Pulso en la Iglesia
Me pregunto si quienes hace dos años se exhibieron por las calles de las ciudades españolas recibiendo al papa Benedicto XVI o quienes lo jalearon en numerosos medios de comunicación aceptan lo que estos días está diciendo Francisco I, su sucesor, acerca de la laicidad del estado o las personas homosexuales, amén de otras palabras o gestos. Tengo la impresión que se está produciendo un pulso tenso e intenso en el seno de las altas jerarquías de la Iglesia Católica. En todo caso, son sólo preguntas.