1. Los resultados de las elecciones catalanas han estado en general dentro de lo previsto, atendiendo a los diferentes sondeos realizados: en el orden de los bloques, en el orden de los grupos dentro de cada bloque y en el número de escaños y porcentaje de votos de cada grupo.
2. La participación, del 77,4%, ha sido bastante elevada, la más alta de las elecciones catalanas realizadas y la segunda del conjunto de elecciones habidas en España desde 1977; una prueba inequívoca del interés de la sociedad catalana por participar en el proceso político que se lleva viviendo durante los últimos años.
3. Las mayores sorpresas se han dado en Ciudadanos, con un nivel de escaños y votos por encima del promedio de los sondeos; en el PSC, con unos resultados mejores de lo previsto, alcanzando el tercer puesto; en Catalunya Si Es Pot (ICV, EUiA, Equo...), con malos resultados, por debajo de las peores previsiones de los sondeos; y en la CUP, que ha obtenido más escaños y votos de lo previsto.
4. Donde más han coincidido las previsiones con los resultados ha sido en el conjunto de cada bloque, bien lo sea de carácter independentista o bien lo contrario: el independentista ha obtenido 72 escaños (4 por encima de la mayoría absoluta), cuando el promedio de las previsiones ha estado en 72/73; y en cuanto a los votos, su porcentaje ha sido del 47,8%, en la línea de los sondeos.
5. Si nos atenemos a otros bloques, en el caso de soberanismo (Junts Pel Sí, CUP, CSP y UDC) versus antisoberanismo el primero ha obtenido 83 escaños y el 59,2% de los votos, algo por debajo de los sondeos y derivado de los peores resultados de CSP (4/5 escaños y 3/5% de votos menos); en cuanto al segundo bloque, los grupos más claramente unionistas (PP y C's) han sumado 36 escaños y el 26,4% de los votos, algo por encima de las previsiones, sobre todo en escaños (2/3).
6. Se está hablando mucho del fracaso de JPS: porque la suma de CiU y ERC en 2012 era de 71 escaños, frente a los 62 actuales; y porque en la suma con la CUP sólo ha obtenido mayoría absoluta en escaños (62+10), pero no así en votos (39,5+8,2); se olvida que UDC ha obtenido el 2,5% de los votos, si bien ningún escaño; y, en todo caso, lo que ha habido es una reubicación del voto catalanista, no explícito en JPS, por ir en coalición, y aumentado en la CUP.
7. Sospecho que la CUP, que casi ha triplicado el número de votos, y ganado 7 escaños y el 3,7% de los votos, se ha beneficiado de una parte del voto independentista de izquierda (proveniente de ERC), y el de la izquierda, bien con un carácter más social (grupos como Procés Constituent), bien político (ICV y EUiA) o bien de abstencionistas y votantes más jóvenes...; la opción de la CUP se ha presentado como la apuesta por una doble ruptura: la política, de carácter republicano e independentista; y la social, de carácter anticapitalista.
8. El pulso federalista lo ha ganado el PSC frente a CSP; en parte sorprendentemente, pero que se puede explicar por la confluencia de varios factores: la movilización de una parte del voto de origen inmigrante, frecuentemente abstencionista, en el que ha jugado un papel importante el desembarco de figuras como Felipe González o Susana Díaz; el excesivo peso en la campaña de CSP de figuras relevantes de Podemos y además foráneas, como Pablo Iglesias e Íñigo Érrejón, reorientando a parte del electorado catalanista de izquierdas hacia la CUP.
9. En CSP resulta claro que no ha funcionado la suma de fuerzas políticas: la de la vieja coalición ICV-EUiA, que hace tres años obtuvo dos escaños más, un punto más y sólo siete mil votos menos con menos participación; y la de Podemos, que tendría que haber aportado lo que hasta ahora está recogiendo en otros ámbitos: votos desde la abstención, los nuevos votantes y votantes del PSC; CSP se ha visto lastrada por varios factores: uno puede ser su candidato, poco conocido y perteneciente a la generación de la Transición; otro, la mayor polarización política catalana entre independentismo y no independentismo, prioritaria para mucha gente sobre lo social; y también el papel jugado por Podemos en detrimento de los de ICV y EUiA.
10. No se debe menospreciar esto último, dado el excesivo protagonismo jugado por Podemos en el seno de CSP y especialmente de sus lideres estatales, que provienen de Madrid; éstos, aunque han hecho hincapié en lo social y han defendido el derecho a decidir, han puesto poco acento en lo catalán y han dado en el fondo una imagen que me atrevo a denominar como de neojacobinismo, espantando a sectores más a la izquierda, que se pueden haber orientado hacia la CUP; a su vez, ha habido sectores más moderados que pueden haber preferido el PSC o C's.
11. Ciudadanos (25 escaños y 17,9% de los votos) se ha convertido en el principal grupo de la oposición, pero lejos de JPS; ha superado al PP y ahora es la principal opción del sistema en sus vertientes política (monarquía, neocentralismo...) y socioeconómica (neoliberalismo); tiene a su favor la casi ausencia de corrupción, por no haber gobernado todavía, y la juventud de sus líderes; puede convertirse en el recambio, al menos parcial, del PP en el conjunto del estado; en todo caso, su proyección electoral en Cataluña se encuentra limitada a lo que horade del PP (más fácilmente) y del PSC, y en el resto del estado aún está por ver, pudiendo aprovecharse de los errores del PP.
12. El PP ha sufrido una fuerte derrota, quedando en quinta posición, con un raquítico 8,5% de los votos y perdiendo casi 125.000 votos en un contexto de mayor participación; es evidente que su candidato, una mezcla de centralismo y xenofobia, no era el más adecuado; la presencia de sus líderes y, más concretamente, de Mariano Rajoy no ha hecho más que empeorar las cosas; pero, ante todo, el proyecto del PP en Cataluña no tiene cabida, dado su intransigencia centralista y su anticatalanismo furibundo, incapaz de entender otras realidades y los cambios que se operan.
13. Los resultados siguen siendo una incógnita, porque Artur Mas no ha salido fortalecido y el peso en el seno de los grupos independentistas se ha escorado hacia la izquierda: el número uno de JPS proviene de ICV; ERC sigue teniendo un gran protagonismo en el proceso soberanista; la CUP, que ha salido fortalecida, ha vuelto a anunciar que no va a votar a Mas...
14. Por mucho que se diga desde el sistema político y socioeconómico español dominante, incluidos sus medios de comunicación, la suma de las opciones unionistas es minoritaria, tanto en su versión intransigente C's-PP (26,3%) como con la suma del PSC (39,2%); muy lejana de lo que representan los grupos independentistas (47,8%) o los soberanistas (59,2%).
15. La vía federalista que defiende la soberanía de Catalunya ha fracasado, representada por CSP (antes, por ICV-EUiA, y en la Transición, por el PSUC); lo ha hecho dentro de un contexto de gran polarización política; quizás se deba a que no ha sabido contribuir a armonizar los diversos nudos de ruptura que, aun contradictorios, existen en Catalunya.
16. Entre esos nudos de ruptura se encuentran: los grupos políticos independentistas (sobre todo la CUP, pero también ERC); los grupos políticos federalistas y los no partidistas que defienden el derecho a decidir; los grupos y movimientos sociales que se oponen al neoliberalismo y sus medidas austericidas, y que defienden un modelo de relaciones entre las personas libre de ataduras e igualitario, y el respeto al medio ambiente.
17. La síntesis de todo ello debe generar un nuevo marco de actuación en un contexto que, siendo difícil en Catalunya, debe resolverse teniendo en cuenta que: la opción unionista y neoliberal está debilitada; y la coalición independentista de neoliberales e izquierda moderada no se ha impuesto con rotundidad y en su seno existen importantes contradicciones.
18. En las elecciones del domingo ha habido pocas novedades y quedan muchas cosas pendientes; lo que ocurra en Catalunya redundará en el resto del estado; también lo que ocurra en las próximas elecciones generales influirá en Catalunya; y desde la izquierda habrá que tener consciencia de que hay que eliminar muchos prejuicios instalados, sobre todo los que no entienden las realidades cambiantes; los grupos de izquierda, pues, deben esforzarse por aunar lo político y lo social.