En su último artículo, "La gran ceguera", hace una clara advertencia de lo que considera que pueden ser las consecuencias de "la debacle estratégica" simultánea que están protagonizando las tres potencias que están actuando en el escenario ucraniano: Rusia, la UE y los EEUU.
De la primera escribe lo siguiente: "el
estrepitoso fracaso de la 'corta guerra victoriosa' que el Kremlin esperaba
alcanzar con el doble objetivo de que Occidente respetase sus “intereses de
seguridad”, así como disciplinar a sus vecinos exsoviéticos de Eurasia de
puertas afuera, y consolidar su régimen político de puertas adentro".
De la UE no duda en decir que "se ha convertido en subalterna de la OTAN, donde manda Estados
Unidos. El antiguo eje político europeo fundamental franco-alemán ha sido
sustituido por el eje político-militar Washington / Londres / Varsovia / Kiev,
que marca la línea a seguir. La Unión Europea de Maastricht ha muerto. Ha
perdido, literalmente, su orientación y está extraviada en el mundo".
Y para el imperio de América del Norte le dedica esto: "Estados
Unidos no tiene una estrategia para el nuevo mundo del siglo XXI. No se prepara
para los cambios que están en marcha, sino que únicamente se resiste a ellos
militarmente".
Como colofón, no tiene empacho en sacar una conclusión que resulta más que preocupante: "A un año del inicio de la invasión [de Ucrania], asistimos a una debacle estratégica
general de todas las partes implicadas y a una incertidumbre completa, pero la
de Estados Unidos es, sin duda, la principal y la que mayores consecuencias
tendrá porque nos está arrastrando a la tercera guerra mundial".
En el Post scriptum que Poch ha añadido al final del artículo hace mención de una forma breve a una encuesta que se ha realizado en varios países de la UE en torno a la guerra de Ucrania. Entre los datos que ofrece, destaca que el 48% de las personas encuestadas, frente al 32%, está a favor de que se ponga fin a la guerra,
incluso si eso suponen pérdidas territoriales para Ucrania. Por países, Austria (62%), Alemania (60%) y Grecia (54%) se encuentran a la cabeza de esa opción, mientras que los Países Bajos (27%) y Polonia (28%) se sitúan en el polo opuesto. En el caso de España, al igual que el de Italia, el fin de la guerra es apoyado por el 50%.
Pese a haber estado buscando en la red electrónica la fuente original de dicha encuesta, aún no he podido acceder a su contenido completo. Aunque seguiré insistiendo, resulta más que llamativo el silencio que se cierne sobre su contenido.
(Imagen: "La parábola de los ciegos", de Pieter Brueghel el Viejo, cuadro que aparece en el artículo de Rafael Poch).