El drama de esas mujeres, que cargan a sus espaldas decenas de kilogramos con diversas mercancías a cambio de unas miserables monedas, resulta llamativo. Por eso el cartel reza "Porteadoras, la injusticia a la espalda". Pero también porque las condiciones que sufren en el tránsito de un país a otro son degradantes. El trato que reciben, en un lado u otro de la frontera, está exento en la mayoría de las ocasiones de dignidad. Las humillaciones y los malos tratos de todo tipo están presentes de una forma continuada. Y la muerte ayer de dos porteadoras como consecuencia de una avalancha ilustra lo que tienen que sufrir estas mujeres.
En 2015 publiqué en este cuaderno el artículo con el título "En torno a los discursos sobre las migraciones, el racismo y el capitalismo". Escrito cinco años antes, intentaba dar una explicación a una situación similar del caso que nos ocupa. En esa ocasión analizaba un artículo periodístico que trataba la muerte de una porteadora por aplastamiento en la frontera de Melilla. Teniendo en cuenta que las dos ciudades españolas sitas en el norte de África viven situaciones similares, considero que el contenido de mi artículo sirve para ayudar a entender lo que ha pasado ayer en Ceuta.