El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) acaba de presentar el informe "La economía sumergida pasa factura. El avance del fraude en España durante la crisis", dirigido por el profesor Jordi Sardà, de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. La información que aporta es sumamente interesante, además de demoledora, dada la dimensión que tiene la economía sumergida en nuestro país y el fuerte crecimiento que ha conocido desde que se inició la crisis en 2008.
Cuantía. Desde 2008 ha aumentado en 60.000 millones de euros, sumando así 253.000 millones de euros ocultos a finales de 2012; porcentualmente se ha pasado del 17,8% del PIB en 2008 al 24,6%.
Causas. La primera está directamente relacionada con la caída del boom inmobiliario, a la que hay que añadir el espectacular repunte del paro, el fraude fiscal y la multiplicación de casos de corrupción política y empresarial. A esto hay que añadir otro factor transversal, que es Además, a estos factores se sumó uno transversal, que es "el masivo uso de billetes de 500 euros" que representa "el 73,7% del efectivo en circulación y el 14% del valor de todos los billetes de 500 que se manejan en la zona euro".
Fraude fiscal. Existe un "grave problema de moralidad con el pago de impuestos", sólo superado por países como Italia, Portugal y Grecia, pero lejos de los países europeos del norte.
Reparto territorial. Existen diferencias importantes tanto en el ámbito de las comunidades como en el de las provincias. En el primer caso destacan Andalucía Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias y parte del Levante, cuya relación con el colapso del ladrillo y el aumento del paro es clara. Pero no se deben olvidar otras comunidades con un menor dinamismo, como Galicia y Castilla y León, donde precisamente se encuentran las provincias con un nivel de economía sumergida más alto: Ávila, Albacete, Ourense y Toledo. Por el contrario, las provincias con menor nivel son Madrid, Tarragona, Lleida, Barcelona, Zaragoza y
Madrid. Esta comunidad se destaca como un "peculiar caso", dado que su 17,3% le sitúa en el último lugar. Esto se explica "por la elevada concentración de grandes empresas nacionales y extranjeras y grandes fortunas, que concentran los ingresos tributarios de sus actividades en esta comunidad mientras que gran parte de su negocio se genera en otras autonomías". Concretamente, Madrid es sede del 60% de las mayores corporaciones empresariales del país, que se caracterizan por eludir el pago de impuestos mediante prácticas abusivas de exenciones fiscales.
Propuestas. En el informe se exponen varias propuestas, que se califican de "realistas", y que se pueden sintetizar en tres: mayor y mejor coordinación entre