Garzón se refiere a la Unidad Popular, de la que dice que es "un instrumento político para transformar la sociedad. Y en tanto que la sociedad no se transforma únicamente mediante las elecciones, la Unidad Popular es algo más amplio que un acuerdo para conformar candidaturas electorales. La Unidad Popular son las mareas en defensa de los servicios públicos, las huelgas generales o las movilizaciones populares para detener desahucios. En todos esos momentos políticos hay transversalidad de actores (varios partidos, sindicatos o gente no adscrita a organizaciones) y en todos ellos hay fines políticos y medios enfocados desde la unidad".
Beirás, por su parte, coincide en el tratamiento de la necesidad de unidad: "las fuerzas políticas rupturistas tenemos que abrir un proceso de diálogo muy serio. Tenemos que hacerlo poniéndonos a disposición de la ciudadanía que fue la protagonista de la derrota del PP, por lo menos en Galicia. En los tres ayuntamientos importantes de ciudades donde el PP tenía mayoría absoluta y la perdió (Santiago, A Coruña y Ferrol), el protagonista de esa derrota no fuimos los partidos políticos, fue la gente con la colaboración de los partidos políticos que nos integramos ahí. Esos son los pilares y nosotros contribuiremos para diseñar una estrategia que permita lo que podría ser a nivel de Galicia una gran Marea".
El reto existe y es necesario abordarlo con inteligencia, efectividad, ilusión y también generosidad. Beirás es muy claro cuando advierte del riesgo que alguna fuerza política pretenda erigirse en el paraguas del resto. Hay una frase suya que lo ilustra muy bien: "Creo que no hay ninguna fuerza política que pueda ser el gallo del gallinero".