Plantear en España un referéndum sobre monarquía o república es un tema tabú. Ya lo estamos viendo en el caso de Catalunya, donde el intento de llevarlo cabo ha contado con la actuación furibunda de la distintas instancias del estado. En este caso, no obstante, ha habido un atrevimiento grande por parte de diversas instituciones y de la propia sociedad catalana, expresión de un estado de opinión muy diferente del que hay en el resto de España. En el estado de opinión existente en Catalunya confluyen dos aspectos: un amplio apoyo a la defensa del derecho a decidir sobre la relación con el estado, independientemente del sentido del voto, y un creciente deseo hasta hace poco de quienes optarían por separarse.
En el conjunto de España la cosa, esto es, la situación política, es diferente. Y en lo que concierne a la necesidad de un cambio en la forma de la jefatura del estado conviene matizar distintos aspectos, como vamos a ir viendo. Que no hay una expresión llamativa en favor de un cambio, es una realidad y que no deja de ser una prueba de la capacidad de influencia sobre la sociedad que aún tienen los diversos poderes del estado.
Pese a ello, considero que debería haber un mayor atrevimiento desde los agentes políticos en favor de ese cambio. Cuando tuvo lugar el tránsito de la corona en favor del actual monarca, hace cuatro años, apenas hubo concentraciones significativas. El papel pasivo que jugó Podemos, por entonces en pleno ascenso en las encuestas, condicionó al menos en parte lo que vino después. Un excesiva confianza en la posibilidad de "alcanzar los cielos" y un mala interpretación de lo que creían que era una maniobra exitosa con el acceso del hijo al trono, supusieron que se postergara como prioritario el planteamiento de un cambio en la forma de la jefatura del estado. Haciendo uso de su vocabulario político, no vieron en la lucha por la república una ventana de oportunidad.
Hace unos días la revista Contexto publicó un reportaje interesante, titulado "El apoyo a la monarquía, por debajo del 50%", en el que se ofrece algo que puede resultar inédito en nuestro país: los resultados de una encuesta en torno a la monarquía y la república. Pocas encuestas se han hecho, que yo sepa, pero ninguna, hayan sido muchas o pocas, se ha publicado. Sabidos son los temores que había en plena Transición por parte de los poderes del estado, como el propio Adolfo Suárez manifestó en el contexto de una entrevista inédita en 1995 y sin que lo supiéramos hasta hace poco. También son sabidos los rumores de que el CIS dispone de información, pero que no la hace pública. Algo peligroso tendrá para el sistema, pues de ser lo contrario ya se habría aireado.
Pues bien, la encuesta publicada en Contexto supone un avance importante y lo que nos ofrece resulta de gran interés. Veámoslo.
1. El apoyo a que haya un referéndum resulta mayoritario, pero no con un margen estrecho, sino muy amplio, hasta el punto que casi lo duplica: 63,8% frente al 34,4% que lo rechaza.
2. También puede resultar sorprendente que en todas la comunidades y las ciudades autónomas se defienda una consulta al respecto; la apoyan en mayor medida Cataluña y País Vasco; le siguen Baleares, Navarra, País Valenciano, Canarias, Galicia, Asturias, Cantabria y La Rioja; y las que menos, Madrid, Murcia y las dos Castillas.
3. En cuanto al resultado global, la opción por la monarquía la apoya el 49,9% y la de la república, el 47,4%; una ventaja de 2,5 puntos que, no obstante, no resulta abrumadora.
4. Por edades, la situación difiere; hasta los 35 años las preferencias se invierten: 46% y 53%, respectivamente; entre los 36 y los 55 años, tienden a igualarse, aunque con una ligera ventaja de la monarquía (49%) frente a la república (48%); y desde los 56 no cabe duda que se opta por monarquía, cuyo 55% de apoyo supera en 14 puntos a la república.
5. Por comunidades autónomas también hay diferencias, que no son en general tan llamativas si nos atenemos a la orientación política existente; en nueve la república resulta la opción preferida: Cataluña (80,3%), País Vasco (77,1), Baleares (63,9), Navarra (63,7), País Valenciano (60), Canarias (56,4), Galicia (55,4), Asturias (51,7) y La Rioja (51,7).
6. Las comunidades donde la monarquía tiene más apoyos son ocho, a las que hay que sumar las dos ciudades autónomas: Castilla y León (59,7%), Castilla-La Mancha (58,8), Murcia (57,2), Ceuta (56,1), Madrid (53,8), Extremadura (51,9), Aragón (50,4), Melilla (50), Andalucía (49,9) y Cantabria (49).
7. El caso de Andalucía, donde el PSOE lleva siendo el partido hegemónico desde 1982, la diferencia entre una opción y otra es mayor que la existente en el conjunto del estado: 49,9% en favor de la monarquía y 45,4%, por la república, esto es, 4,5 puntos frente a 2,5.
8. Por grupos políticos, se opta abrumadoramente por la república, superior al 90%, entre quienes votan por PDdeCat, En Marea, ERC, Bildu, BNG, Compromís, En Comú Podem y Unidos Podemos; hay un apoyo alrededor del 60% en PSOE, PACMA y Otros (donde se encontraría el PNV, CC...).
9. Los apoyos a la monarquía se encuentran en el PP, Ciudadanos y Vox, con unos niveles en torno al 80%, ligeramente por debajo en el segundo; en el PSOE hay un 40% de su electorado que prefiere la monarquía, así como en Otros, y en el PACMA, el 30%.
¿Qué conclusiones pueden sacarse?
1. La divisoria izquierda-derecha resulta evidente: en la izquierda haya mayores apoyos a la república y en la derecha, sobre todo la españolista, a la monarquía.
2. También hay una clara divisoria la territorial, siendo las comunidades con lenguas vernáculas propias las que optan por la república frente a las que el castellano es la única.
3. Por último, la edad marca una diferencia sustancial, que, dados los mayores apoyos por la república entre los grupos más jóvenes, permite que sea una opción de futuro más probable. ¿Una ventana de oportunidad?