Sí, ésa ha sido la definición que ha hecho Juan López de Uralde. diputado de Unidas Podemos, por lo ocurrido ayer en el Ayuntamiento de Lorca (Murcia), que está gobernado por una coalición del PSOE y Cs. Sí, ese asalto a la sede de la institución municipal por parte de un grupo de ganaderos, con la presencia de varios cargos del PP y Vox, cuando se iba a tratar una modificación del PGOU sobre la ubicación de las nuevas instalaciones agrícolas y ganaderas, dentro de la normativa existente, evitando su cercanía tanto a los núcleos urbanos como a los espacios con acuíferos, manantiales o cursos de agua. El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Lorca ha denunciado la manipulación llevada a cabo por la extrema derecha, al "más puro estilo Trump", así como las graves amenazas que han recibido los representantes municipales que apoyan la medida. Murcia es una de las comunidades más gravemente afectadas por la contaminación de aguas, tanto subterráneas como superficiales, como consecuencia del abuso de prácticas intensivas en la agricultura y la ganadería. La muestra más llamativa de todo eso es la situación del Mar Menor, rebosante de elementos químicos tan perniciosos que han destruido su ecosistema. En efecto, siguiendo a López de Uralde, ya tenemos aquí la versión española de lo ocurrido hace un años en la capital del imperio.