Hoy me he encontrado con una noticia muy buena: la Junta Vecinal de Zahara de los Atunes ha decidido dedicar una de sus calles a Manuel Abel Romero, que fue maestro de la localidad entre 1930 y 1936. Recibida la noticia, de inmediato no pude por menos que transmitírsela a Cristina Abel Núñez, sobrina nieta del maestro, que la ha recibido emocionada.
Estamos ante un acto de justicia y reparación con una persona que fue vilmente asesinada en agosto de 1936, probablemente en las inmediaciones de Puerto Real. Sus restos mortales siguen aún desaparecidos. Poco antes, una patrulla procedente del municipio de Vejer de la Frontera, al que pertenecían tanto Barbate como Zahara de los Atunes, había ido a detenerlo a su casa familiar en Bonanza, la barriada de Sanlúcar de Barrameda donde había nacido y en la que estaba pasando las vacaciones. Ya asesinado, no mucho después, sufrió un proceso de depuración, que finalizó en 1939 con su separación del cuerpo de Magisterio al que pertenecía como funcionario.
Sobre las circunstancias de su muerte y depuración profesional le he dedicado algunos pasajes en mi libro Fascismo y represión en Barbate durante la guerra y la postguerra. En febrero pasado, gracias a la información que me facilitó Javier Hernández Navarro, publiqué en este cuaderno el artículo "Más sobre el asesinato de Manuel Abel Romero, el maestro de Zahara de los Atunes: dónde y cuándo fue detenido". A la vez, fui obteniendo más datos sobre su vida, lo que me permitió que en mayo concluyera un trabajo en el que he ampliado la información que hasta el momento se ha publicado sobre su vida. A la espera de que pueda salir a la luz -lo que, al parecer, va a ser posible gracias a la Mancomunidad de La Janda y la ELA de Zahara de los Atunes-, el trabajo llevará por título Manuel Abel Romero (1905-1936): más sobre la vida y el asesinato del maestro de Zahara de los Atunes.
Debemos sentir la emoción que se corresponde con la medida tomada en Zahara de los Atunes, pues se ha hecho realidad un deseo esperado por mucha gente. Y, ante todo, lo importante es haber dado un paso más en el logro de justicia, reparación y memoria de una de las tantas víctimas del fascismo.