Violento en extremo, hacía uso de todo tipo de formas y palabras para intimidar a quienes pasaban por sus manos. Una de sus víctimas, al parecer, fue Enrique Ruano, joven estudiante al que lanzaron desde uno de los pisos de una comisaría. La fama que se creó no le impidió que se ufanara de ella durante los interrogatorios, siempre, por supuesto, mientras la dictadura existió. Antes de su reconversión profesional obtuvo su correspondiente reconocimiento en forma de medalla al mérito policial. Fue en 1977, ya con la UCD en el gobierno y José Luis Martín Villa como ministro de Interior. Luego vinieron algunos destinos cómodos, con el fin de pasar desapercibido, y desde 1982, su paso a la actividad privada en empresas importantes.
Hay muchos testimonios de personas que han dado fe de su mal hacer, lo que ha servido que la jueza argentina María Servini lo haya procesado y haya reclamado su extradición en 2013 por delitos de lesa humanidad. El problema es que en España eso de la justicia internacional no se practica por obra y gracia del gobierno que tenemos y la Audiencia Nacional, por su parte, ha sentenciado que los delitos están prescritos. Como los de otros policías y algunos ministros, entre ellos el mismo Martín Villa.
Ayer Pablo Iglesias reclamó que se le retirara la medalla. Y el ministro del Interior, Antonio Zoido, se rió de de él y de las víctimas, algunas de las cuales se encontraban en la tribuna del Congreso. En fin, el partido que nos gobierna.
Post scriptum
Me ha llegado una invitación para la recogida de firmas sobre la retirada de la medalla al policía Antonio González Pacheco. Éste es el enlace: https://www.change.org/p/ministerio-de-interior-que-le-retiren-la-medalla-al-torturador-billy-el-ni%C3%B1o