La participación
La gente que ha acudido a las urnas ha sido el 43,1% del electorado, similar a hace cinco años e inferior a las anteriores. No obstante, los niveles han variado por países. Los más elevados han sido los de Bélgica y Luxemburgo, llegando al 90%, y Malta, con más del 79%. Entre el 50 y el 60% se han situado Dinamarca, Irlanda, Italia y Grecia. Entre el 40 y el 50%, siempre superando la media europea, han estado Alemania, Francia, España, Suecia, Austria, Finlandia, Chipre y Letonia. El resto no ha llegado al 40%, con mínimos en Polonia (22,7%), Eslovenia (21%), República Checa (19,5%) y Eslovaquia (13%).
Las diferencia territoriales han sido, pues, importantes: en los países orientales la participación ha sido bastante menor que en los occidentales y meridionales; y en los del norte, mayor que en los del sur. En general se ha votado más en la Europa más rica que en la más pobre. Y en cuanto a los países más afectados por los rescates, sólo Grecia ha conocido un incremento en el número de votantes
Los grupos del Parlamento Europeo
El Partido Popular Europeo, formado por grupos democristianos, ha sido el más votado con el 28,5% de los votos. Le ha seguido el Partido de los Socialistas Europeos, integrado por los socialdemócratas, con el 25,4%. En un segundo nivel se encuentran con el 8,5% los liberales, que forman la Alianza de Demócratas y Liberales por Europa; con el 6,9%, los verdes y nacionalistas de izquierda, dentro de Los Verdes/ Alianza Libre Europea; con el 6,1%, Conservadores y Reformistas Europeos; y con el 6%, los socialistas radicales y comunistas (6%), que forman Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica.
El resto de los grupos tiene una mayor complejidad en su catalogación: antieuropeístas, euroescépticos, euroescépticos xenófobos, populistas de derecha, fascistas, nazis e incluso grupos de difícil caracterización. De todo ellos, de momento, existen dos grupos parlamentarios con nombre propio, si bien a la espera de que en cada uno acaben ubicándose los distintos grupos nacionales. Uno es la Europa de la Libertad y la Democracia, nucleado en torno al UKIP británico y el DF danés. El otro es la Alianza Europea por la Libertades, que tiene como principal referente al FN francés y tiene ya como integrantes al VVD holandés, la Liga Norte italiana, el FPO austriaco o el VB belga. Fuera quedarían, por ahora, grupos como Amanecer Dorado griego o el NPD alemán, cuya ideología nazi parece que asusta a los grupos anteriores.
Los grupos ganadores en cada país
El Partido Popular Europeo ha ganado en 13 países: Alemania, Austria, Chipre, Irlanda, República Checa, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Letonia, Luxemburgo Polonia. Los socialdemócratas, en 5: Italia, Malta, Portugal, Suecia y Rumanía. Los liberales, en otros 5: Bélgica, Finlandia, Países Bajos, Estonia y Lituania. Los verdes, en Bélgica, empatados prácticamente con los liberales. Los socialistas radicales y comunistas han ganado en Grecia a través Syriza (26,5%), a lo que habría que sumar el Partido Comunista (6,1%). Por último, el Frente Nacional ha ganado en Francia, el UKIP lo ha hecho en el Reino Unido y en Dinamarca, el DF.
El reparto territorial por grandes zonas
Europa Occidental: los democristianos han ganado en en Alemania, Austria, Luxemburgo e Irlanda; los socialdemócratas, en Suecia; los liberales, en Bélgica, Países Bajos y Finlandia; los verdes, ex aequo con los liberales, en Bélgica; y los euroescépticos, en Francia, Reino Unido y Dinamarca.
Europa del Sur: los socialdemócratas son los grupos más votados, siendo primeros en Italia, Malta y Portugal; los socialistas radicales y comunistas han ganado en Grecia; y los democristianos, en Chipre.
Europa del Este: los democristianos han resultado claros vencedores, siendo primeros en República Checa, Hungría, Polonia, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia y Letonia; los socialdemócratas sólo han ganado en Rumanía; y los liberales, en Lituania.
Izquierda y derecha
Los grupos de la derecha europeísta han sido los más votados: democristianos, liberales y conservadores suman el 43,1% de los votos y 324 escaños.
La izquierda, repartida entre socialdemócratas, verdes y nacionalistas de izquierda, y socialistas radicales y comunistas, ha obtenido el 38,3% de los votos y 288 escaños.
Los otros grupos de derecha, fundamentalmente de la extrema en cualquiera de sus variantes, han conseguido el 18,1% de los votos y 139 escaños.
La suma de todos los grupos de derecha es del 61,7% y 463 escaños. Forman, pues, una clara mayoría.
Los grupos europeístas, tanto de derecha como de izquierda, suman el 68,5% y 515 escaños. También forman una clara mayoría.
La izquierda más crítica de verdes, nacionalistas de izquierda, socialistas radicales y comunistas se han quedado en un 13%. La izquierda más radical, en un pobre 6%.
Reparto territorial de izquierda y derecha
Los liberales han sido primeros en tres países occidentales y en uno oriental, teniendo una presencia poco relevante en el sur.
Los socialdemócratas han obtenido sus mejores resultados en el sur, pese a la debacle griega: tres países de cinco. En las otras dos zonas se ha tenido que conformar con el primer puesto en Suecia y Rumanía, quizás los dos extremos en cuanto renta per capita.
Los verdes han tenido cierto éxito en los países occidentales, mientras que en el los del este y sur apenas han obtenido representación. En países como Bélgica, Suecia o Austria han conseguido sus mejores resultados, pero nunca superando el 16% de los votos.
La izquierda más radical tiene en la Europa del sur su espacio más influyente. Además de Grecia, donde Syriza y Partido Comunista, por separado, han sumado la tercera parte de los votos, destacan Chipre (26,6%), España (18%, con la suma de IP/IU y Podemos) y Portugal (17,3%, con la suma de CDU/PCP y Bloco de Esquerda), quedando Italia con unos resultados pobres (4%), aunque mejores de lo inicialmente esperados. En los países occidentales merece destacarse el caso de Irlanda (17%), con el Sin Fein, al que habría que unir los obtenidos en Irlanda del Norte (24,1%), donde ha sido la fuerza más votada. En un nivel más bajo están Dinamarca (10,9%), Países Bajos (9,6%), Alemania (7,5%), Suecia (6,3%) y Francia (6,3%). En los países orientales sólo en la República Checa (11%) obtienen representación y con un nivel aceptable de votos.
La extrema derecha ha cosechado un importante avance: mayor, en Europa occidental; algo menor, en la oriental; y escaso, en el sur, salvo Grecia, donde destaca el filonazi Amanecer Dorado. En algunos países ha obtenido resultados muy buenos: Reino Unido (26,8%), Dinamarca (26%) y Francia (25%), donde han sido las fuerzas más votadas. Por debajo han estado en Austria (19,5%), Hungría (14,7%), Lituania (14,3%), Letonia (14%), Finlandia (12,9%), Países Bajos (11,9%), Grecia (9,4%). Y más discretos, en Italia (6,2%), Bélgica (4,1%). En Alemania destaca el fuerte crecimiento de un partido euroescéptico, el AfD (7%), y la entrada en la eurocámara del nazi NPD.
¿Quién ha ganado en realidad?
Se puede hablar, de entrada, de tres claros ganadores, aunque el sentido de cada uno pueda resultar diferente:
*el conjunto de la derecha (la europeísta y la más extrema), con el 61,6%;
*el conjunto de grupos europeístas defensores del sistema (democristianos, socialdemócratas, liberales y conservadores), con el 62,4%;
*el Partido Popular Europeo, democristiano, con el 28,5%.
No debe despreciarse:
*el avance de la extrema derecha, que ha ganado en tres países (Reino Unido, Francia y Dinamarca) y en su conjunto se sitúa casi en el 20%;
*y el avance de la izquierda más radical, aunque en diferente grado, en los países afectados por los rescates: Grecia, Irlanda, Portugal y España.
El futuro de la UE puede resultar aún más negro de lo que ya existe. El predominio de los grupos políticos que la llevan dirigiendo desde su creación y que han protagonizado hasta ahora la toma de decisiones económicas de carácter neoliberal, auguran más de lo mismo. Ahora, además, con el añadido del crecimiento de la extrema derecha, que presiona más en aquellos aspectos que afectan a los sectores más desfavorecidos, pero dividiéndolos desde el componente xenófobo y/o racista.
La elevada abstención, superior al 50%, se puede interpretar de muchas maneras. Y más teniendo en cuenta que ha afectado más a los países del este. Se puede hablar de desafección hacia la UE y/o hacia quienes gobiernan en cada país. La clave está en saber detectar la sensibilidad política de quienes han optado por no acudir a las urnas.
En todo caso no se atisba por ahora un avance importante de los grupos alternativos que ofrecen un modelo social basado en la igualdad, la cooperación, lo público, los derechos humanos, el respeto al medio ambiente...
Hace algo más de un mes me referí en este cuaderno, en base a varias encuestas preelectorales, a un panorama desalentador en Europa. Parece que las elecciones del domingo lo han certificado. Está claro que queda, pues, mucho por hacer.