Hiroshima, 6 de agosto de 1945
"Podemos desconfiar del 'fanatismo tecnológico' que cegó a muchos de los científicos del Proyecto Manhattan aún más que el fogonazo que vieron en el desierto y que todavía obnubila toda nuestra cultura.
Podemos rechazar la creencia de que las vidas de los demás son menos valiosas que las vidas de los estadounidenses, que un niño japonés, un niño iraquí o un niño afgano es menos valioso que un niño estadounidense".
(Howard Zinn, Hiroshima. Romper el silencio, 2010).