Hace no mucho Sirio entró en mi jardín.
No lo conocía -¡ay de mí y de mi ignorancia!
Su belleza me acercó al otro lado del hemisferio
y por ser tu estrella, quería ir al otro lado del océano
y atravesar las altas montañas que vertebran lo tuyo.
Sirio iba a ser el nexo de unión contigo
Su belleza me acercó al otro lado del hemisferio
y por ser tu estrella, quería ir al otro lado del océano
y atravesar las altas montañas que vertebran lo tuyo.
Sirio iba a ser el nexo de unión contigo
/ y con los tuyos.
Y lo será, a pesar de todo.
Aunque Matilde entristeciera nuestro encuentro.
Su muerte, que también es tuya,
ha compungido mi ánimo.
Conozco sus últimas palabras,
sus entrañables, sinceras y bellas palabras
Aunque Matilde entristeciera nuestro encuentro.
Su muerte, que también es tuya,
ha compungido mi ánimo.
Conozco sus últimas palabras,
sus entrañables, sinceras y bellas palabras
y las comprendo y hasta las comparto,
pero es que la muerte me abruma,
como me abrumó la tuya
y como nos abrumó a todos.
Tendré que hacerme a la idea.
Tendré que mirar a Sirio triste,
con las lágrimas en los ojos
y con mi abrigo y mi bufanda.
Poco a poco el tiempo tornará estos momentos
y convertirá su muerte en resurrección,
como pasó en la tuya y en todas las dignas.
No deben extrañar mis palabras,
llenas de un fuerte licor pagano,
porque hay muertes que avivan el fuego de la vida.
(Enero de 1985).
pero es que la muerte me abruma,
como me abrumó la tuya
y como nos abrumó a todos.
Tendré que hacerme a la idea.
Tendré que mirar a Sirio triste,
con las lágrimas en los ojos
y con mi abrigo y mi bufanda.
Poco a poco el tiempo tornará estos momentos
y convertirá su muerte en resurrección,
como pasó en la tuya y en todas las dignas.
No deben extrañar mis palabras,
llenas de un fuerte licor pagano,
porque hay muertes que avivan el fuego de la vida.
(Enero de 1985).