No debemos olvidar que además del faro existen otros vestigios histórico-artísticos de la época romana, e incluso anteriores, que están en proceso de investigación científica.
Estamos ante una buena noticia, después que en el pasado mes de mayo se hiciera pública la intención del Ministerio de Cultura para iniciar los trámites.
La iniciativa en trámite, así como el hecho de que el Tómbolo de Trafalgar sea un monumento natural, debe interpretarse como un paso más para alejar los proyectos urbanísticos en marcha. Proyectos que tienen un claro carácter especulativo, son dañinos para el valioso patrimonio natural existente y afectan a la riqueza cultural que existe en dicho entorno.