sábado, 30 de octubre de 2010

Cien años desde que naciera

Terca muerte que le alcanzó
en la cárcel tan odiada.
Inmortal voz infinita
que jamás fue amurallada.

(1976)

viernes, 29 de octubre de 2010

Marcelino Camacho

Creo que fue en su libro Cartas desde la cárcel donde Marcelino Camacho contaba la emoción que sintió cuando la fábrica Perkins, donde trabajaba, sacó un modelo nuevo de tractor. Su emoción derivaba de sentirse copartícipe de lo que se estaba creando, desde una visión del mundo alejada de las jerarquías sociales. Se sentía trabajador, por supuesto, pero un trabajador con conciencia de clase y con ella de de la conciencia de ser parte de la colaboración social necesaria en la producción. Era además un trabajador cualificado, que se había formado con mucho esfuerzo y que quería aportar sus conocimientos, por humildes que fueran, en la obtención de los frutos de su trabajo. Para él tenía tanto valor el papel de un ingeniero que el de un simple trabajador. Era su orgullo, pero no individual, sino colectivo, el orgullo de una clase, la clase obrera, germen de una sociedad nueva donde la cooperación social necesaria debería ser concebida sin diferencias de clase. Un libro, Cartas desde la cárcel, que era toda una concreción de la teoría marxista como militante comunista.     

Fue Marcelino Camacho precoz en la lucha política. Las necesidades le pudieron, pero también unas circunstancias que acabaron siendo dramáticas para él, su familia y millones de personas. Militó de muy joven en la UGT y el Partido Comunista de España, combatió durante la guerra en el Ejército Popular, sufrió la cárcel y el exilio desde 1939... Toda una colección de méritos que le reportaron grandes sacrificios. Durante los años sesenta fue uno de los militantes comunistas que organizaron en torno a las comisiones obreras nacientes lo que quizás fue el movimiento social y político más fuerte de oposición al franquismo. Lo pagó caro de nuevo, con más cárcel, pero eso no lo amedrentó. Todo lo contrario. 

Se hizo mundialmente famoso cuando se vio involucrado en el Proceso 1001, el nombre que puso la justicia del franquismo a uno más de los juicios contra la oposición al régimen, aunque en este caso se trataba de un juicio contra los dirigentes de Comisiones Obreras que además eran militantes del PCE. La acusación fue de asociación ilícita, pero lo que estaba claro era el objetivo de reprimir a una organización y un movimiento que estaba haciendo mucho daño a un régimen que estaba dando ya síntomas de senilidad. 

El juicio Proceso 1001 tuvo que suspenderse el día que tenía que comenzar, porque ese 20 de diciembre de 1973 se produjo el atentado contra Carrero Blanco. Recuerdo muy bien lo que ocurrió ese día, que era el último antes de las vacaciones escolares de navidad. Como salimos del colegio antes de la hora, fui con unos amigos a echar una partida de ping pong, donde nos enteramos del atentado. Por la noche mi hermano Seve, que había llegado de Madrid, nos puso al día de lo que era el Proceso 1001 y el riesgo que corrían los acusados. Fue un riesgo real por las amenazas sufridas por funcionarios de prisiones de la cárcel de Carabanchel. El propio Camacho se refirió a ese hecho en varias veces y también a la actitud de un oficial de la policía armada, que les ofreció su protección. El juicio tuvo lugar en los días siguientes y las penas fueron muy duras, la mayor de las cuales, de 20 años de prisión, le correspondió a Camacho. No estuvo mucho tiempo en la cárcel, porque los acontecimientos se precipitaron en los años finales del franquismo. Era una persona conocida mundialmente, que llegó a ser propuesto para el premio Nobel de la Paz, por lo que el régimen no se podía permitir popularizarlo más. Se hizo por entonces famosa la imagen del luchador sindicalista vestido con los jerseis de lana y cuello alto hechos por su mujer, la abnegada Josefina, que fue la indumentaria antifranquista que tantos jóvenes llevábamos por esos años y que además nos permitía unirnos simbólicamente con la clase obrera.

Camacho fue elegido secretario general de CCOO en la asamblea fundacional del sindicato en 1976, un puesto en el que estuvo hasta 1987. En las elecciones del 15 de junio de 1977 se convirtió en uno de los diputados del PCE y dos años después revalidó su acta. En esos años se involucró mucho en la estrategia política del eurocomunismo que propugnó Santiago Carrillo, lo que le llevó a ser uno de los firmantes de los Pactos de la Moncloa de octubre de 1977. Esa moderación la fue matizando con el tiempo, a la vez que se fue distanciando de Carrillo, quien provocó una ruptura en el PCE y acabó llevando a quienes le siguieron al PSOE. Camacho, por su parte, fue uno de los que más apoyaron la creación de Izquierda Unida en 1976 y durante los años ochenta impulsó una mayor movilización  contra las medidas antisociales que estaban tomando los gobiernos del PSOE, con Felipe González al frente. CCOO convocó en solitario la primera huelga general en junio de 1985, motivada por la ampliación a 15 años del periodo de cotización a la seguridad social para poder cobrar una pensión.

En los noventa Camacho apoyó al sector crítico de CCOO, manteniendo fuertes diferencias con su sucesor al frente del sindicato, Antonio Gutiérrez. Éste, pese a manifestar su oposición a las medidas antisociales de los gobiernos del PSOE y organizar otras dos huelgas generales más, ya con la compañía de la UGT, llevó al sindicato a una moderación sin precedentes, a la vez que se situó cercano a la tendencia Nueva Izquierda de IU. Las cabezas visibles de NI (Diego López Garrido, Cristina Almedia...) acabaron integrándose en el PSOE en 1999, como lo hizo años después Gutiérrez, ahora diputado del PSOE.

Durante la Asamblea de IU de 2000, en la que Julio Anguita dejó de ser coordinador general y Gaspar Llamazares fue elegido su sucesor, Camacho apoyó la candidatura de Corriente Roja, liderada por Nines Maestro. Quiso demostrar con ello la defensa de una identidad de IU menos moderada, si bien no acompañó a la Maestro cuando se salió de IU y del PCE. Camacho fue fiel a su trayectoria obrera y sobre todo de aquella parte de la historia de España y de su vida donde jugó un papel más relevante: CCOO, el PCE e IU. Una fidelidad que ha mantenido hasta su muerte.  

martes, 26 de octubre de 2010

La muerte de Nayem

El gobierno de Marruecos ha endurecido la represión contra el pueblo saharaui. La muerte del Nayem, un niño de tan sólo 13 ó 14 años de edad, ha provocado una gran consternación en todo el mundo. No fue un hecho aislado, sino el más dramático dentro de las protestas que la población saharaui lleva protagonizando desde días pasados y que las tropas militares marroquíes intentaron sofocar a sangre y fuego el pasado domingo, con decenas de personas heridas, entre las que se encuentra al parecer en estado crítico un hermano del fallecido, y no se sabe cuántas detenidas. Es tal el intento por parte del gobierno marroquí de querer ocultar la realidad, que está impidiendo que lleguen al Sáhara Occidental periodistas y militantes de asociaciones de solidaridad y de derechos humanos. El cadáver de Nayem ha sido literalmente secuestrado, sin que la familia sepa donde está. Hasta el propio gobierno ha dicho esta tarde que lo ha enterrado ocultamente para evitar más disturbios. El gobierno español, una vez más, sigue desentendiéndose del problema y todavía no ha condenado ni la muerte de Nayem, ni la represión, ni la prohibición de visitas al Sáhara.       

sábado, 23 de octubre de 2010

Más de lo mismo, pero pensando en las próximas elecciones

El nuevo gobierno ha sido una sorpresa. Zapatero ha estado un jugando un farol sobre lo que parecía que iba a ser una simple sustitución en el ministerio de Trabajo. Lo que ha hecho finalmente ha sido una remodelación, que supone un cambio en la correlación de algunas de sus fuerzas internas, pero no un cambio de rumbo, que sigue siendo el mismo. Me intentaré explicar.

Zapatero pertenece a la tendencia del socialismo liberal o tercera vía, que tuvo su eclosión a finales del siglo XX en torno a figuras como Blair o Schröder, pero gestada y desarrollada en los 80 en Francia (el "segundo" Mitterrand, Fabius, Rocard...) o España (González, Solchaga, Solbes...). Una tendencia que buscaba, y lo logró, acomodarse al modelo neoliberal iniciado a finales de los setenta en el Reino Unido y EEUU. El mismo modelo que lo primero que hizo fue rebajar la progresividad fiscal, privatizar servicios y empresas públicas, reducir el gasto público social o llevar al mercado laboral a unas cotas de flexibilidad y precariedad desconocidas desde décadas. El mismo modelo que se ha dedicado a financiarizar la economía, basada en un flujo internacional de capitales sin precedentes, donde los paraísos fiscales se han convertido en verdaderas fábricas de secretismo y especulación, que ha llegado a unos niveles sin precedentes.

Durante las primarias de 2001 que le auparon a la secretaría del general del PSOE, Zapatero aireó su pertenencia a esa tercera vía. De hecho su candidatura tuvo un nombre parecido: Nueva Vía. Sus principales asesores económicos adaptaron el discurso neoliberal con aderezos de una mayor sensibilidad social, de manera que, siguiendo a Jordi Sevilla, lo que diferenciaba al "nuevo socialismo" (así lo llamó en un libro homónimo) del conservadurismo político no era ya el objetivo de la redistribución económica desde la progresividad fiscal, sino el extremar la igualdad de oportunidades para que los individuos actuaran con arreglo a sus capacidades. Una especie de cuadratura del círculo, vamos.

El primer gobierno de Zapatero se vio obligado a mantener cierto equilibrio entre el socialismo liberal y las esperanzas que parte del electorado de izquierdas había depositado en él en el último momento de las elecciones de 2004, cuando los atentados del 11 de marzo y la manipulación urdida por el gobierno del PP hicieron saltar todas las alarmas sobre un nuevo gobierno conservador. Así se comprende lo de la retirada de las tropas de Iraq, la equiparación en los derechos civiles de las personas homosexuales, la ley de dependencia o un aumento del gasto público social sobre. Unas medidas que contaron con el apoyo de los grupos de la izquierda en el Congreso o habían sido impulsadas por alguno de los grupos, como hizo IU-IC con la ley de dependencia. En el caso de la regularización de inmigrantes, impulsada por el ministro Jesús Caldera, se unieron la ocasión y la necesidad de aumentar los fondos de la Seguridad Social con el apoyo dado por la izquierda política y social en un asunto de clara vulneración de los derechos humanos.

La política económica, sin embargo, se mantuvo en la misma dirección de gobiernos anteriores, esto es, de menor progresividad fiscal, control del gasto público de carácter social, apoyo al crecimiento basado en la burbuja inmobiliaria, fuerte dependencia del modelo de especulación financiera... En política exterior, fuera de la retirada de las tropas de Iraq o del gesto del propio Zapatero ante las tropas estadounidenses en el día de las fuerzas armadas, todo siguió igual, incluyendo el reforzamiento de la presencia militar en Afganistán o el envío de nuevas tropas a Haití y Líbano. En la política sobre el País Vasco, después de la polvareda montada sobre el diálogo con ETA, al final todo volvió al cauce anterior de centrar el problema en la vía represiva. Y en las reformas de los estatutos de autonomía, sin llegar a la postura extrema del neocentralismo del PP, jugó fuerte para recortar el contenido de los estatutos aprobados en los parlamentos de Cataluña y Andalucía, o impedir que siguiera adelante el aprobado en el País Vasco.

La actual legislatura ha supuesto que las cosas se pusieran con más claridad dentro del modelo neoliberal. La crisis ha llevado a la toma de medidas de ajuste económico muy duras, rebajando los salarios del funcionariado, abaratando aún más los despidos, endureciendo las condiciones del cobro de pensiones... Y la nueva remodelación del gobierno no va a suponer un cambio sustancial en la orientación de la política a llevar a cabo. Elena Salgado sigue al frente del ministerio Economía y con ella la garantía de una continuidad de las contrarreformas sociales. Rubalcaba, por su parte, la imagen de la herencia de la época felipista, ha ascendido en influencia desde el control de la política interior y la comunicación, lo que se ha visto reforzado además con la entrada en el gobierno de Ramón Jáuregui, otro veterano de la política. No resulta baladí que Felipe González, bastante crítico con Zapatero hasta hace poco, haya salido en su defensa cuando ha empezado a tomar las medidas de ajuste más duras, temeroso de que el PP, desde su oportunismo, pueda llevarse el gato al agua.

Los otros cambios podrían interpretarse como de imagen, que lo son, pero no sólo. La salida de las dos responsables de ministerios monotemáticos (Vivienda e Igualdad) sólo le puede beneficiar a Zapatero, entre otras cosas porque evita el desgaste al que el PP las sometió. Leire Pajín aúna la fidelidad en la andadura común desde 2000, el fortalecimiento del grupo más afín a Zapatero, nucleado en torno a José Blanco, su imagen de juventud y su condición de mujer. La entrada de Valeriano Gómez en Trabajo no deja de ser una forma de neutralizar o dividir a la UGT. La llegada de Rosa Aguilar, un claro gesto de horadar en el electorado de IU. ¿Y Trinidad Jiménez, recientemente derrotada en unas primarias internas? Al margen de la fidelidad mutua con Zapatero, no debemos olvidar una de las claves del personaje: su pertenencia a la comisión Trilateral, uno de los corazones ideológicos del orden mundial dominante. Su nombramiento como secretaria de estado para asuntos iberoamericanos entre 2004 y 2008 no fue ajeno a ese hecho y el papel que jugó no fue tan irrelevante. Y es que en esos países el capitalismo español se juega mucho. Hasta en su paso por el ministerio de Sanidad, donde ha obtenido cierto rédito, no debe subestimarse, por ejemplo, la forma como gestionó la gripe A, donde las multinacionales de la farmacia hicieron su agosto.

El otro día se pudo oír la conversación captada en los pasillos del Senado por dirigentes del PP, en la que María Dolores de Cospedal se refirió a que en principio había una mejoría en la composición del gobierno y Javier Arenas a que tenía una mejor proyección pública. Desmentidos aparte, lo que refleja sus palabras es preocupación. El PP se va a ver obligado a buscar nuevos puntos débiles y más cuando los dos ministerios clave, Economía e Interior, tienen al frente a dos vicepresidentes que tienen claro lo que tienen que seguir haciendo, que, por otra parte, no difiere mucho de lo que el PP haría si estuviera en el gobierno: medidas de fuerte ajuste económico y control de la seguridad y organización del estado. El recurso fácil de meterse con las ministras de perfil político, donde el PP ofrece su cara misógina más perversa, lo ha evitado Zapatero retirando a Bibiana Aido y Beatriz Corredor. Los intentos contra Leire Pajín, si lo hacen como ahora, pueden ser inútiles, aunque sean tan del agrado de buena parte del electorado de la derecha.

Zapatero ha conseguido más oxígeno, que espera que le sirva para completar la legislatura. Los apoyos a los presupuestos generales del estado por parte de la derecha nacionalista (PNV y CC) y la remodelación del gobierno han sido los dos últimos movimientos. Lo malo es que sigue siendo más de lo mismo y que, desde esa perspectiva, lo más que puede ocurrir es que permita al PSOE poder ganar las próximas elecciones. Y ése es el problema cuando se trata de cambiar el rumbo político, donde sin presión social, poco se puede hacer para evitar que, entre otras cosas, la crisis la sigan pagando quienes más la sufren.

jueves, 21 de octubre de 2010

Las rosas también se marchitan

"Vivir está sujeto a constantes opciones, sujetas a condicionantes sociales y mentales, y elegidas con mayor o menor grado de libertad. En el universo político-ideológico de nuestra civilización y de nuestro tiempo, básicamente, la del mundo occidental de algo más de los dos últimos siglos, han venido configurándose distintas opciones que, en lo general, apuestan por mantener lo establecido o, al menos, por ponerlo en duda. En esa continua dialéctica por conservar o progresar es en lo que se ha asentado la dicotomía existente entre lo que convencionalmente llamamos derecha e izquierda. Así, desde la derecha ha habido siempre resistencias a ceder, mientras que desde la izquierda se ha apostado por introducir novedades y cambiar. Cuando desde la izquierda surgieron propuestas de modelos sociales igualitarios, lo que en el siglo XIX se conoció indistintamente como socialismo o comunismo, se abrió todo un horizonte lleno de esperanza para quienes no tenían nada y para quienes, teniendo más o menos, se pusieron de su lado. En todos estos años no ha parado de haber mejoras en muchísimos aspectos, de manera que en muchas de las cosas que ayer se negaban desde la derecha, hoy son aceptadas. No han parado tampoco los cambios en las situaciones de las personas y con ellas en la evolución en su manera de ver el mundo. El siglo XX ha sido escenario quizás de los peores horrores conocidos a lo largo de la historia y en eso no se libra nadie. Pero el anhelo de conseguir un mundo mejor no ha desaparecido (...).

Quizás sean unos versos de un dramaturgo alemán, Bertolt Brecht, lo que mejor ilustre cuál ha sido mi intención en todo esto: “Hay hombres que luchan un día y son buenos./ Hay otros que luchan un año y son mejores/. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos./ Pero hay los que luchan toda vida:/ esos son los imprescindibles”. En los términos de Brecht, ha habido en la historia muchos hombres buenos, mejores y hasta muy buenos. La lucha de mucha gente (de buenos, mejores e imprescindibles) impidió, por ejemplo, que siguiéramos bajo los monarcas absolutos o los señores de las rentas y el buen vivir que entendían el trabajo como ruin (y por eso no trabajaban), pero vivían del trabajo ajeno.

Para la gente que nos sentimos de izquierda (es decir, que dudamos de lo existente) y que anhelamos un mundo mejor, todavía siguen existiendo imprescindibles. Sin ir más lejos, en nuestro país fue mucha la gente (aunque menos de la deseada) que luchó contra el franquismo y que sigue sin resignarse a aceptar tantas injusticias y tropelías que vivimos. Lo de imprescindible no es una herencia genética ni un grado que imprime carácter y ni siquiera una marca de heroísmo. Pero es que, por suerte, hay mucha gente imprescindible en la vida, anónima y humilde en su mayoría, que labora día a día para sobrevivir y para ayudar a mejorarse (Gramcsi dixit)".

(2001)

A vueltas con el sistema electoral

Tengo intención de aclarar un poco la polémica surgida, pero poco aireada, en la comisión constitucional del Congreso sobre una llamada reforma de la ley electoral, que de hecho deja las cosas como estaban. IU, por supuesto, ha protestado enérgicamente por ser la gran perjudicada en la pantomima de lo que llaman representación democrática. Aquí voy a basarme en un artículo mío que hace tres años Rebelión publicó ("Los porqués de un sistema electoral injusto"), del que reproduzco partes o hago algunas adaptaciones. Los datos que se aportan se basan en los resultados de las elecciones generales del año 2004.


Orígenes del sistema electoral español

El sistema electoral español está basado en el decreto-ley de 18 de marzo de 1977, que estableció un doble sistema de elección (proporcional, para el Congreso, y mayoritario, para el Senado), la provincia como circunscripción y unos correctivos en la representación para el Congreso (mínimo de 2 escaños por provincia y máximo de 350). Sus creadores (Miguel Herrero, Óscar Alzaga, Landelino Lavilla...) lo argumentaron para garantizar un gobierno estable, pero en realidad fue un ejercicio de ingeniería político-electoral (dicho a lo fino) o de manipulación de las reglas del juego en beneficio propio (dicho más claramente) que tenía como objetivo que UCD (el partido de Adolfo Suárez, formado por los más reformistas del régimen franquista y los más moderados de la oposición) consiguiera la mayoría absoluta con el 35% de los votos. Se concedió así una sobrerrepresentación a las provincias menos pobladas, las más conservadoras, y una infrarrepresentación a las más pobladas, donde la izquierda contaba con mayores apoyos. Favoreció a los partidos con mayor implantación en cada territorio, a la vez que se dificultó la representación de los menores.

Esta norma electoral estuvo en vigor hasta 1985, en que el PSOE impulsó una ley electoral que apoyaron AP (hoy PP) y CiU. Supuso en la práctica una ratificación del decreto de 1977, estando vigente en la actualidad.

Un sistema electoral perverso

El valor de cada escaño es muy diferente según la provincia a la que nos refiramos. Los casos más extremos son, por un lado, los de Soria y Teruel, donde cada escaño representa, respectivamente, a alrededor de 30.000 y 56.000 personas; y por otro, los de Barcelona y Madrid, en las que cada escaño lo hace por unas 163.000. Es decir, un valor entre tres y cinco veces más, respectivamente, de las dos provincias menos pobladas de España sobre las dos más pobladas. O dicho en otras palabras, cuando la gente vota en Madrid y Barcelona lo hace sin saber que el valor de su voto es inferior al de algunas provincias.

Si hiciéramos un reparto equitativo de estos escaños la realidad sería muy diferente ¿Cuáles son entonces las comunidades donde se producen mayores desajustes? Veámoslo. Pierden escaños: Madrid, 12; Cataluña, 8; Valencia, 3; Andalucía, 1; y Asturias, 1. Los ganan: Castilla y León, 13; Castilla-La Mancha, 5; Aragón, 3; Galicia, 2; La Rioja, 2; y Cantabria, Extremadura, País Vasco y Murcia, 1 escaño cada una.  

Teniendo en cuenta que en España existen grandes contrastes de población por provincias, el ámbito de asignación de escaños podría hacerse desde otros ámbitos más acordes con la realidad. O utilizando el conjunto del estado como circunscripción única o adecuando las circunscripciones a cada comunidad autónoma.

Si la distribución de escaños se hiciera de una manera proporcional atendiendo a los votos obtenidos en el conjunto del estado, los resultados serían los siguientes: ganarían escaños IU (13), PA (3), CiU (2), ERC (1), BNG (1), B-EV (1) y PSM-EN-EU-EV-ER (1); entre ellos, además, entrarían en el Congreso PA, B-EV y PSM-EN-EU-EV-ER. Por el contrario, los perderían PP (12), PSOE (10) PNV (1).

Si consideráramos como circunscripciones las comunidades autónomas, la adjudicación de escaños se alteraría en bastantes de ellas. Así, por ejemplo, IU ganaría 4 escaños en Andalucía, 1 en Madrid y 1 en el País Vasco. El PP y el PSOE, por su parte, tendrían pérdidas y ganancias dependiendo de cada caso. Y globalmente las diferencias serían las siguientes: ganarían representación IU (6), CiU (2), PA (2), ERC (1) y otro (1); la perderían PP (7) y PSOE (5).  

Algunas conclusiones

El sistema electoral favorece a los dos primeros partidos de ámbito estatal: el PSOE y el PP; y no favorece a los partidos nacionalistas, como se suele decir frecuentemente.

IU, que es la tercera fuerza política del conjunto del estado, es la gran perjudicada.

La falta de proporcionalidad se debe a que la elección se hace por provincias, con unas correcciones en favor de las menos pobladas; hablamos, por tanto, de un hecho antidemocrático.

Los votos de IU que no obtienen representación, que son muchos (750.000 en 2004), dejan de tener expresión política, sin tener en cuenta que dicho grupo podría haber conseguido más votos si la gente hubiera tenido la seguridad de que su voto servía para obtener representación.

Es necesaria una reforma del sistema electoral para hacerlo más proporcional. Una forma podría ser la elección por circunscripciones autonómicas, que, por otra parte, se ajusta más a la realidad político-territorial de España. En todo caso, asignando al ámbito territorial que se considere oportuno para asignar los escaños la proporción real que le corresponden.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Un pajarraco volador

Decía el otro día el presidente de la patronal, el señor Díaz Ferrán, otrora un gigante de los vuelos y demás, que había que "trabajar más y cobrar menos". Iba yo a escribir que no ha sido un empresario ejemplar, porque ha llevado a la ruina a sus empresas, pero la verdad es que no sé qué es eso de ejemplar en el mundo de la empresa. Bueno, sí lo sé, pero iba a utilizar uno de los tantos tópicos que se utilizan por ahí. Si por buena gestión se entiende que no te descubran lo que haces a escondidas (ya se sabe: caja B, evasión de impuestos...), hablar de pillería es poco. Una cosa que está clara es que Díaz Ferrán es un empresario que ha echado a la calle a miles de trabajadores y trabajadoras, por lo que su frasecita ha sido poco atinada y se podría añadir que decir que su ejemplo ha sido el de "robar más y pagar menos"

domingo, 17 de octubre de 2010

Una tarde











































Estoy solo en la habitación. Bueno, con Buda, que no para de mirarme desde que lo trajo mi madre de Galerías Preciados. He estado estudiando y también cantando un poco. Ahora escribo, pero no me sale nada. Por eso me estoy mordiendo los pellejos de los dedos. Yo me los muerdo y no creo que sea el único. Ha habido veces que me he pasado y se me ha formado un uñero, como se dice en casa, que es cuando se infecta un poco y duele, pero lo soluciono poniendo el dedo en agua muy caliente para que se ablande y luego me echo un poco de sulfatiazol. Estoy mirando la trasera, la calle que hay en la parte de la casa que no da a la avenida. Esta parte está orientada al sur y tenemos una vista muy bonita. Veo casi todos los días la puesta del sol. Cuando se pone el cielo rojo dice mi madre que es señal de que va a hacer buen tiempo. Cuando el día está muy claro podemos ver la Peña de Francia, que es el pico más alto de la sierra de Francia. Yo he ido varias veces cuando era más pequeño. Hay una iglesia con una virgen morena, pero me he aburrido siempre y encima he pasado mucho calor, sobre todo después de comer. Lo que se ve mejor desde casa son los Montalvos, que están al otro lado del río, divisándose Vista Hermosa, el campo de tiro del cuartel de ingenieros y el sanatorio de tuberculosos, hoy dedicado a las personas con enfermedades respiratorias, porque la tuberculosis dicen que ya no la hay. Muchos días se oyen los bombazos del campo de tiro donde hacen maniobras y practican los soldados. A veces son tan fuertes, que retumban las paredes. La parte del río que se ve es un recodo que hace donde está Tejares. Ahora pertenece a la ciudad, pero antes fue un pueblo. Es famoso por
El Lazarillo de Tormes, una novela anónima del renacimiento que protagoniza un pícaro nacido en ese pueblo. Yo la he leído y me ha gustado mucho. Se lee muy fácilmente. Otro libro que se desarrolla en la ciudad y también me ha gustado es La Celestina. Hay una parte de la muralla que tiene un jardín que se llama de Calixto y Melibea, que son dos de los protagonistas del libro, pero está cerrado. Mi padre me lo contaba cuando íbamos al Patio Chico, que está al lado.

He leído un montón de libros de literatura, pero ha habido algunos que me han gustado más. La madre de Máximo Gorki sobre todo. Es un libro bonito y emocionante, que me ha abierto a un lugar y un momento importante de la historia: la Rusia de antes de la revolución. El discurso de Pavel cuando es condenado es muy bueno. Lo he copiado a máquina y se lo he pasado a Gelete. Otro libro que me ha gustado mucho ha sido Cien años de soledad de  García Márquez. Lo leí de un tirón y a pesar de su estilo, nuevo para mí, me ha resultado fácil. Me he quedado con el coronel Aureliano Buendía y como consejo, el de la abuela: cuando no encuentres algo, busca donde menos te lo esperes. De Cervantes he intentado leer El Quijote, pero sólo algunos capítulos. Las que me han encantado han sido las Novelas ejemplares. Son muy divertidas. Como las Novelas ejemplares y amorosas de María de Zayas. Me han recordado a las de Cervantes, pero aquí aparece también el sexo. La casa de las chivas de Jaime Salom es una obra de teatro que trata de la guerra y de dos hermanas distintas. Con el libro te enteras un poco más del mundo del amor y de la prostitución. Lo he leído medio a escondidas para evitar comentarios en casa. Otros autores han sido Cela, Baroja, Galdós, Huxley, Delibes, Zunzunegui, Hemingway, Böll, Hesse, Kafka...

Con los libros que tengo y que leo he empezado a hacer unas fichas, donde pongo los datos y por detrás hago un comentario. Esto me cuesta más, pero los datos los pongo todos. Libros de literatura (novela, poesía y teatro), de historia, filosofía, psicoanálisis...

La poesía me gusta más todavía. Miguel Hernández es mi favorito. Neruda, me encanta. Pero también Alberti, Antonio Machado, García Lorca, León Felipe, Rubén Darío, Rosalía de Castro, José Martí, Brecht, Jorge Manrique, el Arcipreste de Hita... Tengo una cinta de Paco Ibáñez con poemas de varios poetas y en casa he encontrado varios en los libros. Como he hecho un cuaderno con las letras, me han servido para copiarlas bien. Algunas canciones de Goytisolo y de Machado se las canto a las niñas: "Me lo decía mi abuelito", "Era un niño que soñaba" o "Érase una vez un lobito bueno".

También leo historia, filosofía, marxismo y psicoanálisis. Mi hermano ha comprado libros de Castilla del Pino y Reich y me gusta leer cosas de ellos. Me leí entero hace un año El Manifiesto Comunista, que me lo dejó Seve en una copia que habían hecho a máquina unas monjas de Madrid. Jose ha comprado los Manuscritos de Economía y Filosofía de Marx, de los que he leído algunas cosas, pues resulta complicado, pero sobre todo la cronología, donde viene su biografía. En casa de Jorge he leído Trabajo asalariado y capital, también de Marx, y me ha gustado mucho, porque explica muy claro qué es la plusvalía. De Lenin, El estado y la revolución. Pero ha habido más. A Jose le gusta Nietzsche y tiene Así habla Zaratustra y Más allá del bien y del mal. A mí no me gusta ni estoy de acuerdo con lo del superhombre. Mi hermano dice que no es eso sólo, pero yo sigo pensando que no.

Lo que más me gusta es la historia. Por eso quiero estudiar la carrera. Cuando acabé 4º leí la Historia de España de Pierre Vilar. En casa de Seve, cuando estaba trabajando en Madrid durante el verano, leí partes de la Historia de la España franquista de Max Gallo, y la  Estructura económica internacional y La oligarquía financiera de Tamames, donde aparecen los más ricos de España y el montón de empresas que tienen. En casa Jose tiene la Historia de España del siglo XIX de Tuñón de Lara y yo me he comprado la Historia de España del siglo XX, con 3 volúmenes. No paro de leerlos. En 4º leí un libro de Bernadette Devlin sobre Irlanda del Norte que se titula El precio de mi vida, que me lo regalaron por reyes Seve y mi cuñada. Cuando acabé 5º leí Introducción a Cuba de Andrés Sorel. Hay una canción de Quilapayún que tiene el discurso de Fidel Castro en la II Declaración de La Habana y me gusta leerlo por el libro de Sorel cuando escucho la cinta. En casa tenemos otros libros de historia antiguos de cuando estudiaba mi padre o de mi abuelo. Mi hermana compró por fascículos la Historia de España del Marqués de Lozoya, pero el tío es un facha. Se queda en la guerra civil y habla mal del bando republicano. Se nota que es franquista.

Como paso tanto tiempo en el despacho, me gusta mirar por la ventana. La trasera de la casa tiene árboles y en ella he jugado mucho cuando era niño y ahora lo hacen los niños del bloque. Está muy sucia, porque hay veces que se echa de todo. Cuando llueve crece hierba en algunas partes, pero se seca en verano. Los árboles que hay son acacias, negrillos y ailantos. Cuando era pequeño nos subíamos a uno que está debajo de mi casa, porque era más bajo y no tenía pinchos, como los negrillos. Los ailantos son más altos y las ramas más frágiles y por eso nos subíamos menos. Cuando nos veían las madres nos llamaban la atención. Siempre había algunas vecinas que nos reñían cuando jugábamos a fútbol, porque decían que les dábamos a las ventanas. Ahora siguen haciendo lo mismo con los niños que juegan, pero yo me pregunto que dónde van a jugar si no; además por la trasera no pasan coches y no molestan a nadie.

Ya me he cansado de escribir, así que lo dejo.

(1976/2010)

"Cada pétalo de oro es arrancado con sangre" (de Neruda a sus mineros)

Seguimos en el espectáculo mediático que se ha montado en torno al accidente de la mina San José, situada en el desierto de Atacama, en el norte de Chile. Un dramático accidente que ha tenido un final feliz. Otros accidentes, anónimos en su mayoría, no lo han tenido. El de San José ha sido aprovechado por el gobierno chileno para crearse una imagen edulcorada. El presidente Piñero pertenece a la sombra que sigue proyectando Pinochet. El militar que apagó con sangre y fuego uno de los intentos más bonitos por hacer un mundo donde nadie sobrara y que no dudó en ir mina por mina para arrancar de sus entrañas lo más valioso que encerraba: la dignidad humana. Uno de los mineros encerrados, Luis Urzúa, que fue además el último en salir, es descendiente de una familia de comunistas, cuyo padre fue una de las víctimas del general.

Las minas chilenas fueron el vivero del sindicalismo y la revolución chilena. Allí estuvo Luis Emilio Recabarren, el obrero tipógrafo fundador del Partido Obrero Socialista y luego del Partido Comunista, que encontró entre las gentes del desierto del norte sus más fieles seguidoras. El mismo lugar y las mismas gentes a las que Pablo Neruda dedicara tantos versos de una gran hermosura. He aquí una muestra:

Hacia Recabarren

La tierra, el metal de la tierra, la compacta
hermosura, la paz ferruginosa
que será lanza, lámpara o anillo,
materia pura, acción
del tiempo, salud
de la tierra desnuda

El mineral fue como estrella
hundida y enterrada.
A golpes de planeta, gramo a gramo,
fue escondida la luz.
Áspera capa, arcilla, arena
cubrieron tu hemisferio.
Pero yo amé tu sal, tu superficie.
Tu goterón, tu párpado, tu estatua.

En el quilate de pureza dura
cantó mi mano: en la égloga
nupcial de la esmeralda fui citado, 
y en el hueco del hierro puse mi rostro un día
hasta emanar abismo resistencia y aumento.

Pero yo no sabía nada

El hierro, el cobre, las sales o sabían.

Cada pétalo de oro fue arrancado con sangre.

Cada metal tiene un soldado.

(Canto General, IV/XVIII/1)

Decirlo cuantas veces sea necesario

El mes pasado salió a la calle un libro de memorias de Tony Blair, donde, entre otras cosas, sigue justificando su decisión de atacar a Iraq en 2003. Vuelve de nuevo con esa cantinela de que no se arrepiente de lo que ha hecho, aunque las razones que dieron para hacer la guerra no fueran reales. Acabo de leer un artículo en Rebelión sobre una entrevista al escritor Jonh le Carré que no tiene desperdicio (Desenmascarando traidores). Como muestra, esto:

“No puedo entender que Blair tenga una vida pública y tal vez un futuro político aún. Me parece que un político cualquiera que haya llevado a su país a la guerra utilizando pretextos falsos ha cometido el máximo pecado. Creo que una guerra, en la que nos negamos a aceptar el número de personas que hemos matado, es una guerra de la que deberíamos estar avergonzados. Siempre hay que tener cuidado con eso. No hablo como un profeta, supongo que simplemente hablo como un ciudadano enojado. Pienso que es cierto que hemos causado daños irreparables en Medio Oriente y creo que vamos a tener que pagar por ello por largo tiempo”.

De nuevo Francia en la calle

En Francia cientos de miles de personas han salido de nuevo a la calle, millones se han puesto en huelga. Es un país de rebeldes. Lo fue en 1789, durante la más sonora de las revoluciones de la época que, aunque acabó triunfando como burguesa, tuvo un protagonismo popular que fue el que arrasó al feudalismo y aportó una experiencia que impregnó a los movimientos sociales y políticos de las décadas siguientes. Una rebeldía que estuvo presente también en la Comuna de París de 1871, en la resistencia a la ocupación alemana entre 1940 y 1944, en el apoyo a la causa argelina, en el mayo del 68 y hace cinco años como uno de los países donde triunfó el no en el referéndum sobre el Tratado para la Constitución Europea.

Es un país de grandes contrastes y contradicciones, donde la reacción política y social ha aflorado en determinados momentos de una forma abierta o camuflada. No dudó en regar de sangre las calles de los comuneros parisinos, ni en colaborar con el nazismo durante el régimen de Vichy, ni en preparar un golpe de estado durante la crisis argelina, ni en crear el Frente Nacional xenófobo, ni en aupar a la presidencia al actual presidente...

Francia es un país que mantiene con orgullo la herencia del 89, percibida de distintas formas, es cierto, pero creadora de una conciencia cívica que ha dado lugar a una amalgama de movimientos sociales y políticos diversos y activos. Muchos de ellos fueron la base que alimentó el no del referéndum del 2005. En ellos confluyen tradición y modernidad: desde partidos como el PCF o los trotsquistas, y desde sindicatos como la CGT o la CFDT; hasta los más modernos grupos ecologistas, antiglobalización o antirracistas, o el sindicato Fuerza Obrera...

Un país con una alta capacidad de movilización. La misma que se ha vuelto a demostrar ayer. La misma que se resiste a perder las conquistas sociales que tanto costaron conseguirlas. Un ejemplo. 

       

martes, 12 de octubre de 2010

Ser de derechas, ser de izquierdas

En el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas del pasado mes de enero, una de las preguntas formuladas fue valorar varias palabras desde la identificación política de izquierda o derecha. Los resultados, en general, son muy ilustrativos de lo que supone cada una de las opciones políticas. Veámoslo en la tabla:


Ser de derechas
Ser de izquierd.
Liberalismo
19.8
40.9
Europeismo
19.2
23.1
Patriotismo
52.8
8.8
Feminismo
6.9
54.4
Ecologismo
6.2
50.8
Nacionalismo
36.7
18.7
Pacifismo
9.9
40.4
Autoritarismo
51.5
9.2
Capitalismo
57.2
6.0


Para la mayor parte de la gente que se siente de derechas le mola, por ese orden, lo del capitalismo, el patriotismo y el autoritarismo. Lo del nacionalismo se queda a medio camino, porque tiene que repartir las preferencias con quienes se sienten como tales en ámbitos más reducidos que los de España. Ni siquiera la palabra liberalismo es de las preferidas, pese a la defensa que hace un sector de la derecha para identificarla con el capitalismo puro y duro (neoliberalismo).

Entre la gente que se siente de izquierdas se rechaza en gran medida lo anterior y se opta por palabras como feminismo, ecologismo, pacifismo y liberalismo. Esta última, alejada del autoritarismo e interpretada políticamente en sentido amplio, ligada a la libertad  y la tolerancia.  


¡Qué querencia tiene la gente de la derecha por el pasado negro!


 

martes, 5 de octubre de 2010

Otra manipulación más

Cuantificar la gente que ha participado en la pasada huelga general es difícil. Los análisis deben hacerse más desde una interpretación cualitativa, de manera que podamos acercarnos a lo ocurrido desde la incidencia en los distintos sectores de la economía y en cada territorio, el valor estratégico de cada sector, la repercusión en los medios de comunicación, etc. El hecho de haber acaparado la atención de una forma tan intensa en los medios de comunicación y en la opinión pública ya ha sido en sí mismo un éxito. El hecho de que buena parte de la actividad económica se haya visto afectada, independientemente de su medición más o menos exacta, ya indica su incidencia. También el hecho de las circunstancias sociales, con más de cuatro millones de personas en paro y un número muy difícil de contar de quienes están en situación precaria, víctimas propiciatorias de la presión patronal directa o indirecta. Y, por supuesto, el hecho de las circunstancias políticas, derivadas de la singularidad de hacer una huelga general no contra un gobierno que se dice de izquierdas (Felipe González recibió cuatro), sino del temor que tiene mucha gente de izquierdas a que se pueda favorecer una victoria del PP.

Existe un dato, el consumo de electricidad, que es cuantificable en un grado de fiabilidad elevado y que ofrece grandes posibilidades de compararlo con otros momentos y con otras situaciones similares. Y es aquí donde se ha podido constatar que la incidencia ha sido mayor que en la huelga general de 2002. La federación de industria de CCOO y la sección sindical de la empresa Red Eléctrica Española  sacaron a la luz dos días después de la huelga un estudio en el que indicaron que el consumo de electricidad comparado con el del mismo día de la semana anterior, que había tenido unas temperaturas similares, se había reducido en más del 20% de media, superior a la de 2002 (rebelion).

Sin embargo, los medios de comunicación, basándose en las estimaciones de demanda de REE, publicaron que el descenso había sido del 16,5%. En 2002, con el gobierno del PP, esa empresa descolgó de internet los datos de consumo eléctrico, para ocultarlos descaradamente. En esta ocasión no se ha hecho así, sino de una forma más sibilina: las estimaciones de demanda que anunció REE variaron nada menos que en cuatro puntos sobre lo que realmente ocurrió. La empresa la preside Jesús Atienza, que fue ministro con Felipe González. Otra clara manipulación.