"Picasso
no sólo utilizó un lenguaje formal para comunicar lo que quería, sino que en
ese lenguaje se encuentra implícito el contenido. El Guernika, su
visión, es la muerte en acción; supone la muerte de la civilización; es
necesario elegir: o barbarie o civilización, o nazismo o civilización. El
cuadro desentraña la realidad misma, sin querer evadirla, ni siquiera
desvirtuarla".
No sé la fecha concreta en que escribí esas palabras y dibujé el fragmento de la obra de Picasso, pero lo fue entre finales de 1982 y principios de 1983. Escribí su título incorrectamente mezclando el castellano y el euskera, cuando Picasso lo hizo en el primero de los idiomas. El contenido de mis palabras estaba inspirado en Giulio Carlo Argan, quien en su obra El arte Moderno había dedicado un breve análisis del cuadro.
Mucho
se ha escrito del bombardeo. Sabemos mucho de él y también de los intentos por
parte de quienes lo perpetraron para minimizarlo, desvirtuarlo... Recomiendo la
obra escrita por Herbert R. Southworth La destrucción de Guernica.
Periodismo, diplomacia, propaganda e historia. También sabemos mucho
del cuadro. De sus orígenes, de la forma en que se hizo, del tiempo que
empleado... También se ha escrito mucho sobre su contenido, aunque aquí hemos
de entrar en otro mundo, el de las interpretaciones, donde se mezcla lo formal,
lo iconográfico y hasta lo iconológico. Y siguiendo con las recomendaciones,
propongo el trabajo de Juan Antonio Ramírez, que lleva el título de Guernica.
Nunca
un acontecimiento histórico y una obra de arte han estado tan unidos. El horror
y el arte. El bombardeo de Gernika y el Guernica de Picasso.
El horror de un suceso más de una guerra. Un suceso que después ha sido
superado por muchos más en muchas más guerras. Pero fue ese en concreto el que
ha acabado unido a una de las obras cumbres del mundo del arte. Para que su
memoria acabe perdurando por los siglos de los siglos.
Se
dice que Picasso dijo un día, contestando a un militar o funcionario alemán, que
él no hizo eso, sino que fue cosa de “ustedes”, refiriéndose al nazismo alemán.
Habría que añadir, según lo investigado
por Southworth, que en conjunción con los mandos españoles que se habían
sublevado en 1936.
No
pretendo ahora adentrarme ni en lo histórico ni en lo artístico. Sólo quiero
dejar constancia que un día como hoy hace ochenta años ocurrió.