Desde Amnistía Internacional se denuncia la ausencia de garantías procesales, así como la existencia de torturas, malos tratos y coacciones a las personas detenidas y ahora condenadas.
Sobre lo ocurrido a finales de 2010 falta una investigación independiente. Durante varias semanas miles de saharauis levantaron un campamento con el fin de denunciar la situación que viven en el territorio ocupado por Marruecos. La intervención de la policía marroquí dio lugar a unos graves incidentes en el que perecieron varias personas. Los datos reales se desconocen, pese al empeño del gobierno marroquí por culpar a la población saharaui, maximizar las víctimas de la policía y minimizar las de la saharaui. Las fuentes saharauis y de organizaciones humanitarias son diferentes. Lo que parece más claro es que tras el desmantelamiento del campamento, la represión fue durísima. Las detenciones y arbitrariedades estuvieron a la orden del día. Las sentencias del tribunal militar no han dejado dudas. En Marruecos se sigue apostando por la violencia, la impunidad, la violación del derecho internacional...