miércoles, 28 de mayo de 2025

Richard Ford y su recuerdo de Torrijos y sus compañeros en Málaga


A mi hermano Juan Miguel

Indagando estos días en algunos libros sobre la presencia de Torrijos y sus compañeros en Málaga, he encontrado  la referencia que el inglés Richard Ford hizo sobre lo ocurrido en su libro A Handbook for Travellers in Spain and Readers at Home [Manual para viajeros por España y lectores en casa]

Ford, reconocido como hispanista, fue un escritor y dibujante que vivió en Sevilla entre 1830 y 1833, un tiempo que dedicó a viajar a lo largo y ancho de la geografía española. Su atracción por el país y sus gentes hizo que tendiera a vestir a la manera española y que construyera su casa en Londres dentro de la estética mudéjar.  

Su libro de viajes fue publicado por primera vez en 1844 y conoció una edición ampliada dos años después. Es en el capítulo "Ruta XIX. De Ronda a Granada" donde aparece el comentario alusivo al acontecimiento y a algunos de los personajes, como son el propio José María Torrijos, el gobernador Vicente González Moreno y el súbdito británico Robert Boyd. 

La narración, breve, incluye lo ocurrido en el contexto de inestabilidad que estaba viviendo España durante esos años, que define como  de "cambios y los altibajos". Ford apenas detalla los pormenores de la llegada de Torrijos a Málaga, si bien no le falta mencionar el obelisco conmemorativo que en 1842 se erigió en la ciudad en honor de las víctimas "con sus nombres y corona de laurel". Sobre Boyd, aparte de ponerlo como el primer morador del "cementerio protestante", dice de él que gracias a su ejecución fue como la prensa inglesa "aireó el asunto".

Pero donde Ford hace más hincapié es en retratar la figura de Vicente González Moreno, un militar que siempre estuvo en todo momento en el campo del absolutismo, en cualquiera de sus expresiones, hasta su muerte. Lo hace, primero, recordando sus andanzas durante la guerra contra la ocupación de Napoleón. Luego, definiendo el papel que jugó para atraer a Torrijos "fingiendo estar descontento", y provocar su captura y ejecución. Y finalmente, desde que en 1832 formara parte de la facción carlista y en 1833 se iniciara la guerra civil (primero, isabelinos vs. carlistas; y luego isabelinos/liberales vs. carlistas), recalcando su oposición a Rafael Maroto, el general carlista que en agosto de 1839 firmó con el liberal Baldomero Espartero el Convenio de Vergara y que puso fin a la Primera Guerra Carlista. Y fue ese posicionamiento lo que provocó que sus propios soldados acabaran con su vida en septiembre de ese mismo año en el municipio navarro de Urdax.

He aquí el extracto del libro de Richard Ford*:

"En la playa, debajo del convento del Carmen, Torrijos y unos cincuenta de sus confederados fueron fusilados por [Vicente González] Moreno el 11 de diciembre de 1831, como rebeldes y traidores; ahora, con los cambios y los altibajos de España, están siendo honrados como mártires de la libertad, y recientemente se erigió en una plaza un obelisco con sus nombres y coronas de laurel. Fueron ejecutados sin la más elemental forma de juicio; cosas de España. Fue también así como Maroto, en Estella, ejecutó a sus hermanos en el generalato, y como Rincali fusiló al general Boné y a veintitrés oficiales por la espalda. Por tratarse de una cosa normal y corriente este asunto causó poca sensación en España, excepto, naturalmente, en las cercanías del suceso, y habría sido olvidado sin  más entre tantas traiciones y derramamiento de sangre de no haber sido porque un inglés, Mister Boid, estaba entre los ejecutados, y la prensa de Londres aireó el asunto; el suyo fue el primer cadáver enterrado en el nuevo cementerio protestante. Moreno, que había comenzado su carrera con las matanzas de franceses en Valencia, en 1808, y que había atraído a Torrijos a esta trampa, manteniendo correspondencia con él bajo el nombre de Viriatus y fingiendo estar también descontento, fue recompensado con titulo de Capitán General de Granada; cayó en desgracia con Cristina en 1832  cuando ésta quiso crear para sus intereses un partido liberal. Moreno entonces se volvió carlista y fue asesinado en Urdax por sus soldados, tras el traicionero convenio de Maroto en Vergara; nex lex est justior ulla, quam necis artifices arte perire suâ [no hay ley más justa, que la de los artistas necios que perecen por su obra]".

*Jesús Majada Neila (1986). Viajeros románticos en Málaga; Salamanca, Librería Cervantes, pp. 76-77.



(Imágenes: Vista general de Málaga a mediados del siglo XIX, dibujo de Isadore-Laurent Deroy, y en la que puede verse tras el puerto la playa de San Andrés; y retrato de Richard Ford, realizado en 1932 por José María Domínguez Insausti, padre de Gustavo Adolfo Bécquer).