En el Informe se señalan varias
conclusiones, entre las que podemos destacar tres: los principales contaminantes son el dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas en suspensión
(PM10 y PM2.5) y el ozono troposférico (O3), en este último caso con un fuerte incremento
desde 2013; en los últimos años se están superando los valores límite de
protección a la salud humana fijados por la legislación europea y Organización Mundial
de la Salud; el principal factor en el deterioro de la calidad del aire es el coche.
En comparación con los
años anteriores se ha observado un claro repunte en los niveles de dióxido de
nitrógeno (NO2), que se relaciona con la inversión térmica producida por la
situación anticiclónica habida entre octubre y diciembre. Pese a ello se denuncia
la pasividad de las autoridades municipales, que no activaron ninguna medida.
Ecologistas en Acción lleva
realizando un seguimiento desde 2000, sin que haya constatado una mejora en la
calidad del aire. El que desde 2008 haya habido un moderado
descenso en la contaminación se explica por la reducción del tráfico y el
consumo de combustibles de automoción, lo que es “claramente achacable al actual contexto
de crisis económica”.
Al final del Informe se exponen diversas propuestas, entre las que se encuentran: la puesta en práctica urgente del Plan Director de la Bicicleta ; la segregación de todos
los carriles bus del resto del viario; la incorporar vehículos de transporte
público eléctricos y con combustibles
poco contaminantes; la disuasión en uso del coche en el interior de la ciudad; el establecimiento
de sistemas de peaje de acceso al
centro; el
cumplimiento del límite de velocidad en
50 km/h ;
la reducción
del viario a favor de aceras y
carriles bici, etc.