Hace dos días El País publicó en su edición digital un artículo de Juan Torres con el título "Alemania contra Europa". Sin embargo, fue retirado. Censurado, vamos. La explicación que ha dado la dirección del diario ha sido que contenía afirmaciones "inapropiadas". ¿Cuáles? Veámoslo: "Merkel, como Hitler, ha declarado la guerra al resto de Europa, ahora para garantizarse su espacio vital económico". Claro, Hitler y Merkel, la Alemania nazi y la Alemania de nuestros días.
Llevamos algunos años escuchando y leyendo la cantinela de los derroches en gasto público y de los rescates. De lo mal que se ha hecho en Irlanda, Portugal, España, Italia, Chipre..., como si en Alemania o Francia, los países líderes de a UE, todo se hubiera hecho bien. Como si quienes gobernaban en estos países no tuvieran nada que ver con el resto. Como si no se supiera nada de los préstamos de los bancos alemanes -en mayor medida-, franceses y británicos que iban a parar a los de otros países, para que desde estos últimos, a su vez, fueran a parar a quienes querían especular a pequeña escala, consumir más o no tenían más remedio que endeudarse para obtener una vivienda. Los rescates, ñores y ñoras, lo están siendo para los bancos matrices -esto es, alemanes, franceses, británicos y demás-, que quieren recuperar el nivel de beneficios que obtuvieron en los tiempos de vacas gordas. ¿Cómo? Obteniendo dinero del Banco Europeo al 1% para prestarlo al 5% o más a los países intervenidos. ¡Vaya negocio! Y que se joda -con perdón- la gente. Que pague en forma de menos sanidad, menos educación y menos prestaciones sociales. Que pague con más impuestos indirectos o sobre las rentas de trabajo. Que pague ahora -como en Chipre- con corralito o quite.
El espacio vital. Claro, de la burguesía financiera europea, donde la alemana juega un papel hegemónico. Decir estas cosas duele. Y así se puede entender la censura a Torres. Ha dado, una vez más, en la diana. ¡Son la voz de sus amos!