viernes, 22 de septiembre de 2017

Lo que vamos sabiendo de la represión habida en Zahara de los Atunes tras el golpe militar de 1936

Ayer estuve en Zahara impartiendo, junto a Abel Estudillo, una conferencia que tuvo como título "La represión en Zahara de los Atunes y Barbate tras el golpe militar de 1936". Teniendo en cuenta la localidad donde tuvo lugar el acto, hubimos de hacer un esfuerzo para poder encontrar información suficiente, dada la precariedad de la existente. A lo largo de los últimos años Abel y yo hemos estado buscando en distintos ámbitos, como archivos (Vejer, Barbate, Salamanca...), publicaciones, entrevistas y otros, con el fin de recoger lo relacionado con el municipio de Barbate, al que pertenece Zahara. Y la verdad es que lo que aparece sobre esta última localidad, tanto en el archivo de Vejer, municipio al que pertenecieron ambas hasta 1938, como en el de Barbate no resulta mucho. Aun con ello, ayer hicimos un esfuerzo para ofrecer a las personas que asistieron algo que tuviera interés.

Lo que desarrollamos a lo largo de una hora y media lo enmarcamos, de entrada, dentro del contexto más amplio de lo ocurrido en España durante esos años. Luego fuimos aportando aquello que permite conocer en la medida de lo posible cómo afectó la represión ejercida por la autoridades del bando sublevado y el régimen fascista que le sucedió en un espacio más reducido, situado en los municipios de Vejer (hasta 1938, donde se encontraban Barbate y Zahara) y de Barbate (desde 1938). De esa manera, en tercer lugar, fueron apareciendo nombres y situaciones relacionadas con Zahara, que, aunque de escasa cuantía, sí permitieron que nos aproximáramos a lo que ocurrió. Siempre, por supuesto, a la espera de que se pueda seguir recogiendo más información con el fin último de que podamos saber más sobre lo ocurrido.


¿Qué salió de Zahara, pues? Salieron algunos personajes, como Juan Varo Valdés, un barbero nacido en Vejer y afincado desde los años 20 en Zahara, que fue concejal y alcalde pedáneo en la gestora formada en el periodo de gobierno del Frente Popular, destituido de su cargo tras el golpe, integrante en 1937 y 1938 de la comisión pro-independencia de Barbate y Zahara, y finalmente alcalde pedáneo desde 1938 en plena dictadura franquista. Un caso más, como también los hubo en el mismo Barbate, de quienes acabaron integrándose en el régimen.


O Manuel Abel Romero, un maestro nacido en Bonanza (Sanlúcar de Barrameda), que estaba destinado en Zahara y que, según Abel Estudillo posiblemente fuera socialista; que fue asesinado en los primeros momentos del golpe, estando desaparecido, como le ocurrió, al menos, a otros diez vecinos más de lo que hoy es el municipio de Barbate; que lejos de quedarse ahí, en 1940 fue separado del cuerpo de magisterio por una comisión depuradora, lo que supuso la pérdida del derecho a recibir una pensión por parte de su viuda; y que incluso en 1942 volvió a ser juzgado post mortem por un tribunal de responsabilidades políticas.


O Manuel Callado Sánchez, conocido con el sobrenombre de "Pífano", marinero que se encontraba como muchos otros en el caladero marroquí en el momento del golpe; que pasó, también como bastantes más, en su caso en otoño de 1936, a Málaga, desde donde recorrió buena parte de la geografía española, combatiendo en varios frentes; que enero de 1939 tuvo que cruzar herido la frontera hacia Francia, estando internado en los campos de Argeles Sur Mer y Gurs hasta mayo de 1940; que con el inicio de la invasión alemana de Francia, en mayo de 1940, se enroló en la zona de Nantes en las fuerzas auxiliares del ejército británico, con quien trabajó hasta su detención por el ejército alemán en junio; que de inmediato fue enviado a España, pudiendo así, según su testimonio, salvarse de haber ido a un campo de concentración nazi; que fue integrado a la fuerza en batallones militares de castigo, pasando por varios lugares, especialmente en el extremo sur de Cádiz, donde estuvo trabajando en la construcción de caminos y búnkeres, y en canteras entre 1940 y 1941; que finalizado su servicio militar, ya en 1942, acabó recalando en Barbate, para seguir trabajando en los años siguientes como marinero... 
Todas estas cosas, bastantes e interesantes, las conocemos gracias a las Memorias que él mismo fue dictando hace bastantes años, a principios de los 80, o a la información que aportó un familiar a Abel Estudillo. 


Menos sabemos de Francisco Chico Pérez, marinero que fue juzgado en 1941 por un tribunal militar dentro de la Ley de Responsabilidades Políticas, siendo absuelto, y que acabó instalando su residencia en Barbate. 


En el Archivo Municipal de Vejer hay un documento de la alcaldía pedánea de Zahara fechado en noviembre de 1936, firmado por José García y enviado a la alcaldía de Vejer donde se menciona a cinco personas; cuatro de ellas, mujeres: María Ruiz Martínez, Sebastiana Heredia Romero, Cristoba Jiménez Gómez y María Jiménez Tarifa; y la quinta, varón: Manuel Martínez López. Por su contenido posiblemente tuviera como objetivo conocer el paradero de los maridos respectivos


Así mismo, se dispone de información acerca de un batallón de soldados ubicado en Zahara, en las cercanías de su casco urbano. Teniendo en cuenta que la zona del Estrecho fue objeto vigilancia durante los años de la Segunda Guerra Mundial ante el riesgo de un desembarco aliado, la construcción de caminos y búnkeres resultó importante, utilizando como mano de obra soldados que en su mayoría cumplían castigo por haber sido miembros del ejército republicano. Precisamente en varios puntos de los municipios de Algeciras, Los Barrios y Tarifa estuvo entre 1940 y 1941 destinado Manuel Callado Sánchez. 



Durante el coloquio que se abrió al final salieron más cosas al calor de las distintas opiniones. Se mencionó algún nombre más, como el de Juan "el Largo", de quien se dijo que estuvo detenido e incluso llegó a ser herido. Se preguntó sobre el nombre de quienes fueron los represores. Se reiteró acerca del miedo que atenazó a buena parte de la población, en especial la del bando derrotado, y cómo aún perdura en mucha gente a la hora de referirse a los hechos. Hubo quien reconoció a un familiar entre los tantos nombres de personas que se presentaron, aportando algún dato sobre su pertenencia al partido comunista. 

(Imágenes: Agustín Conejo y Felisa Rico).