El domingo pasado el mundo jornalero volvió a dejarse ver. No ha desaparecido, sigue viviendo y luchando, construyendo utopías como la de Marinaleda. Siguen luchando por que las grandes propiedades privadas desaparezcan y se cree un mundo rural hecho a la medida de las personas, sin privilegios, sin riquezas privadas, sin corrupción… El SOC es su más genuina expresión, la síntesis de una tradición secular y de la nueva realidad surgida en el tardofranquismo, que todavía se mantiene en la actualidad. La brutalidad con la actuaron las fuerzas de la policía no es ni anecdótica ni nueva. Es sistemática. Fueron los brazos ejecutores de quienes dieron la orden: el subdelegado de gobierno (vaya eufemismo), el presidente de la Junta de Andalucía, el presidente del gobierno…
Hace tres años y medio este mundo jornalero, con el SOC al frente, sufrió una represión acompañada de una de las peores infamias: ver cómo la principal terrateniente de Andalucía recibía a manos del entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, la distinción de “Hija Predilecta de Andalucía”. El que después la duquesa se despachara con lindezas como delincuentes y locos, se podría considerar un chiste malo. Mira que han recibido bofetadas los jornaleros y las jornaleras de esta tierra. Mira que ha sido la gente más maltratada por sus señoritos y por los gobiernos de turno. Pero mira que no han dejado de defender su dignidad. Que lo hicieron en el siglo XIX, en las primeras décadas del XX, durante la IIª República, durante la transición y todavía hoy. Lo ocurrido cuando lo de la duquesa de Alba fue la muestra más palpable de la naturaleza del PSOE: ponerse al lado de la tradición más negra de Andalucía y de España. De esa rancia nobleza, degenerada, que sólo verla resulta vomitiva en sus actos y en su corrupción, mientras siguen manteniendo sus privilegios.
Recuerdo todavía la sesión en el ayuntamiento de Barbate en la que se trató una moción de IU para reprobar la actuación policial y la vergüenza de la condecoración a la señora duquesa. Y recuerdo los argumentos esgrimidos para rechazar la reprobación por parte de un cachorro que ejercía de portavoz del grupo socialista.
El domingo, hace tres años y medio… ¿y hace 26 años...?
¡Fuera, gobernador, fuera, vete de la tierra, vete, fuera por traidor, por represor, por verdugo, por monigote a las órdenes de los explotadores y pistoleros! ¡Fuera, fuera de esta tierra, la tierra pobre, de los pobres, del hambre, de la explotación, de la miseria, del dolor, de las injusticias! ¡Vete, traidor, vete! ¡Los jornaleros, los obreros, los oprimidos y explotados del mundo que se sienten como tales lo dicen al unísono! ¡Sí, traidor, su grito es uno, pero es de muchos! ¡Fuera tú y los tuyos, todos, idos, traidores, gobernadores, ministros, subdirectores, directores, secretarios, burócratas y pelotas a sueldo, fuera de la tierra pobre, de los pobres, de la tierra que si no os ahogará a todos para siempre, os acusará cada día con el dedo! ¡Fuera!
Hace tres años y medio este mundo jornalero, con el SOC al frente, sufrió una represión acompañada de una de las peores infamias: ver cómo la principal terrateniente de Andalucía recibía a manos del entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, la distinción de “Hija Predilecta de Andalucía”. El que después la duquesa se despachara con lindezas como delincuentes y locos, se podría considerar un chiste malo. Mira que han recibido bofetadas los jornaleros y las jornaleras de esta tierra. Mira que ha sido la gente más maltratada por sus señoritos y por los gobiernos de turno. Pero mira que no han dejado de defender su dignidad. Que lo hicieron en el siglo XIX, en las primeras décadas del XX, durante la IIª República, durante la transición y todavía hoy. Lo ocurrido cuando lo de la duquesa de Alba fue la muestra más palpable de la naturaleza del PSOE: ponerse al lado de la tradición más negra de Andalucía y de España. De esa rancia nobleza, degenerada, que sólo verla resulta vomitiva en sus actos y en su corrupción, mientras siguen manteniendo sus privilegios.
Recuerdo todavía la sesión en el ayuntamiento de Barbate en la que se trató una moción de IU para reprobar la actuación policial y la vergüenza de la condecoración a la señora duquesa. Y recuerdo los argumentos esgrimidos para rechazar la reprobación por parte de un cachorro que ejercía de portavoz del grupo socialista.
El domingo, hace tres años y medio… ¿y hace 26 años...?
¡Fuera, gobernador, fuera, vete de la tierra, vete, fuera por traidor, por represor, por verdugo, por monigote a las órdenes de los explotadores y pistoleros! ¡Fuera, fuera de esta tierra, la tierra pobre, de los pobres, del hambre, de la explotación, de la miseria, del dolor, de las injusticias! ¡Vete, traidor, vete! ¡Los jornaleros, los obreros, los oprimidos y explotados del mundo que se sienten como tales lo dicen al unísono! ¡Sí, traidor, su grito es uno, pero es de muchos! ¡Fuera tú y los tuyos, todos, idos, traidores, gobernadores, ministros, subdirectores, directores, secretarios, burócratas y pelotas a sueldo, fuera de la tierra pobre, de los pobres, de la tierra que si no os ahogará a todos para siempre, os acusará cada día con el dedo! ¡Fuera!