Hay veces que una imagen vale por mil palabras. En ocasiones las palabras podrían sustituir a las imágenes. Quizás sea lo que presento en esta entrada. Me he limitado a entresacar unas citas de dos momentos diferentes en el tiempo. Que cada cual juzgue y saque sus conclusiones.
“A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella”.
“Cuando desaparecen los frenos que contienen socialmente a la mujer (…), entonces se despierta en el sexo femenino el instinto de crueldad y rebasa todas las posibilidades imaginadas, precisamente por faltarle las inhibiciones inteligentes y lógicas, característica de la crueldad femenina que no queda satisfecha con la ejecución del crimen, sino que aumenta durante su comisión (…). Además, en las revueltas políticas tienen la ocasión de satisfacer sus apetencias sexuales latentes”.
“La idea de las íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la habíamos expuesto anteriormente en otros trabajos. La comprobación de nuestras hipótesis tiene enorme trascendencia político social, pues si militan en el marxismo, de preferencia psicópatas antisociales, como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible”.
(Antonio Vallejo Nájera, psiquiatra, coronel y jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares durante la guerra y los primeros años del franquismo).
“(…) Lo singular de la terrorista Aranalde es que no es tan fea como el resto de sus compañeras de sangre. Uno se encuentra a Maite Aranalde en un bar, y no produce quebranto estético. (…) Una etarra con el rostro y la expresión agradables no es una terrorista habitual. Alguien dirá que también era agraciada físicamente “La Tigresa”. De acuerdo, pero tenía cara de zorra. A “La Tigresa” se la encuentra un putero en un bar y le ofrece una tarifa por servicio cumplido. En cambio, a Maite Aranalde se le convida a una Coca-Cola”.
“(…) Los documentos gráficos que poseo de manifestaciones batasunas son repugnantes. Tías vociferantes, feas, espesas y con los surcos de la perversidad en sus expresiones homínidas. Un espanto de mujeres, en una palabra. Coños de vitriolo y de cianuro. Morsas. Un disgusto para Sabino Arana, que tanto gustaba de la belleza de la raza vasca. Disgusto que aliviaría disfrutando de la armonía y el paisaje humano de Arantza Quiroga, que es del Partido Popular. Pero me voy por las ramas, lo cual es compresible, porque estoy escribiendo de primates”.
“(…) En el terrorismo etarra y su entorno, la fealdad femenina es una realidad pavorosa (…)”.
(Alfonso Ussía, periodista, artículo titulado “Singular”, publicado en el diario La Razón el 5-9-09).
“A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella”.
“Cuando desaparecen los frenos que contienen socialmente a la mujer (…), entonces se despierta en el sexo femenino el instinto de crueldad y rebasa todas las posibilidades imaginadas, precisamente por faltarle las inhibiciones inteligentes y lógicas, característica de la crueldad femenina que no queda satisfecha con la ejecución del crimen, sino que aumenta durante su comisión (…). Además, en las revueltas políticas tienen la ocasión de satisfacer sus apetencias sexuales latentes”.
“La idea de las íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la habíamos expuesto anteriormente en otros trabajos. La comprobación de nuestras hipótesis tiene enorme trascendencia político social, pues si militan en el marxismo, de preferencia psicópatas antisociales, como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible”.
(Antonio Vallejo Nájera, psiquiatra, coronel y jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares durante la guerra y los primeros años del franquismo).
“(…) Lo singular de la terrorista Aranalde es que no es tan fea como el resto de sus compañeras de sangre. Uno se encuentra a Maite Aranalde en un bar, y no produce quebranto estético. (…) Una etarra con el rostro y la expresión agradables no es una terrorista habitual. Alguien dirá que también era agraciada físicamente “La Tigresa”. De acuerdo, pero tenía cara de zorra. A “La Tigresa” se la encuentra un putero en un bar y le ofrece una tarifa por servicio cumplido. En cambio, a Maite Aranalde se le convida a una Coca-Cola”.
“(…) Los documentos gráficos que poseo de manifestaciones batasunas son repugnantes. Tías vociferantes, feas, espesas y con los surcos de la perversidad en sus expresiones homínidas. Un espanto de mujeres, en una palabra. Coños de vitriolo y de cianuro. Morsas. Un disgusto para Sabino Arana, que tanto gustaba de la belleza de la raza vasca. Disgusto que aliviaría disfrutando de la armonía y el paisaje humano de Arantza Quiroga, que es del Partido Popular. Pero me voy por las ramas, lo cual es compresible, porque estoy escribiendo de primates”.
“(…) En el terrorismo etarra y su entorno, la fealdad femenina es una realidad pavorosa (…)”.
(Alfonso Ussía, periodista, artículo titulado “Singular”, publicado en el diario La Razón el 5-9-09).