Que ha sido una maniobra errática del PP, lo cierto es que en Castilla y León, reparto de escaños aparte, la derecha ha ganado con contundencia: PP (31'4%), Vox (17'6%) y Ciudadanos (4'5%) han sumado el 53'5% de los votos, a los que abría que unir los de Por Ávila (1'2%), con lo que se han acercado al 55%. Y sin contar lo que de conservadores tengan buena parte de los votos de otras candidaturas, como la Unión del Pueblo Leonés (4'3%), Soria Ya (1,5%) y las del resto de provincias.
La izquierda, en sentido laxo, ha obtenido tan sólo el 36%, esto es, poco más de un tercio del total. El PSOE, con el 30'1%, ha salido mejor parado, mientras que Unidas Podemos se ha quedado en un pobre 5,1%. Se sabe que una parte de los votos a las candidaturas provinciales se han ido del PSOE y que no es descartable, pues suele ser muy habitual, que el propio PSOE se haya visto favorecido por el voto útil, en detrimento de Unidas Podemos.
Sí, el PP jugó la baza de engullir el voto de Ciudadanos, lo que ha conseguido sólo en parte, pero a costa de perder un porrón de votos por su derecha, en beneficio de Vox. Las elecciones han reflejado una clara mayor derechización de la comunidad. Por un lado, por los mensajes lanzados por el PP, en la línea de lo que está haciendo en el resto del estado, y por lo que representa Vox. Pero, ojo, a falta de conocer más sobre la abstención, que ha sido del 36'5%, lo que refleja es una clara desafección de más de un tercio de la población. Ha superado en más de 7 puntos a la de 2019. Puede considerarse como que habría afectado más a la izquierda y a una parte del electorado de Cs.
¿El futuro? En el poco más de un año que queda para el año electoral de 2023, lo previsible es un gobierno del PP con Vox. Explícito o implícito. Lo primero es lo que desea y anunció ayer por la noche con contundencia Santiago Abascal, que adjudicó la vicepresidencia de la Junta a su candidato. Lo segundo va a ser, en un principio, lo que defienda el PP. Las consecuencias de lo primero son claras. Y las de lo segundo, también.
Y ya fuera de la Comunidad de Castilla y León, la posición de Pablo Casado y su gente ha quedado debilitada internamente en el PP. Están por conocer los movimientos que lleve a cabo la presidenta de la Comunidad de Madrid, pero los hará y pronto. ¿Y en cuanto al futuro electoral del PP de cara a unas elecciones generales? Creo que Pedro Sánchez va a tener bastante que decir.
(Imagen: ABC).