Estuve en Asila (Arzila, Arcila, Asilah...) el último día de febrero. En uno de los salientes de su muralla vi sentado a un hombre. Me llamó la atención su pose y su mirada. Exhalaba tranquilidad. Más que una mirada perdida, me pareció estar como ausente. ¿O meditaba quizás? Al lado se encuentra un antiguo, aunque pequeño, cementerio. ¿Mostraba el respeto debido? No lo sé, son sólo suposiciones. No estaba solo. Mucha gente iba y venía por ese saliente de la muralla desde donde pude contemplar el océano. Era un día soleado de invierno y el oleaje manso apenas rompía contra las rocas. Fue un día de asueto para mí y quienes me acompañaban (José Manuel, Tere, Felisa). Asila es una ciudad rancia. Me suena su tradición vinculada al mar por los marineros de Barbate que por allí han pasado y hasta pernoctado. Arcila es como la llaman. Ahora también es una ciudad volcada al turismo. Me pareció diferente a otras y bella a la vez. Un lugar donde se mezclan diferentes y milenarias huellas. La más presente y la más evidente, la de quienes la llevan morando desde siglos. Una mezcla, a su vez, de lo bereber y lo árabe. La morería. Está también la huella portuguesa, con sus moles amuralladas. Más recientemente hay quienes desde el otro lado del Estrecho han encontrado un lugar para retirarse. No faltamos quienes participamos del trasiego diario para visitarla fugazmente. Una ciudad donde la calle es la sala de estar de la mayoría y de ahí el trasiego continuo de gentes. El paseo que dimos estuvo lleno de luz y de colores. Vimos hombres y mujeres con sus chilabas. Algunas, pocas, cubriendo su rostro y temerosas de ser retratadas. Vimos niños y niñas que salían de la escuela con gritos y sonrisas. Comerciantes que mostraban todo lo que podían ofrecer en sus tiendas o en sus carros ambulantes. El panadero que fabricaba en su horno de arcilla los kobs que probamos y compramos. Restaurantes donde comer -y acabamos comiendo- kus-kus y tayín. O teterías donde beber -y bebimos- el té con hierbabuena, acompañado de pastas. La voz intensa del almuecín llamando a la oración marcó casi el final de nuestra estancia. Presuroso vimos correr hacia la mezquita al chófer que debía llevarnos de regreso a Tánger. Mientras le esperamos, el guía ultimaba el encargo que le había hecho una pareja para disfrutarlo en la Península. ¿Dónde estaría en ese momento el hombre que vimos por la mañana en uno de los salientes de la muralla? ¿Era su mirada -la que me pareció como de ausente- la del tiempo que permanece y busca seguir manteniéndose?
Historia, política, sociología, arte, música, geografía, literatura, pensamiento...
sábado, 27 de octubre de 2012
viernes, 26 de octubre de 2012
¿Y tras elecciones gallegas y vascas?
Dos elecciones
autonómicas simultáneas: las gallegas y las vascas. Son dos comunidades
relevantes. Dos de las tres reconocidas en la Constitución como
históricas. Habían plebiscitado durante la Segunda República
sus propios estatutos de autonomía y el franquismo los mandó al fuego del
fascismo. Pero desde entonces ha llovido mucho.
Galicia
Es uno de los baluartes de la derecha. Ésta ha gobernado desde 1980 como AP y como PP. Manuel Fraga ocupó la presidencia de la Xunta 15 años, desde 1990 hasta 2005. Hubo dos paréntesis: uno raro, entre 1987 y 1990, tras una moción de censura que desbancó a Gerardo Fernández Albor para poner al psocialista Fernando González Laxe; el otro, entre 2005 y 2009, con el bipartito PSOE-BNG y el también psocialista Emilio Pérez Touriño al frente.
Alberto Núñez Feijóo recuperó para el PP el gobierno gallego en 2009. Astuto, ha sabido evitar el riesgo de una posible derrota adelantando en un año las elecciones. Ha querido desvincularse de la política del gobierno central. Por eso durante la campaña no han aparecido Rajoy y sus ministros, salvo el último día. Por eso las siglas PP han sido poco utilizadas. Por eso se ha personalizado tanto en el propio Núñez Feijóo. Han sabido aprovechar la enorme base social conservadora que tienen. Una base social en la que no faltan rasgos clientelares, cuando no caciquiles, sobre todo en el mundo rural. De ahí que en lugo y Orense arrase. Han vendido hábilmente su producto, autocalificando la gestión de gobierno como buena (me pregunto, entonces, si lo era, qué sentido adelantar las elecciones). Les ha salido bien la jugada. Incluso mejor de lo esperado. Porque, queriendo desmarcase del gobierno de Rajoy, han acabado dándole un balón de oxígeno. Pero, ojo, ha perdido votos: 108.000 sobre 2009 y 208.000 sobre las generales de 2011.
¿Y la oposición? Muy mal. El PSOE, en una debacle. Ha perdido 190.000 votos sobre 2009 y 158.000 sobre 2011. El BNG, sufriendo la escisión de Beirás y su grupo, ha perdido casi la mitad de los votos sobre 2009 y 40.000 sobre 2011. La alianza del grupo de Beiras con Esquerda Galega, Alianza Galega de Esquerda, ha irrumpido con fuerza. Ha alcanzado 200.000 votos, que suponen el 14%. Localizados, sobre todo, en La Coruña y Pontevedra, y, dentro de éstas, en las áreas urbanas.
País Vasco
Es otro mundo. Mucho más complejo. Ha sido escenario de una encarnizada lucha violenta durante décadas. Desde el estado y desde un sector de la sociedad. ETA hace un año depuso la lucha armada, aunque no todavía las armas. El territorio vive un proceso de paz. Esperanzador. Apenas ha habido cambios en los actores políticos, no así en el comportamiento de cada uno. Eso está suponiendo que se esté produciendo un replanteamiento estratégico, evidente en la izquierda abertzale y más tímidamente en otros grupos, como el PNV y el PSE.
Hace tres años las elecciones dieron una imagen fuertemente deformada de la realidad. No pudo concurrir, porque no la dejaron, la izquierda abertzale. Se recurrió para ello a la ley de partidos, que la vinculaba directamente a ETA. Decenas de miles de personas quedaron sin representación. El mapa político resultante no se correspondía con la realidad. Por eso salió elegido como lehendakari Patxi López, aupado por un aumento en votos y el apoyo que le dio el PP en la investidura. Durante los tres últimos años se ha iniciado el proceso de paz, auspiciado desde la propia izquierda abertzale y, en cierta medida, apoyado por el PSE y el PNV. No así el PP, que, dentro de su discurso españolista, está internamente tensionado desde los sectores más duros.
Esta nueva situación ha afectado al nuevo mapa político. Lo ocurrido el domingo ha vuelto a poner al PNV como ganador. Y en las tres provincias. Ha perdido votos sobre 2009: 13.000; y también ganado: 60.000 sobre 2011. Consecuencia de un trasiego entre partidos: ha recibido préstamos desde el PSE y el PP; ha intercambiado votos con Bildu (en 2011, Amaiur). El PNV, y más con Urkullu al frente, es moderación, centrismo... Para los tiempos que corren, sirve ante el envite lanzado desde Cataluña y ante la crisis económica. El PNV como tapón ante una temida ruptura territorial del estado.
La izquierda abertzale es la segunda fuerza, con un 25% de los votos. Ha perdido, no obstante, 7.000 votos sobre 2011. En Guipúzcoa, donde gobiernan en la Diputación Foral, 15.000. En Álava y en Vizcaya han subido, lo que ha equilibrado los apoyos por provincias. Unos resultados que en parte consolidan la fuerza con la irrumpió tras años de ilegalización. Pero con limitación.
El PSE se ha dejado 114.000 votos sobre 2009 y 42.000 sobre 2011. Son muchos. Repito, los tuvo prestados en las anteriores autonómicas, pero también le ha pesado que haya gobernado gracias al apoyo del PP. Por lo demás, sufre la debacle general del PSOE. El PP ha perdido 15.000 votos sobre 2009 y nada menos que 80.000 sobre 2011. Un fuerte castigo por ser la expresión del gobierno de los recortes y, en el caso vasco, del más rancio españolismo. UPyD no se ha beneficiado de ello, pues los votos que ha obtenido son los mismos. Le ha salvado Álava.
EB (la antigua marca de IU en el País Vasco) y EA-IU, un desastre. La suma de los dos supera los resultados de EB en 2009 y hasta los de 2011. De haber ido juntos podrían haber subido aún más. Han pagado muy caro su desencuentro.
¿Y ahora qué?
En Galicia ha ganado la derecha. Sin paliativos. Y en el País Vasco, también, aunque con un margen más estrecho.
En Galicia ha ganado la fuerza centralista, si bien ha tenido que hacer un alarde de galleguismo regionalista. En el País Vasco ha triunfado el nacionalismo conservador.
En Galicia la izquierda es más débil. Fuera del PSG, es fundamentalmente nacionalista. Ha recobrado desde AGE pujanza en el discurso de izquierdas y ha empezado a sentar las bases de una futura convivencia entre nacionalistas (Anova de Beiras) y federalistas (EU-IU).
En Galicia la izquierda es más fuerte. Bildu, no obstante, no es homogénea. Conviven en su seno la gente que fue parte de Batasuna (mayoritaria), Eusko Alkartasuna, Aralar (ex de Batasuna) y Alternatiba (ex de EB-IU). Ignoro el futuro de EB y EA-IU, pero sus apoyos no son desdeñables. Como en Galicia, puede aprender a convivir desde los presupuestos de izquierda.
¿Y España? No lo sé. En noviembre toca Cataluña. Todo sigue en movimiento y lo que venga no va a ser igual. Como tampoco está siendo igual la situación social y económica, que sigue controlada por quienes la han provocado. La salida a tanto embrollo, que sea, como decíamos en la transición (y
no salió y así nos va), por la vía democrática. Es decir, más derechos,
los que no tenemos (por ejemplo, el de autodeterminación) y los que nos están
quitando con la excusa de la crisis.
Nota: Después de comer me ha venido a la mente la melodía principal de Novecento, que a su vez he asociado con el cuadro "El cuarto estado". En la red he encontrado la versión que ha hecho Sara Fuentes de la obra de Pelizza da Volpedo. Me ha gustado y por eso la he puesto.
miércoles, 24 de octubre de 2012
Privilegios reales
Dos juezas han desestimado sendos recursos de filiación de un ciudadano español y una ciudadana belga, que consideran que el rey Juan Carlos es su padre. Han presentado pruebas que demuestran que tienen rasgos genéticos similares, siendo de madres distintas. Han manifestado que sus propias progenitoras, ya fallecidas, confesaron que su padre era Juan Carlos de Borbón. Pese a ello, las juezas han aducido que "la persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad". Así reza el artículo 56.3. Desde medios judiciales, como Jueces por la Democracia, se dice que eso no implica la exención de responsabilidad civil. Un motivo más su abolición. En cuanto a las juezas, me pregunto si sus decisiones no pueden ser motivo de prevaricación. Vaya lío. En todo caso, una muestra más de los privilegios de la realeza. No sé si también de favores.
domingo, 21 de octubre de 2012
Recortar, reprimir y criminalizar
No me está gustando el rumbo que está tomando la cosa. El recrudecimiento de la represión contra la gente que se manifiesta en la calle está dando paso a cosas nuevas. Lo primero lo estamos viendo reiteradamente, como ocurrió, sólo a modo de ejemplos, en la jornada del 25 de septiembre en Madrid en el entorno del Congreso, en las movilizaciones de los mineros en julio o en las acciones del instituto Luis Vives de Valencia en febrero.
La semana que acaba empezó con el anuncio por el gobierno de una ley que impida la difusión por la red de imágenes en las que aparezcan miembros de la policía reprimiendo. Aducen que para salvaguardar la identidad de los policías. Vaya tontería, teniendo en cuenta que nunca se ven sus rostros, aunque sí sus gestos y acciones. Lo que parece evidente es que quieren ponerse a salvo de la obscena violencia que están aplicando. Otra novedad está relacionada con el incidente ocurrido en un colegio religioso de Mérida. Algo demasiado oscuro y todavía no aclarado. Desde el primer momento ha sido utilizado por los medios de comunicación conservadores para resucitar el fantasma del anticlericalismo. Hasta el propio delegado de gobierno en Extremadura ha llegado a declarar que se había sobredimensionado lo ocurrido. Ayer, sin embargo, saltó a la actualidad la detención por la policía de varios jóvenes, uno de ellos, Rafael González, dirigente de la Unión de Juventudes Comunistas y de Izquierda Unida en su comunidad. El día anterior el diario El Mundo había publicado en su edición impresa la foto de Rafael González, a quien acusaba, entre otras cosas, de haber tramado y participado en el asalto al colegio. Una noticia que, por lo que pasó después, fue suficiente para que la fiscalía iniciase el procedimiento para su inculpación y la de otras personas. Tras las pertinentes declaraciones judiciales, ahora están en libertad, aunque a la espera que las diligencias culminen.
¿Qué está ocurriendo? Resulta evidente el desgaste del gobierno, consecuencia directa de las medidas impopulares que está tomando. Resulta evidente también la impopularidad de sus prácticas represivas. Me atrevo a decir que una manera para contrarrestar esa situación es dar una imagen de desorden. A la vez que atemorizan, alimentan en sus fantasmas a quienes están de su lado. Evitar que se vean imágenes de la violencia policial buscaría desactivar parte de sus malas prácticas. Magnificar incidentes, crear miedo y confusión. Inventarse alborotadores, encontrar los chivos expiatorios perfectos. El gobierno, así, distraería la atención de la gente que tiene que sufrir las consecuencias de una política económica basada en los ajustes y los recortes, a la vez que criminalizaría las protestas.
La semana que acaba empezó con el anuncio por el gobierno de una ley que impida la difusión por la red de imágenes en las que aparezcan miembros de la policía reprimiendo. Aducen que para salvaguardar la identidad de los policías. Vaya tontería, teniendo en cuenta que nunca se ven sus rostros, aunque sí sus gestos y acciones. Lo que parece evidente es que quieren ponerse a salvo de la obscena violencia que están aplicando. Otra novedad está relacionada con el incidente ocurrido en un colegio religioso de Mérida. Algo demasiado oscuro y todavía no aclarado. Desde el primer momento ha sido utilizado por los medios de comunicación conservadores para resucitar el fantasma del anticlericalismo. Hasta el propio delegado de gobierno en Extremadura ha llegado a declarar que se había sobredimensionado lo ocurrido. Ayer, sin embargo, saltó a la actualidad la detención por la policía de varios jóvenes, uno de ellos, Rafael González, dirigente de la Unión de Juventudes Comunistas y de Izquierda Unida en su comunidad. El día anterior el diario El Mundo había publicado en su edición impresa la foto de Rafael González, a quien acusaba, entre otras cosas, de haber tramado y participado en el asalto al colegio. Una noticia que, por lo que pasó después, fue suficiente para que la fiscalía iniciase el procedimiento para su inculpación y la de otras personas. Tras las pertinentes declaraciones judiciales, ahora están en libertad, aunque a la espera que las diligencias culminen.
¿Qué está ocurriendo? Resulta evidente el desgaste del gobierno, consecuencia directa de las medidas impopulares que está tomando. Resulta evidente también la impopularidad de sus prácticas represivas. Me atrevo a decir que una manera para contrarrestar esa situación es dar una imagen de desorden. A la vez que atemorizan, alimentan en sus fantasmas a quienes están de su lado. Evitar que se vean imágenes de la violencia policial buscaría desactivar parte de sus malas prácticas. Magnificar incidentes, crear miedo y confusión. Inventarse alborotadores, encontrar los chivos expiatorios perfectos. El gobierno, así, distraería la atención de la gente que tiene que sufrir las consecuencias de una política económica basada en los ajustes y los recortes, a la vez que criminalizaría las protestas.
jueves, 18 de octubre de 2012
Huelga de estudiantes
El martes, hasta hoy, se
inició una huelga de estudiantes en los centros públicos. Para hoy está convocada
una protesta de las asociaciones padres y madres, con la pretensión de no enviar
a sus hijos e hijas a las aulas. Tiene derecho a la huelga el alumnado desde 3º
de ESO. Por las noticias que tenemos, la mayoría ha dejado de ir a sus centros.
En el mío, por ejemplo, prácticamente el 100%. Ignoro cómo han respondido los
padres y las madres en el día de hoy, teniendo en cuenta que en este caso se
trata de que menores de 14 años no acudan a las aulas. El futuro de la educación
y, más concretamente, el de la pública pasa por toda la comunidad educativa. Al
profesorado le afecta en mayor medida en sus condiciones laborales. Es decir, más
horas de clase, mayor ratio, peores condiciones de trabajo, menos salario… Incómodo,
injusto y lo que se quiera añadir. Pero lo peor lo tiene el alumnado. Porque se
trata de su futuro. Cuanto menos hagamos, cuanto más cicateramente actuemos,
cuanto más miremos para otro lado…, peor para todo el mundo. Y sobre todo para
niños, niñas y jóvenes. Son el futuro de la sociedad. Y por lo que estamos
viendo y sufriendo, pinta muy feo.
martes, 9 de octubre de 2012
El conocimiento y raciocinio de Julio Iglesias
"Con mi conocimiento y raciocinio puedo asegurar que no va a haber un mejor presidente para España que José Mª Aznar". Esas fueron las palabras que Julio Iglesias pronunció en un mitin del PP en marzo de 1996. Con Eduardo Zaplana como presidente de la Comunidad Valenciana el cantante fue utilizado para promocionar la imagen de la comunidad. Según acaba de declarar ante juez dominicano, Julio Iglesias ha reconocido que recibió por ello el equivalente a 6 millones de euros. Zaplana dice que han sido 2,5 millones. Esta comunidad autónoma fue presentada como la joya de la corona del PP durante mucho tiempo. En realidad ha sido el reino de la corrupción, el robo y el despilfarro. Junto a Terra Mítica, el aeropuerto de Castellón, el circuito de fórmula 1, la destrucción de la costa, la trama Gürtel y tantas cosas más, se mantenía un modelo económico de especulación inmobiliaria, puestos de trabajo precarios o actividad sumergida. La ilusión de una especie de "fiebre del oro" llevó a que mucha gente quisiera enriquecerse como fuera, a otra a aceptar sin condiciones cualquier puesto de trabajo, a que jóvenes en edad escolar abandonaran los estudios... Elección tras elección el PP fue sacando pecho por sus triunfos. Mucha gente lo consintió con su voto. Los dineros públicos se han ido en grandes cantidades a manos privadas. La situación de bancarrota no la están pagando esas manos. Julio Iglesias supo sacar una buena rentabilidad a sus palabras llenas de "conocimiento y raciocinio".
Una noticia muy alentadora: ganó Hugo Chávez
Hugo Chávez ha ganado. Lo ha hecho con claridad, recibiendo el 54,4% de los votos, diez puntos más que su contrincante, Henrique Capriles. Es la cuarta vez que ha sido elegido presidente de su país. Es su decimoquinta victoria, consecutiva, contando todas las convocatorias en las que ha estado presente. Sólo en 2007 sufrió el único revés, cuando, por un escaso margen y una participación baja, no logró sacar adelante en referéndum su intento de reforma constitucional. Su nueva victoria no lo ha sido contra todo pronóstico, sino haciendo valer las previsiones de la mayoría de los sondeos electorales, salvo los vinculados al líder opositor.
Señaló el otro día en un magnífico artículo Pascual Serrano que la "revolución bolivariana ha sido el proceso político del que más se ha (des)informado de forma diametralmente opuesta a lo que estaba sucediendo". Ejemplos puso unos cuantos y podían añadirse muchos más. Los insultos y vejaciones, de lo más zafio, que ha recibido Hugo Chávez desde que fue elegido por primera vez no han cesado ni se han suavizado. La prensa española ha estado entre la que más y en mayor grado ha participado. Y no sólo la conservadora, sino la llamada progresista (léase El País) y en su día Público. En el Intermedio de La Sexta, un programa muy visto entre la gente progresista, ayer mismo volvió a mofarse de Hugo Chávez mediante los tópicos recurrentes de caudillismo, manipulador... Un personaje poco sospechoso de izquierdista, como es el expresidente estadounidense Jimmy Carter, declaró el mes pasado que "el proceso electoral en Venezuela es el mejor del mundo", después de que la fundación que preside haya "monitoreado" 92 elecciones en el mundo.
El triunfo de Chávez tiene un componente personal, pero está basado en el apoyo entusiasta de un pueblo que reconoce su esfuerzo y el de su gobierno. Toda interacción entre quien está dispuesto a no defraudar en su proyecto político, que denomina bolivariano, y quienes han depositado sus esperanzas de vivir mejor y solidariamente. Una interacción activa, no pasiva, de participación y movilización permanente, y de cumplimiento de promesas electorales. Los resultados obtenidos son evidentes y hasta el líder opositor lo reconoció durante la campaña electoral. Negar la reducción de la pobreza y el paro, la mejora de la educación y la sanidad, el permanente crecimiento económico o el mayor reparto de la riqueza no son asuntos ni baladíes, ni populistas, ni producto de coyunturas. Son expresión de un proyecto social y político que se opone frontalmente a quienes dominaron a su antojo el país desde décadas y al propio imperio del norte. Avances sociales y políticos impecables, que la población además está convirtiendo en irrenunciables, pese a la enorme presión interna y desde el exterior. Enfrente tiene a unos medios de comunicación privados, en manos de la antigua oligarquía o la empresas extranjeras que operan en el país, que controlan el 55% de las cadenas de televisión, el 87% de las emisoras de AM, el 57% de las de FM y el 80% de la prensa escrita. Enfrente tiene a un imperio que no dudó en 2002 en querer desbancarlo a la fuerza del gobierno o, años más tarde, de provocar un enfrentamiento con Colombia cuando Álvaro Uribe presidía su país.
Venezuela es hoy el principal referente mundial de los países que buscan un modelo de sociedad diferente, opuesta al neoliberalismo. Lo que denominan revolución bolivariana, que la inscriben dentro del movimiento más amplio del socialismo del siglo XXI, merece ser defendida. Alienta más esperanzas entre los pueblos vecinos de Latinoamérica, pero sirven a los de otras partes del mundo. Sirve para mejorar las condiciones de vida de cientos y miles de millones de personas de todo el mundo que no disponen de los derechos más elementales. Nos ayuda a reflexionar a quienes vivimos en el mundo más rico para entender que la mejor manera de ser felices es sentir que todas las personas lo son.
Señaló el otro día en un magnífico artículo Pascual Serrano que la "revolución bolivariana ha sido el proceso político del que más se ha (des)informado de forma diametralmente opuesta a lo que estaba sucediendo". Ejemplos puso unos cuantos y podían añadirse muchos más. Los insultos y vejaciones, de lo más zafio, que ha recibido Hugo Chávez desde que fue elegido por primera vez no han cesado ni se han suavizado. La prensa española ha estado entre la que más y en mayor grado ha participado. Y no sólo la conservadora, sino la llamada progresista (léase El País) y en su día Público. En el Intermedio de La Sexta, un programa muy visto entre la gente progresista, ayer mismo volvió a mofarse de Hugo Chávez mediante los tópicos recurrentes de caudillismo, manipulador... Un personaje poco sospechoso de izquierdista, como es el expresidente estadounidense Jimmy Carter, declaró el mes pasado que "el proceso electoral en Venezuela es el mejor del mundo", después de que la fundación que preside haya "monitoreado" 92 elecciones en el mundo.
El triunfo de Chávez tiene un componente personal, pero está basado en el apoyo entusiasta de un pueblo que reconoce su esfuerzo y el de su gobierno. Toda interacción entre quien está dispuesto a no defraudar en su proyecto político, que denomina bolivariano, y quienes han depositado sus esperanzas de vivir mejor y solidariamente. Una interacción activa, no pasiva, de participación y movilización permanente, y de cumplimiento de promesas electorales. Los resultados obtenidos son evidentes y hasta el líder opositor lo reconoció durante la campaña electoral. Negar la reducción de la pobreza y el paro, la mejora de la educación y la sanidad, el permanente crecimiento económico o el mayor reparto de la riqueza no son asuntos ni baladíes, ni populistas, ni producto de coyunturas. Son expresión de un proyecto social y político que se opone frontalmente a quienes dominaron a su antojo el país desde décadas y al propio imperio del norte. Avances sociales y políticos impecables, que la población además está convirtiendo en irrenunciables, pese a la enorme presión interna y desde el exterior. Enfrente tiene a unos medios de comunicación privados, en manos de la antigua oligarquía o la empresas extranjeras que operan en el país, que controlan el 55% de las cadenas de televisión, el 87% de las emisoras de AM, el 57% de las de FM y el 80% de la prensa escrita. Enfrente tiene a un imperio que no dudó en 2002 en querer desbancarlo a la fuerza del gobierno o, años más tarde, de provocar un enfrentamiento con Colombia cuando Álvaro Uribe presidía su país.
Venezuela es hoy el principal referente mundial de los países que buscan un modelo de sociedad diferente, opuesta al neoliberalismo. Lo que denominan revolución bolivariana, que la inscriben dentro del movimiento más amplio del socialismo del siglo XXI, merece ser defendida. Alienta más esperanzas entre los pueblos vecinos de Latinoamérica, pero sirven a los de otras partes del mundo. Sirve para mejorar las condiciones de vida de cientos y miles de millones de personas de todo el mundo que no disponen de los derechos más elementales. Nos ayuda a reflexionar a quienes vivimos en el mundo más rico para entender que la mejor manera de ser felices es sentir que todas las personas lo son.
sábado, 6 de octubre de 2012
El pepero que ha dicho lo que piensa
José Manuel Castelao Bragaña, dirigente del PP gallego y alto cargo de la Xunta, salió el otro día con una frase que va a pasar, tristemente, para la posteridad: "Las leyes son como las mujeres, están para violarlas". Una frase que define, mejor que otra cosa, la esencia del mundo que vivimos. Del mundo como sistema. Como un sistema de dominación. De clase y de género. Leyes hechas para ser cumplidas por la gente corriente. No así por quienes dominan y las han hecho. Mujeres imaginadas y utilizadas para someterlas. No ha sido una frase desafortunada. Al dirigente pepero le traicionó el subconsciente. Algo con lo que no contaba. Luego, queriéndolo remediar, ha dicho que no piensa así. Mentira. Ha dicho lo que piensa. Es lo que cada día está en la mente y en boca de mucha gente. En las conversaciones, en los chistes, en la televisión... No hace mucho un senador estadounidense habló de "violaciones legítimas". Más de lo mismo. Toda una exteriorización de una ideología de dominación. De clase y de género. Porque la violación se da siempre que se quiere sojuzgar a alguien. Y cuando tienes poder, encima, aparece la impunidad.
martes, 2 de octubre de 2012
Eric Hobsbawm, un gigante de la Historia
Ha muerto Eric Hobsbawn. Un historiador británico de primer orden. Quizás el más conocido. Desde luego el que más entre el grupo de relevantes de historiadores británicos que trabajaron fructíferamente durante los años de la Guerra Fría. Ha sido el último en fallecer. Su biografía es un compendio del siglo XX, el periodo que abarcó casi toda su vida, aunque haya arañado doce años al XXI. Nació en Alejandría, cuando todavía era una colonia británica y era hijo de madre austriaca y padre inglés, descendiente, a su vez, de judíos rusos. De muy niño se desplazó con la familia a Viena, donde pasó la infancia, y después a Berlín, coincidiendo con sus estudios secundarios, hasta que en 1933, con la llegada del partido nazi al poder, se vio obligado a huir a Londres, esta vez con su padre y su madre de adopción. Sus estudios universitarios los cursó en Cambridge, donde se acercó al grupo de estudiantes marxistas y acabó militando en el partido comunista en 1936. Dado el contexto que le tocó vivir esos años, su activismo político se centró en la lucha contra el fascismo, incluida la solidaridad con el bando antifascista en la guerra española. Su participación en la Segunda Guerra Mundial, en que fue movilizado, la calificó como de "una guerra vacía", derivada en parte de la desconfianza del ejército británico por su biografía y sobre todo la materna. Su militancia política no la abandonó hasta que su partido feneció con la caída del Muro de Berlín. Aguantó incluso en 1956, cuando buena parte de los historiadores militantes del partido (Christopher Hill, Ronald Hilton, Edward Thompson...) lo abandonaron en protesta por la invasión soviética de Hungría, y 1968, cuando sucedió la de Checoslovaquia. Mantuvo sus convicciones, pese al distanciamiento progresivo hacia un modelo político que fue descubriendo cada vez más caduco. Fue implacable con el estalinismo y sus crímenes. Pero nunca se distanció del marxismo como un instrumento para el análisis histórico y político, del que dio muestras de su personal heterodoxia. Y, por supuesto, nunca se separó de lo que constituyó en el fondo el referente principal de su vida. Eso es lo que le llevó a acabar sus Años interesantes. Una vida en el siglo XX (2003) [1] con estas palabras: "La injusticia social debe seguir siendo denunciada y combatida. El mundo no mejorará por sí solo".
Supe de él cuando estudiaba en la Universidad de Salamanca, pero sin que fuera un referente en la bibliografía que nos ofrecían. Eran los años de la historiografía francesa, tanto de Annales como de la marxista, y de Gran Bretaña nos llegaban los nombres de Dobb, Brenner, Hill, Hilton, Thompson o el propio Hobsbawm, a los íbamos leyendo en artículos fotocopiados o de Historia 16, o eran citados en algunas obras sobre Teoría de la Historia. De Hobsbawm pude acercarme a su conocida Rebeldes primitivos (1983) [2] o el artículo "La difusión del marxismo entre 1890 y 1905" (1979) y poco más.
Fue a finales de la década de los ochenta cuando empecé a imbuirme de buena parte de su obra. Y no creo que esté extraviado que diga que coincidió cuando empezaron a editarse en España obras que ya llevaban ya años en otros países, además de una mayor presencia en las páginas culturales de los periódicos, sobre todo la de El País. Este retraso en parte fue paliado cuando en 1989 se editó la obra de Harvey J. Kaye Los historiadores marxistas británicos. Un análisis introductorio, donde se hace un estudio general de los componentes del grupo y de su importancia, donde, por supuesto, se encontraba Hobsbawm. El autor lo calificaba de "el principal historiador británico en activo" y destacaba "el enorme conjunto de temas sobre el que ha realizado contribuciones". Su preferencia fue la historia contemporánea, dentro del reparto que los componentes del grupo, como militantes del Partido Comunista de Gran Bretaña, hicieron de cada época histórica.
En el El mundo del trabajo. Estudios históricos sobre la formación y la evolución de la clase obrera (1987) hay una recopilación de artículos, a cual más sugerente, y, por qué no, de una gran belleza que tienen como objeto lo que fue su principal tema de estudio: la clase obrera. Recuerdo con cariño el artículo "El hombre y la mujer: imágenes a la izquierda", novedoso en su perspectiva de análisis histórico. También estaba En torno a los orígenes de la revolución industrial (1983), breve, pero genial síntesis del fenómeno histórico que ha marcado el acontecer social y económico de los últimos siglos. Una obra donde se muestra claro y rotundo con su consideración de que el modelo británico, lejos de ser el modelo clásico de transformación, fue en realidad la excepción.
A Hobsbawm le debemos importantes obras de carácter general, como las que componen su tetralogía dedicada a la historia contemporánea: La era de las revoluciones (1789-1848) (1991), La era del capitalismo (1848-1875) (1989), La era del imperio (1875-1914) (1989) e Historia del siglo XX (1914-1989) (1995); esta última, en realidad, con titulo original en inglés diferente y, para mí, más esclarecedor: La edad de los extremos: el corto siglo XX, 1914-1989.
Sobre temas más específicos he podido leer su desmitificadora Naciones y nacionalismo desde 1780 (1991), donde llega a decir del término nación que "parece expresar algo importante en los asuntos humanos. Pero, ¿exactamente qué? Ahí radica el misterio?". Al margen de su mayor o menor atino, puede que su escepticismo derivara de su trayectoria vital, descendiente de judíos de distinto origen que antes de llegar a Londres partió de Alejandría y pasó por Viena y Berlín. Nada menos. Una de sus últimas obras ha sido Guerra y paz en el siglo XXI (2008), donde se adentra en la historia reciente, haciendo un repaso y, a la vez, reflexión sobre los últimos conflictos bélicos mundiales en el arranque del nuevo siglo y su relación con la crisis de los estados-nación, las migraciones, el racismo...
En Sobre la Historia (1998) hay una nueva recopilación de artículos, en algunos casos basados en conferencias, donde se acerca a la historia no como investigador in proprio sensu, sino en aspectos más propios de la epistemología y la metodología. Relevantes todos, puede ser de una gran utilidad el titulado "La curiosa historia de Europa". Europa, tratada como una construcción intelectual. Y no por euroescepticismo, sino por tratarse de un concepto "cambiante, divisible y flexible". Como toda la realidad.
Años interesantes. Una vida en el siglo XX está escrita a modo de memorias, pero es algo más. Se trata de una autobiografía hecha por un grandioso historiador. En el repaso que hace de su vida aparece un fondo histórico muy rico, donde narra e interpreta a la vez. No está exento de autocrítica, pero creo que nunca de arrepentimiento. Se considera un hombre de su tiempo, un tiempo difícil y violento. El más violento. Fue atrapado por la "pasión política", en la que el comunismo fue su principal expresión. Consciente de su muerte, al menos del modelo que surgió en 1917 y se derrumbó entre 1989 y 1991, nunca ha abandonado la idea de seguir en la búsqueda de lo que nos hace mejores personas. Por eso no comulgó nunca con el social liberalismo, que en su país encarnó como nadie Tony Blair, y que se presentó ya desde los ochenta (Felipe González...) como la síntesis entre el capitalismo y la socialdemocracia. En El optimismo de la voluntad. Conversación con Antoine Spire (2004) publicado en pleno crecimiento capitalista, nos dice que "es indispensable para la izquierda y para todo el mundo que alguien continúe criticando al capitalismo". Ha sido en su última obra, Cómo cambiar el mundo. Marx y el marxismo, 1840-2001 (2011), donde parece que ha querido cerrar cuentas. En su repaso de la historia intelectual del marxismo occidental marca el momento en que adquiere mayor influencia -a principios del siglo XX-, resalta el fracaso de las tradiciones leninista y socialdemócrata, pero deja claro que las vías intermedias se alejan de la propuesta formulada por Marx. Y es que, como dijo en 2009 "el mercado, además de injusto, es inviable" [3].
Notas
[1] Las obras reseñadas se corresponden con las ediciones que leído, que además son las de mi biblioteca particular.
[2] La primera lectura de esta obra fue hecha con anterioridad.
[3] Página 12, entrevista de Gabriel Granovsky, 30-03-2009.
Supe de él cuando estudiaba en la Universidad de Salamanca, pero sin que fuera un referente en la bibliografía que nos ofrecían. Eran los años de la historiografía francesa, tanto de Annales como de la marxista, y de Gran Bretaña nos llegaban los nombres de Dobb, Brenner, Hill, Hilton, Thompson o el propio Hobsbawm, a los íbamos leyendo en artículos fotocopiados o de Historia 16, o eran citados en algunas obras sobre Teoría de la Historia. De Hobsbawm pude acercarme a su conocida Rebeldes primitivos (1983) [2] o el artículo "La difusión del marxismo entre 1890 y 1905" (1979) y poco más.
Fue a finales de la década de los ochenta cuando empecé a imbuirme de buena parte de su obra. Y no creo que esté extraviado que diga que coincidió cuando empezaron a editarse en España obras que ya llevaban ya años en otros países, además de una mayor presencia en las páginas culturales de los periódicos, sobre todo la de El País. Este retraso en parte fue paliado cuando en 1989 se editó la obra de Harvey J. Kaye Los historiadores marxistas británicos. Un análisis introductorio, donde se hace un estudio general de los componentes del grupo y de su importancia, donde, por supuesto, se encontraba Hobsbawm. El autor lo calificaba de "el principal historiador británico en activo" y destacaba "el enorme conjunto de temas sobre el que ha realizado contribuciones". Su preferencia fue la historia contemporánea, dentro del reparto que los componentes del grupo, como militantes del Partido Comunista de Gran Bretaña, hicieron de cada época histórica.
En el El mundo del trabajo. Estudios históricos sobre la formación y la evolución de la clase obrera (1987) hay una recopilación de artículos, a cual más sugerente, y, por qué no, de una gran belleza que tienen como objeto lo que fue su principal tema de estudio: la clase obrera. Recuerdo con cariño el artículo "El hombre y la mujer: imágenes a la izquierda", novedoso en su perspectiva de análisis histórico. También estaba En torno a los orígenes de la revolución industrial (1983), breve, pero genial síntesis del fenómeno histórico que ha marcado el acontecer social y económico de los últimos siglos. Una obra donde se muestra claro y rotundo con su consideración de que el modelo británico, lejos de ser el modelo clásico de transformación, fue en realidad la excepción.
A Hobsbawm le debemos importantes obras de carácter general, como las que componen su tetralogía dedicada a la historia contemporánea: La era de las revoluciones (1789-1848) (1991), La era del capitalismo (1848-1875) (1989), La era del imperio (1875-1914) (1989) e Historia del siglo XX (1914-1989) (1995); esta última, en realidad, con titulo original en inglés diferente y, para mí, más esclarecedor: La edad de los extremos: el corto siglo XX, 1914-1989.
Sobre temas más específicos he podido leer su desmitificadora Naciones y nacionalismo desde 1780 (1991), donde llega a decir del término nación que "parece expresar algo importante en los asuntos humanos. Pero, ¿exactamente qué? Ahí radica el misterio?". Al margen de su mayor o menor atino, puede que su escepticismo derivara de su trayectoria vital, descendiente de judíos de distinto origen que antes de llegar a Londres partió de Alejandría y pasó por Viena y Berlín. Nada menos. Una de sus últimas obras ha sido Guerra y paz en el siglo XXI (2008), donde se adentra en la historia reciente, haciendo un repaso y, a la vez, reflexión sobre los últimos conflictos bélicos mundiales en el arranque del nuevo siglo y su relación con la crisis de los estados-nación, las migraciones, el racismo...
En Sobre la Historia (1998) hay una nueva recopilación de artículos, en algunos casos basados en conferencias, donde se acerca a la historia no como investigador in proprio sensu, sino en aspectos más propios de la epistemología y la metodología. Relevantes todos, puede ser de una gran utilidad el titulado "La curiosa historia de Europa". Europa, tratada como una construcción intelectual. Y no por euroescepticismo, sino por tratarse de un concepto "cambiante, divisible y flexible". Como toda la realidad.
Años interesantes. Una vida en el siglo XX está escrita a modo de memorias, pero es algo más. Se trata de una autobiografía hecha por un grandioso historiador. En el repaso que hace de su vida aparece un fondo histórico muy rico, donde narra e interpreta a la vez. No está exento de autocrítica, pero creo que nunca de arrepentimiento. Se considera un hombre de su tiempo, un tiempo difícil y violento. El más violento. Fue atrapado por la "pasión política", en la que el comunismo fue su principal expresión. Consciente de su muerte, al menos del modelo que surgió en 1917 y se derrumbó entre 1989 y 1991, nunca ha abandonado la idea de seguir en la búsqueda de lo que nos hace mejores personas. Por eso no comulgó nunca con el social liberalismo, que en su país encarnó como nadie Tony Blair, y que se presentó ya desde los ochenta (Felipe González...) como la síntesis entre el capitalismo y la socialdemocracia. En El optimismo de la voluntad. Conversación con Antoine Spire (2004) publicado en pleno crecimiento capitalista, nos dice que "es indispensable para la izquierda y para todo el mundo que alguien continúe criticando al capitalismo". Ha sido en su última obra, Cómo cambiar el mundo. Marx y el marxismo, 1840-2001 (2011), donde parece que ha querido cerrar cuentas. En su repaso de la historia intelectual del marxismo occidental marca el momento en que adquiere mayor influencia -a principios del siglo XX-, resalta el fracaso de las tradiciones leninista y socialdemócrata, pero deja claro que las vías intermedias se alejan de la propuesta formulada por Marx. Y es que, como dijo en 2009 "el mercado, además de injusto, es inviable" [3].
Notas
[1] Las obras reseñadas se corresponden con las ediciones que leído, que además son las de mi biblioteca particular.
[2] La primera lectura de esta obra fue hecha con anterioridad.
[3] Página 12, entrevista de Gabriel Granovsky, 30-03-2009.
¿Madrid, ciudad sostenible?
Hace unos días escuché en un telediario que Madrid lidera la clasificación de sostenibilidad entre las principales ciudades españolas. El estudio, con el título "25 ciudades españolas sostenibles", ha sido hecho por una fundación ligada a la multinacional de las telecomunicaciones Siemens. La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, era entrevistada en dicho telediario y se mostraba ufana, haciendo gala de un vocabulario con palabras como medio ambiente, sostenible, estándares de calidad... No resulta difícil poder ver en las hemerotecas las denuncias que se vienen haciendo sobre la calidad del aire de la capital española, consecuencia, entre otros factores, de una mala gestión medioambiental. En la página electrónica Conciencia Eco se publicó el día 13 del mes pasado un artículo donde se ponía en entredicho el valor de ese estudio, diciendo que sus resultados han sido maquillados. Una de los trucos usados fue el traslado por el ayuntamiento madrileño de algunas de las estaciones de medición de la contaminación a zonas con menores niveles. El propio método del estudio ha sido puesto en entredicho, dado que la puntuación que se ha dado en cada variable se ha hecho en términos cuantitativos según la renta y no en términos relativos. Hoy se ha hecho público un informe de Ecologistas en Acción en el que se vuelve a poner de relieve el problema de la contaminación del aire, destacando aspectos como la marcha atrás en los planes de peatonalización y el uso de medios de transportes no motorizados; o que en la mayor parte de las estaciones de medición se superen los límites de la legislación europea.
lunes, 1 de octubre de 2012
La vergüenza de los menús escolares de Madrid
El gobierno de la Comunidad de Madrid cobra 4,80 euros por el menú a cada alumno o alumna de los centros públicos de enseñanza. Si llevan la comida de su casa, el consejo de directores ha recomendado, a instancias de la Consejería de Educación, que el precio sea de 3,80 euros. Dicen que en concepto de uso de las instalaciones y la vigilancia. Qué vergüenza que un menú sea tan caro y que se abuse en lo del "táper". Qué vergüenza la de los directores, que, en vez de boicotear la medida, se prestan a aplicarla y encima a recomendar un precio por el uso de las instalaciones escolares. Y qué vergüenza que en la Asamblea de Madrid el menú valga 3,40 euros. Y con cinco variedades de cada plato. Qué vergüenza todo.