Sus miradas resultan imposibles entre sí… por opuestas.
-Puede ser.
-En cuanto a los ojos en sí, son algo grandes, ¿verdad?
-Sí, pero tampoco mucho.
-Y esquemáticos.
-También.
-Me recuerdan algo los ojos almendrados originarios de las antiguas culturas orientales del Mediterráneo.
-Como la egipcia, la arcaica griega...
-Sus gestos son serios. Lo corroboran sus bocas, que están cerradas.
-¿Y no distingues en las cabezas algunos matices que las haga diferentes entre sí?
-Vamos a ver. La cabeza de la izquierda parece más calmada o, mejor, contenida. Quizás manifieste cierta actitud de sorpresa. En la cabeza derecha… se observa… gravedad.
Sí, eso, una mayor gravedad. Se atisba
en ella un ceño que parece fruncirse.
-¿En qué lo notas?
-Por ejemplo, en la raya negra que hay sobre su óvalo facial. También,
en su ceja, que la tiene algo más pronunciada.
-¿Y la mano?
-Bueno, está separada. Es una mano izquierda. No tiene una conexión
física como tal, aunque sí… digamos que mentalmente. Con la cabeza situada
a la derecha, claro.
-¿Por qué crees que sus trazos no tienen una ligazón con esa cabeza?
-No sé. Ya dije que parece que puede tener una conexión mental con la cabeza
derecha. En cuanto a su significado… No parece amistosa. Más bien, amenazante.
Quizás exagere, pero también podría expresar una advertencia.
-Advertencia... puede. ¿Y paternalismo?
-Bueno, podría ser. Pero no lo veo.
-¿Ves más cosas?
-Hombre, fuera de lo que son los rasgos físicos y psicológicos, veo también a Jano. El dios romano de las dos caras. El protector de las ciudades. El que se situaba en sus puertas. El mismo que despedía tanto al año que se iba como saludaba al nuevo que llegaba. Pero ante todo, lo segundo, hasta el punto que se le atribuyó el nombre del primer mes del año.
-Uno de los dioses favoritos. Era muy popular.
-Es curioso todo esto. Era uno de los meses del año que de niño no
sabía a quién estaba dedicado, como ocurría con febrero, abril y mayo. Sabía lo de marzo, dedicado a Marte; o lo de junio, a la diosa Juno, esposa de Júpiter. También, lo de julio o agosto, dedicados a los dos gobernantes que sentaron las bases del imperio, esto es, Julio César y Augusto. Y lo de los meses que aluden a números ordinales, que acabaron desplazados en el orden por los dos anteriores: septiembre, el noveno; octubre, el décimo... Cuando, ya de joven, averigüé quiénes eran enero, febrero, abril y mayo, entendí entonces, en el caso del primero, por qué en francés se dice janvier o
en inglés, january.
-Jano era un dios protector, pero también expresaba ambivalencia. Sus dos caras muestran una cosa y la contraria. ¿No te sugiere esto último algo?
-La actitud humana de la hipocresía.
-La actitud humana de la hipocresía.
-Por supuesto. Aunque quizás sepas que esta idea fue introducida posteriormente.
-Es que no era propia del mundo romano. Como Jano era una de sus divinidades preferidas, quizás eso explicara que acabara teniendo esa connotación negativa, quizás por influencia del cristianismo.
-¿Estás seguro de esto último?
-Es que no era propia del mundo romano. Como Jano era una de sus divinidades preferidas, quizás eso explicara que acabara teniendo esa connotación negativa, quizás por influencia del cristianismo.
-¿Estás seguro de esto último?
Bueno, es una elucubración.
-Fíjate en el nombre de Juan: ¿no tiene cierto parecido al de Jano? Aun siendo de origen hebreo, su significado etimológico es también positivo: fiel, la gracia de Dios. Y fíjate en los personajes del mundo cristiano con ese nombre: el Bautista, el Apóstol, el Evangelista...
-Sí, pero relacionar Jano con Juan es hacer también conjeturas.
-De acuerdo, pero insisto sobre la hipocresía.
-Sinceramente, no lo sé.
-Sí, pero relacionar Jano con Juan es hacer también conjeturas.
-De acuerdo, pero insisto sobre la hipocresía.
-Sinceramente, no lo sé.
-¿Y el dibujo? ¿Tiene que ver con ello?
-¿Por qué no? Pero, en todo caso, habría que preguntárselo a quien las hizo.
-Ésa es la cuestión.
(¿1983?/2018)
lunes, 6 de agosto de 2018
¿Monarquía o república en España? Los resultados de una encuesta
Plantear en España un referéndum sobre monarquía o república es un tema tabú. Ya lo estamos viendo en el caso de Catalunya, donde el intento de llevarlo cabo ha contado con la actuación furibunda de la distintas instancias del estado. En este caso, no obstante, ha habido un atrevimiento grande por parte de diversas instituciones y de la propia sociedad catalana, expresión de un estado de opinión muy diferente del que hay en el resto de España. En el estado de opinión existente en Catalunya confluyen dos aspectos: un amplio apoyo a la defensa del derecho a decidir sobre la relación con el estado, independientemente del sentido del voto, y un creciente deseo hasta hace poco de quienes optarían por separarse.
En el conjunto de España la cosa, esto es, la situación política, es diferente. Y en lo que concierne a la necesidad de un cambio en la forma de la jefatura del estado conviene matizar distintos aspectos, como vamos a ir viendo. Que no hay una expresión llamativa en favor de un cambio, es una realidad y que no deja de ser una prueba de la capacidad de influencia sobre la sociedad que aún tienen los diversos poderes del estado.
Pese a ello, considero que debería haber un mayor atrevimiento desde los agentes políticos en favor de ese cambio. Cuando tuvo lugar el tránsito de la corona en favor del actual monarca, hace cuatro años, apenas hubo concentraciones significativas. El papel pasivo que jugó Podemos, por entonces en pleno ascenso en las encuestas, condicionó al menos en parte lo que vino después. Un excesiva confianza en la posibilidad de "alcanzar los cielos" y un mala interpretación de lo que creían que era una maniobra exitosa con el acceso del hijo al trono, supusieron que se postergara como prioritario el planteamiento de un cambio en la forma de la jefatura del estado. Haciendo uso de su vocabulario político, no vieron en la lucha por la república una ventana de oportunidad.
Hace unos días la revista Contexto publicó un reportaje interesante, titulado "El apoyo a la monarquía, por debajo del 50%", en el que se ofrece algo que puede resultar inédito en nuestro país: los resultados de una encuesta en torno a la monarquía y la república. Pocas encuestas se han hecho, que yo sepa, pero ninguna, hayan sido muchas o pocas, se ha publicado. Sabidos son los temores que había en plena Transición por parte de los poderes del estado, como el propio Adolfo Suárez manifestó en el contexto de una entrevista inédita en 1995 y sin que lo supiéramos hasta hace poco. También son sabidos los rumores de que el CIS dispone de información, pero que no la hace pública. Algo peligroso tendrá para el sistema, pues de ser lo contrario ya se habría aireado.
Pues bien, la encuesta publicada en Contexto supone un avance importante y lo que nos ofrece resulta de gran interés. Veámoslo.
1. El apoyo a que haya un referéndum resulta mayoritario, pero no con un margen estrecho, sino muy amplio, hasta el punto que casi lo duplica: 63,8% frente al 34,4% que lo rechaza.
2. También puede resultar sorprendente que en todas la comunidades y las ciudades autónomas se defienda una consulta al respecto; la apoyan en mayor medida Cataluña y País Vasco; le siguen Baleares, Navarra, País Valenciano, Canarias, Galicia, Asturias, Cantabria y La Rioja; y las que menos, Madrid, Murcia y las dos Castillas.
3. En cuanto al resultado global, la opción por la monarquía la apoya el 49,9% y la de la república, el 47,4%; una ventaja de 2,5 puntos que, no obstante, no resulta abrumadora.
4. Por edades, la situación difiere; hasta los 35 años las preferencias se invierten: 46% y 53%, respectivamente; entre los 36 y los 55 años, tienden a igualarse, aunque con una ligera ventaja de la monarquía (49%) frente a la república (48%); y desde los 56 no cabe duda que se opta por monarquía, cuyo 55% de apoyo supera en 14 puntos a la república.
5. Por comunidades autónomas también hay diferencias, que no son en general tan llamativas si nos atenemos a la orientación política existente; en nueve la república resulta la opción preferida: Cataluña (80,3%), País Vasco (77,1), Baleares (63,9), Navarra (63,7), País Valenciano (60), Canarias (56,4), Galicia (55,4), Asturias (51,7) y La Rioja (51,7).
6. Las comunidades donde la monarquía tiene más apoyos son ocho, a las que hay que sumar las dos ciudades autónomas: Castilla y León (59,7%), Castilla-La Mancha (58,8), Murcia (57,2), Ceuta (56,1), Madrid (53,8), Extremadura (51,9), Aragón (50,4), Melilla (50), Andalucía (49,9) y Cantabria (49).
7. El caso de Andalucía, donde el PSOE lleva siendo el partido hegemónico desde 1982, la diferencia entre una opción y otra es mayor que la existente en el conjunto del estado: 49,9% en favor de la monarquía y 45,4%, por la república, esto es, 4,5 puntos frente a 2,5.
8. Por grupos políticos, se opta abrumadoramente por la república, superior al 90%, entre quienes votan por PDdeCat, En Marea, ERC, Bildu, BNG, Compromís, En Comú Podem y Unidos Podemos; hay un apoyo alrededor del 60% en PSOE, PACMA y Otros (donde se encontraría el PNV, CC...).
9. Los apoyos a la monarquía se encuentran en el PP, Ciudadanos y Vox, con unos niveles en torno al 80%, ligeramente por debajo en el segundo; en el PSOE hay un 40% de su electorado que prefiere la monarquía, así como en Otros, y en el PACMA, el 30%.
¿Qué conclusiones pueden sacarse?
1. La divisoria izquierda-derecha resulta evidente: en la izquierda haya mayores apoyos a la república y en la derecha, sobre todo la españolista, a la monarquía.
2. También hay una clara divisoria la territorial, siendo las comunidades con lenguas vernáculas propias las que optan por la república frente a las que el castellano es la única.
3. Por último, la edad marca una diferencia sustancial, que, dados los mayores apoyos por la república entre los grupos más jóvenes, permite que sea una opción de futuro más probable. ¿Una ventana de oportunidad?
En el conjunto de España la cosa, esto es, la situación política, es diferente. Y en lo que concierne a la necesidad de un cambio en la forma de la jefatura del estado conviene matizar distintos aspectos, como vamos a ir viendo. Que no hay una expresión llamativa en favor de un cambio, es una realidad y que no deja de ser una prueba de la capacidad de influencia sobre la sociedad que aún tienen los diversos poderes del estado.
Pese a ello, considero que debería haber un mayor atrevimiento desde los agentes políticos en favor de ese cambio. Cuando tuvo lugar el tránsito de la corona en favor del actual monarca, hace cuatro años, apenas hubo concentraciones significativas. El papel pasivo que jugó Podemos, por entonces en pleno ascenso en las encuestas, condicionó al menos en parte lo que vino después. Un excesiva confianza en la posibilidad de "alcanzar los cielos" y un mala interpretación de lo que creían que era una maniobra exitosa con el acceso del hijo al trono, supusieron que se postergara como prioritario el planteamiento de un cambio en la forma de la jefatura del estado. Haciendo uso de su vocabulario político, no vieron en la lucha por la república una ventana de oportunidad.
Hace unos días la revista Contexto publicó un reportaje interesante, titulado "El apoyo a la monarquía, por debajo del 50%", en el que se ofrece algo que puede resultar inédito en nuestro país: los resultados de una encuesta en torno a la monarquía y la república. Pocas encuestas se han hecho, que yo sepa, pero ninguna, hayan sido muchas o pocas, se ha publicado. Sabidos son los temores que había en plena Transición por parte de los poderes del estado, como el propio Adolfo Suárez manifestó en el contexto de una entrevista inédita en 1995 y sin que lo supiéramos hasta hace poco. También son sabidos los rumores de que el CIS dispone de información, pero que no la hace pública. Algo peligroso tendrá para el sistema, pues de ser lo contrario ya se habría aireado.
Pues bien, la encuesta publicada en Contexto supone un avance importante y lo que nos ofrece resulta de gran interés. Veámoslo.
1. El apoyo a que haya un referéndum resulta mayoritario, pero no con un margen estrecho, sino muy amplio, hasta el punto que casi lo duplica: 63,8% frente al 34,4% que lo rechaza.
2. También puede resultar sorprendente que en todas la comunidades y las ciudades autónomas se defienda una consulta al respecto; la apoyan en mayor medida Cataluña y País Vasco; le siguen Baleares, Navarra, País Valenciano, Canarias, Galicia, Asturias, Cantabria y La Rioja; y las que menos, Madrid, Murcia y las dos Castillas.
3. En cuanto al resultado global, la opción por la monarquía la apoya el 49,9% y la de la república, el 47,4%; una ventaja de 2,5 puntos que, no obstante, no resulta abrumadora.
4. Por edades, la situación difiere; hasta los 35 años las preferencias se invierten: 46% y 53%, respectivamente; entre los 36 y los 55 años, tienden a igualarse, aunque con una ligera ventaja de la monarquía (49%) frente a la república (48%); y desde los 56 no cabe duda que se opta por monarquía, cuyo 55% de apoyo supera en 14 puntos a la república.
5. Por comunidades autónomas también hay diferencias, que no son en general tan llamativas si nos atenemos a la orientación política existente; en nueve la república resulta la opción preferida: Cataluña (80,3%), País Vasco (77,1), Baleares (63,9), Navarra (63,7), País Valenciano (60), Canarias (56,4), Galicia (55,4), Asturias (51,7) y La Rioja (51,7).
6. Las comunidades donde la monarquía tiene más apoyos son ocho, a las que hay que sumar las dos ciudades autónomas: Castilla y León (59,7%), Castilla-La Mancha (58,8), Murcia (57,2), Ceuta (56,1), Madrid (53,8), Extremadura (51,9), Aragón (50,4), Melilla (50), Andalucía (49,9) y Cantabria (49).
7. El caso de Andalucía, donde el PSOE lleva siendo el partido hegemónico desde 1982, la diferencia entre una opción y otra es mayor que la existente en el conjunto del estado: 49,9% en favor de la monarquía y 45,4%, por la república, esto es, 4,5 puntos frente a 2,5.
8. Por grupos políticos, se opta abrumadoramente por la república, superior al 90%, entre quienes votan por PDdeCat, En Marea, ERC, Bildu, BNG, Compromís, En Comú Podem y Unidos Podemos; hay un apoyo alrededor del 60% en PSOE, PACMA y Otros (donde se encontraría el PNV, CC...).
9. Los apoyos a la monarquía se encuentran en el PP, Ciudadanos y Vox, con unos niveles en torno al 80%, ligeramente por debajo en el segundo; en el PSOE hay un 40% de su electorado que prefiere la monarquía, así como en Otros, y en el PACMA, el 30%.
¿Qué conclusiones pueden sacarse?
1. La divisoria izquierda-derecha resulta evidente: en la izquierda haya mayores apoyos a la república y en la derecha, sobre todo la españolista, a la monarquía.
2. También hay una clara divisoria la territorial, siendo las comunidades con lenguas vernáculas propias las que optan por la república frente a las que el castellano es la única.
3. Por último, la edad marca una diferencia sustancial, que, dados los mayores apoyos por la república entre los grupos más jóvenes, permite que sea una opción de futuro más probable. ¿Una ventana de oportunidad?